Varios 2

El SCH se deshace de sus sedes en Madrid

No hay nada para siempre, ni siquiera los edificios más emblemáticos del SCH en Madrid, parte de ellos antiguas sedes del Central y del Hispano. El Santander Central Hispano ha vendido los siete edificios de su sede madrileña, emplazados en el centro de Madrid, por 350 millones de euros (58.235 millones de pesetas). El comprador ha sido un consorcio encabezado por el promotor catalán Antonio Marín, que probablemente destinará el espacio a un centro comercial, aunque podrían construirse viviendas y un hotel.
El banco ha vendido también varios de sus edificios más representativos en Barcelona y antes del verano prevé trasladar a gran parte de sus empleados al campus que está construyendo en Boadilla del Monte, 20 kilómetros al oeste de la capital.

Cesine apuesta por el Diseño Industrial Multimedia

Desde el presente curso, la Escuela Superior de Informática y Negocios, CESINE, imparte en Santander la titulación de Diseño Industrial y Multimedia, que viene a cubrir una importante demanda de profesionales capaces de tener una visión del producto, desde su bocetado hasta su puesta en el mercado.
La nueva carrera del centro universitario privado se suma a las dos titulaciones que la Escuela viene impartiendo desde hace once años, Administración y Dirección de Empresas e Ingeniería Informática.
La carrera tiene una duración de cuatro años y en ella se integran todos los conocimientos de las tecnologías existentes dentro del sector industrial en sus diferentes áreas y procesos y las nuevas tecnologías multimedia aplicadas al diseño industrial.
Joaquín Díaz de Entresotos, doctor ingeniero industrial y director académico de la carrera, define el contenido de esta titulación como «el diseño más allá de su aspecto creativo, entendido como una parte de la cadena de negocio y del desarrollo de producto, tanto en el área del diseño industrial como en las nuevas tecnologías multimedia».
Díaz de Entresotos añade que «el diseñador, además de su espíritu creativo, debe tener una visión global del negocio y ser consciente, por ejemplo, de que a veces, el material deseado para un objeto no es el adecuado para su uso o, el proceso a utilizar resulta demasiado costoso para su comercialización».
El programa de la carrera está estructurado en diferentes áreas de conocimiento: diseño –industrial y gráfico–, informática, ingeniería, ciencias, gestión y organización de empresas e inglés.

Botín cobra la mitad que Sáenz

El consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, ganó el año pasado 5,75 millones de euros, más del doble de lo que cobró el presidente del banco, Emilio Botín (2,59 millones de euros), según la memoria del SCH. Botín percibe una retribución también inferior a la de otros dos consejeros de la entidad, Matías Rodríguez Inciarte y Francisco Luzón.
La remuneración de Botín es inferior en más de 1,25 millones de euros a la que cobró Francisco González, presidente del BBVA, que ganó en 2003 un total de 3,85 millones de euros. Sin embargo, el consejero delegado del SCH está mejor pagado que el del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, que ganó 3,08 millones.

Makro Maliaño facturó 31 millones de euros en el 2003

Makro Maliaño, almacén de Makro España en Cantabria, facturó 31,68 millones de euros en 2003, un 9,4% más que el año anterior. La fórmula de compra cash & carry, que utiliza Makro, fue introducida en 1964 en Alemania y se caracteriza por una oferta muy amplia de artículos enfocados al sector profesional, de rápida adquisición, en formatos especiales y con precios ajustados.
Este sistema de distribución está dirigido al sector profesional, principalmente a restauradores, hosteleros y detallistas de alimentación.
En los almacenes de esta marca, los clientes pueden encontrar alrededor de 20.000 referencias de alimentación y unas 30.000 de otros artículos. El surtido de productos depende de los hábitos de consumo de cada país y los proveedores de cada almacén son de procedencia local.
Makro es líder de los cash & carry en España y facturó el año pasado 1.167 millones de euros en el país, un 10% más que en el año anterior. Dispone de 29 almacenes repartidos por la geografía nacional, cuya superficie de ventas suma 225.233 m2 y cuenta con 3.290 trabajadores.

Trabajo cree que TQ está mejor de lo que dice

La Dirección General de Trabajo ha denegado el expediente de cierre de Trefilerías Quijano, alegando que la documentación aportada por la empresa «resulta superficial y contradictoria». Trabajo concluye que la planta «pertenece a un grupo empresarial con situación económica y financiera más que solvente», y que «la causa económica alegada por la empresa no resulta hábil».
En este sentido, se sostiene que «no ha quedado suficientemente probada la realidad de una situación de desequilibrio económico y financiero que conduzca al cierre» y, además, se constata que algunas de las gamas que fabrica la planta tienen «auténtica rentabilidad».
La resolución se acompaña de tres informes desfavorables emitidos por Sodercan, la Inspección de Trabajo y de la Dirección General de Trabajo del Ministerio. Sodercan destaca que «la información del ERE es superficial y tendenciosa, intentando justificar una situación extremadamente negativa que no resulta ser así en la realidad». Indica igualmente que en las cuentas de 2003 se observa una «estrategia de incluir todas las pérdidas posibles con el fin de presentar la peor imagen de los resultados del ejercicio».
La Inspección de Trabajo se pronuncia sobre el Plan de Viabilidad de 2001 y asegura que la empresa no lo ha respetado. Considera, asimismo, «incongruente» que en junio de 2003 la dirección sostuviera que los resultados estaban «dentro de lo normal» y seis meses después haya presentado el expediente de cierre.

La Dirección General de Trabajo ha denegado el expediente de cierre de Trefilerías Quijano, alegando que la documentación aportada por la empresa «resulta superficial y contradictoria». Trabajo concluye que la planta «pertenece a un grupo empresarial con situación económica y financiera más que solvente», y que «la causa económica alegada por la empresa no resulta hábil».
En este sentido, se sostiene que «no ha quedado suficientemente probada la realidad de una situación de desequilibrio económico y financiero que conduzca al cierre» y, además, se constata que algunas de las gamas que fabrica la planta tienen «auténtica rentabilidad».
La resolución se acompaña de tres informes desfavorables emitidos por Sodercan, la Inspección de Trabajo y de la Dirección General de Trabajo del Ministerio. Sodercan destaca que «la información del ERE es superficial y tendenciosa, intentando justificar una situación extremadamente negativa que no resulta ser así en la realidad». Indica igualmente que en las cuentas de 2003 se observa una «estrategia de incluir todas las pérdidas posibles con el fin de presentar la peor imagen de los resultados del ejercicio».
La Inspección de Trabajo se pronuncia sobre el Plan de Viabilidad de 2001 y asegura que la empresa no lo ha respetado. Considera, asimismo, «incongruente» que en junio de 2003 la dirección sostuviera que los resultados estaban «dentro de lo normal» y seis meses después haya presentado el expediente de cierre.