Llooly introduce un concepto de franquicia único con bubble waffles e ice rolls en España

La repostería y la heladería están conquistando nuevos territorios con propuestas que transforman lo cotidiano en auténticas experiencias sensoriales. En este sentido, Llooly se abre paso con una combinación irresistible: los bubble waffles, gofres con burbujas que llegaron de Hong Kong para seducir a los amantes del dulce, y los ice rolls, helados a la plancha nacidos en Tailandia que convierten cada preparación en un espectáculo.

Este modelo, articulado en formato de franquicia, permite a los emprendedores llevar la innovación a sus ciudades. Con una carta versátil y una estética que no pasa desapercibida, la marca ya ha consolidado los bubble waffles en España como una tendencia gastronómica con personalidad propia.

Una carta innovadora que fusiona tradición y creatividad

Llooly ha desarrollado un concepto gastronómico que destaca por su originalidad y variedad. Los bubble waffles, preparados con una fórmula secreta y masa disponible en vainilla o chocolate, se sirven con una amplia selección de toppings que incluyen frutas frescas, chocolates, frutos secos y siropes artesanales. Entre los ingredientes más populares figuran Oreo, Kinder Bueno, Kit Kat, Toblerone y Nutella, así como perlitas de frutas como granada, cereza o piña que aportan un toque exótico.

Los ice rolls, elaborados a la vista sobre una plancha fría, permiten al cliente elegir entre múltiples combinaciones y observar cómo cada ración se convierte en finos rollitos de helado. Esta técnica, de origen tailandés, añade un elemento de espectáculo que atrae tanto a niños como a adultos.

La oferta se completa con productos complementarios como bubble tea, smoothies, helados artesanos, cafés e infusiones, diseñados para mantener la actividad del negocio en cualquier época del año. Este surtido convierte a Llooly en un formato polivalente, adaptable a locales tipo isla o kiosco, take away, full track o tienda completa, lo que facilita su implantación en diferentes entornos urbanos y asegura una propuesta atractiva para distintos perfiles de consumidores.

Un modelo de franquicia pensado para la rentabilidad

La estructura de franquicia de Llooly ha sido concebida para minimizar las barreras de entrada al emprendimiento. Con una inversión inicial desde 19.900 euros, el modelo no exige canon de entrada ni royalties por publicidad o consumo. Este enfoque reduce costes fijos y optimiza la rentabilidad, una ventaja clave para quienes buscan un negocio con proyección.

La tecnología utilizada también marca la diferencia. La maquinaria patentada y fabricada en Alemania, tanto la plancha de helado como la máquina de bubble waffles, garantiza la calidad en la elaboración de los productos estrella. Cada equipo ha sido diseñado para ofrecer un rendimiento constante, permitiendo a los franquiciados mantener los estándares de calidad de la marca.

Además, la central ofrece formación, asistencia y soporte continuo, asegurando que cada franquiciado cuente con los recursos necesarios para gestionar su establecimiento de forma eficiente.

Con presencia en ciudades como Madrid, Valencia, Lérida, Xàtiva, Sevilla, Santa Pola, Algeciras, Alcalá de Henares, Badajoz, Torremolinos, Las Palmas de Gran Canaria, o Castelldefels, Torrent y Jaén, entre otras, Llooly sigue consolidando su propuesta y ampliando la presencia de los bubble waffles en España a nuevos territorios.

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