Ofertas históricas para compradores asustados

La caída en las ventas de vehículos comerciales ha provocado que la estrategia de los concesionarios pase por la reducción del precio de algunos modelos, en algunos casos superiores al 30 por ciento con respecto al año pasado. El fuerte stock acumulado ha propiciado, además, que algunas marcas hayan decidido reducir su margen de beneficio drásticamente para detener la sangría del colapso de ventas. Esta reducción de precios y el plan de reactivación del sector puesto en marcha por el Gobierno, el famoso Plan 2000E, ha puesto a disposición de los compradores ofertas históricas.
En los cinco primeros meses de 2006 se matricularon en Cantabria 1.685 vehículos industriales, entre camiones y furgonetas. En el mismo periodo de 2008, cuando la crisis comenzó a apuntar, bajaron a 1.068. En lo que va de año apenas han sido 558, una cuantía tan pequeña que ya no se recuerda en las estadísticas. No obstante, las marcas hacen esfuerzos por incentivar las ventas con nuevos modelos y esperan que en el momento en que se desatasque la financiación, vuelvan los compradores.
Después del verano del pasado año, las ventas de vehículos industriales se hundieron. Las empresas fueron las primeras en notar la crisis y, al parecer, las más afectadas, si se compara la evolución de sus compras con la que han tenido los vehículos para uso privado. El mercado cabalgaba entonces a lomos de una financiación que se concedía con generosidad. Pero los fallidos han afectado duramente a las financieras que han activado la desafortunada ley del péndulo y ahora optan por hacer exactamente lo contrario: una restricción absoluta que ha dejado sin pulso las ventas.
Lo que ocurre en Cantabria no es muy distinto a lo que ocurre en toda Europa, pero la evolución es bastante más cruda. Mientras que en todo el continente europeo la caída de ventas en los vehículos comerciales (hasta 3,5 toneladas) en los cinco primeros meses del año ha sido de un 37,6%, en España lo hicieron en un 22,6%.
Si los brotes verdes son muy cuestionables en otros sectores, en este se puede garantizar que no existen, ya que la estadística de mayo fue aún más negativa, con un descenso del 50,9%. Con esta referencia, los datos de Cantabria no parecen tan malos. La patronal de los fabricantes está pidiendo medidas extraordinarias a la Unión Europea para salvar al sector, en una situación que no tiene precedentes. Los constructores de vehículos industriales no confían en medidas como la subvención por achatarramiento de camiones y furgonetas obsoletos. Sostienen que, al contrario de lo que ocurre con los compradores de coches, quienes adquieren estos vehículos los valoran como una inversión y no como un bien de consumo.

Frenar la nueva normativa de emisiones

No está claro cuál puede ser entonces la vía que pueda impulsar las ventas. Los fabricantes sólo han explicitado su deseo de que se aplace la aplicación de la nueva normativa sobre emisiones, pero saben que la auténtica llave que abre y cierra las ventas está en las entidades financieras, dado que en su sector prácticamente el 100% de las que se hacen son financiadas. A pesar de todo, la crisis parece haber tocado fondo. Solo queda recuperarse. La duda es saber cuánto tiempo va a continuar esta situación de incertidumbre. Si lo peor de la crisis ya ha pasado, el dilema está ahora en confiar en una recuperación paulatina.
Las cifras de venta de vehículos en los próximos meses serán el mejor indicador para conocer cuanto tiempo va a tardar el país en recuperar el pulso.

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