¿Dónde no está Dragados?
En el último año, el Grupo Dragados ha multiplicado su presencia en Cantabria. Su tradicional actividad como constructora se ha convertido en sólo una parte de su amplia gama de intereses, a pesar de que los 40 millones de euros de facturación de este año (algo menos de 7.000 millones de pesetas) le colocan al frente del sector. A través de la compra de otras compañías, o con la adjudicación de nuevos servicios públicos, Dragados se encarga ya la separación de las basuras de los cántabros en Meruelo, fabrica abonos con los residuos orgánicos, hace la gestión medioambiental de Torrelavega, recepciona y distribuye por todo el país coches importados a través del puerto de Santander, tiene la empresa de estiba más agresiva, hace la limpieza de todas las instalaciones portuarias y va a controlar todos los tráficos marítimos de carbón de Santander, alrededor de un millón de toneladas al año.
La constructora se muestra especialmente activa en el campo de la logística. Después de comprar dos grandes terminales de contenedores del Mediterráneo ligadas a las familias cántabras Pereda y Pérez, sus intereses en el campo del transporte marítimo se han multiplicado, con el desarrollo de empresas de estiba y, ahora, con la compra de Síntax Logística, una compañía que no sólo recepciona y revisa cerca de un millón de coches importados cada año, sino que tiene su propia flota de camiones para repartirlos por los concesionarios de todo el país.
Este entramado de negocios en el mundo portuario empieza a producir una cascada de sinergias que dan lugar a otros actividades que engordan la madeja de participaciones de Dragados. Basta ver lo ocurrido en Santander. Tras la entrada en el puerto de su filial Terminales Marítimas, con una grúa de gran capacidad especialmente apta para los tráficos de carbón, era la candidata ideal para el concurso de adjudicación de una terminal carbonera cubierta convocado por la Autoridad Portuaria, y efectivamente, será una filial de Dragados la que construya y explote esa instalación.
Con la compra de Síntax, es de prever que antes o después Dragados intente que sean los estibadores de su filial Terminales Marítimas los que embarquen y desembarquen los coches, una tarea que ahora Síntax ha de contratar a su competidor Bergé, propietario de Iniciativas Portuarias, que también inspecciona y distribuye coches importados.
La cadena de implicaciones llega mucho más lejos, dado que Dragados y Síntax coinciden en el capital del puerto seco zaragozano de Luceni, promovido por la Autoridad Portuaria de Santander para canalizar los tráficos del Valle del Ebro, y donde ahora reúne una participación mayoritaria. Y no resulta difícil imaginar que el próximo paso será el contar con una flota propia de barcos especializados en el transporte de automóviles, la única parte de todo el proceso de envío desde la fábrica al concesionario que ahora no controla.
Dragados empezó a diversificar sus intereses en Cantabria a comienzos de los años 90, con la construcción y explotación de la galería comercial y el aparcamiento del Hospital Valdecilla. Un centro problemático del que ya se ha desprendido y que pasó a manos del grupo asturiano Masaveu.
El comienzo de la pasada década fue especialmente activo para la compañía que se convirtió en un auténtico banco para el Ayuntamiento de Santander, cuyo elevado endeudamiento le impedía encontrar otro tipo de financiación. Dragados hacía las obras y aceptaba su pago a plazos a cambio de un interés. Así se hizo el túnel de la calle Burgos o la rehabilitación del Palacio de la Magdalena, una herencia de Manuel Huerta que tuvo que asumir y pagar el actual alcalde, Gonzalo Piñeiro.
Reciclado de basuras
Lo que no pudo conseguir era lo que aparentemente tenía más seguro, la construcción y explotación de la planta de basuras de Meruelo, donde obtendría energía y fertilizantes. A pesar de haberle sido adjudicada por el Consejo de Gobierno en mayo de 1991, la vuelta al poder de Hormaechea dos meses después paralizó el proyecto, que se ha reemprendido diez años más tarde.
En la planta que Dragados ha construido en Meruelo y que ahora explota, se concentra toda la basura doméstica de la región, que es seleccionada por 80 personas para rescatar los metales y plásticos y convertir la materia orgánica en abonos. Cuando concluya la segunda fase –la incineradora– Dragados también empezará a vender energía eléctrica, la obtenida en el horno de valoración de aquellos residuos que no son reciclables.
Actividad portuaria
Apenas seis meses antes de iniciarse en la recuperación de residuos, Dragados se había abierto hueco en el puerto santanderino en el ámbito de la estiba. A través de su participada Terminales Marítimas de Santander, donde tiene como socio al 50% a Montañesa de Consignaciones, y con una grúa autoportante descomunal rompía el status quo del puerto e iniciaba una nueva época en el sector con un abaratamiento de los costes de manipulación.
Casi inmediatamente después se adjudicaba el concurso de la Autoridad Portuaria para la construcción y explotación de una terminal cubierta de carbón. El Grupo Dragados invertirá 30 millones de euros (5.000 millones de pesetas) en levantar dos gigantescas naves de 280 metros de longitud que espera rentabilizar con el movimiento de un millón de toneladas de carbón al año.
En la construcción, la actividad más conocida de Dragados, también se ha abierto puertas nuevas en actividades muy especializadas, como los emisarios submarinos. Después de hacer los del saneamiento de la Bahía de Santander, una filial del grupo acaba de entregar el contratado por Solvay para verter sus residuos líquidos y tiene encomendado otro en Castro Urdiales.
Dragados también se encarga de la construcción del tramo Torrelavega-Los Corrales de Buelna de la Autovía de la Meseta; está terminando las obras de la depuradora de Santander y remodelará los Jardines de Pereda, además de ocuparse del mantenimiento de varias carreteras del Ministerio de Fomento en la región. Hace tiempo que no hace promociones inmobiliarias propias, pero tampoco ha olvidado este sector y en estos momentos construye varios edificios de viviendas para Urbis y Vallehermoso.
Una omnipresencia del Grupo Dragados que quizá solo sea la lógica consecuencia de su condición de primera constructora nacional y tercera europea.