La Gimnástica, sin dinero pero con un nuevo campo

De no ser por las peripecias judiciales del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Torrelavega en 2004, la Gimnástica, el club decano de los equipos de fútbol cántabros, habría estrenado campo de fútbol en una fecha tan señalada como el centenario, que celebró tres años después. Pero la reforma integral del histórico campo de El Malecón hubo de esperar a que se convocase de nuevo el concurso, anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria al estimar un recurso del Colegio de Ingenieros de Caminos. El proceso se inició de nuevo y las instalaciones por fin se podrán utilizar este año, aunque no han llegado a tiempo para el arranque de la temporada.
Algo más de 5 millones de euros ha invertido la Consejería de Cultura en la renovación integral –lo único que no se ha tocado ha sido el césped– de El Malecón, lo que convierte esta obra en la más costosa de cuantas ha financiado en la larga etapa en la que ha estado dirigida por López Marcano. Un esfuerzo acorde con la importancia histórica y sentimental de un club que sus aficionados esperan ver resurgir desde la Segunda B y aspirar a cotas más altas. Si no lo consigue no será por falta de un escenario motivador, porque el proyecto realizado por el estudio MMiT, formado por los arquitecto Javier Terán, Agustín Montes y Alberto Montes, ha dado como resultado un campo de fútbol moderno, con una estética muy atractiva. Unas instalaciones cómodas y un aforo de 6.000 asientos, todos ellos cubiertos, que deberían propiciar la concurrencia de los aficionados incluso en los días en que la climatología no invita a acudir al campo.

Un estadio renovado

La obra, ejecutada por Sacyr, se había previsto inicialmente en dos fases, para poder seguir entrenando en el terreno de juego durante las obras. El proyecto ideado por MMiT estaba dividido en dos alas en forma de L. Una forma la Zona Norte (la más próxima a la bolera ‘Severino Prieto’) y la Tribuna, y la otra correspondiente a la Zona Sur y la Grada General. Al final se decidió ejecutar la obra de una sola vez para agilizar el proceso. Se derribaron los viejos graderíos y se respetó el terreno de juego, cuyo drenaje y césped había sido renovado en 2004. De esta forma se han podido levantar las nuevas gradas sin interferir en el desarrollo de la temporada.
En los laterales Norte y Sur se optó por una estructura totalmente metálica, tanto en los pilares como en la cubierta, mientras que en las gradas situadas al este y al oeste (Preferencia y Tribuna), que son algo más altas, se han construido con pilares de hormigón visto y cubierta metálica.
El color dominante del nuevo campo es el negro de las chapas galvanizadas que recubren la fachada y que se proyectan verticalmente hacia afuera, dando simetría y relieve a toda la estructura.
En uno de los ángulos que separan los graderíos se ubican los servicios complementarios y la esquina más cercana a la bolera se ha reservado para el edificio principal, de dos plantas, que alberga los vestuarios de equipos y árbitros, un gimnasio, una sala de crioterapia (una técnica fisioterapeútica basada en la aplicación de frío), otra de control antidoping y la sala de prensa. También se ha creado una amplia zona social, donde se situará la tienda en la que está previsto vender el merchandising del club torrelaveguense, y los despachos de los directivos.
Lo más laborioso en la construcción del nuevo campo fue la cimentación, dado que se trata de un suelo formado por los aportes del Río Besaya, que discurre muy próximo. Una vez levantados los pilares de sustentación de los graderíos, el resto del trabajo ha consistido en montar los módulos de hormigón prefabricado, tanto en las zancas de apoyo como en las propias gradas. La colocación de los asientos, iniciada a finales de julio, ha sido el último paso para concluir el recinto.

Una galería comercial

Una de las innovaciones del remozado estadio de El Malecón es la galería comercial que se ha habilitado en la parte inferior de la grada de preferencia, la más cercana a la carretera. El espacio reservado para esta finalidad se ha dejado diáfano a la espera de conocer el interés que despierta en el comercio local y cuántos establecimientos se van a instalar.
Otro elemento innovador es el paseo exterior construido en lo alto de la tribuna, que recorre todo el lateral del campo. Una solución imaginativa y de gran valor paisajístico para quienes se desplacen de una esquina a otra del campo, dado que ese corredor se asoma a la ribera del río y al parque que se encuentra en la orilla opuesta.
El terreno de juego se ha recortado, ya que sus dimensiones eran de las mayores de España. El césped y las torres de iluminación, que hubo que desmontar para la cimentación, son los únicos elementos que han sobrevivido del campo anterior en el nuevo recinto, que contará con diez accesos, lo que supone aproximadamente un torno de entrada por cada 500 asientos.
La reconstrucción de El Malecón ha afectado también al campo auxiliar, donde se realizan los entrenamientos. Salvo el terreno de juego, de césped artificial, tampoco en ese espacio se ha conservado ninguna de las instalaciones preexistentes y se ha construido de nuevo el pabellón, con vestuarios, un bar y una sala de calderas.
La primera piedra del nuevo campo se colocó hace un año y la obra se concluirá con la urbanización del entorno y la adecuación del parking situado entre la Bolera y el nuevo estadio.
A partir de octubre, Torrelavega contará con uno de mejores campos de fútbol municipales de España, un esfuerzo que debe servir de punto de inflexión en la historia de este centenario club y de acicate a sus cerca de dos mil socios para no cejar en su apoyo a la Gimnástica. Un equipo a la espera de tiempos más gratificantes en lo deportivo y de salir del profundo bache económico que lo atenaza y del que empieza a ver la luz gracias a una economía de guerra que ha dejado la deuda histórica en algo menos de 900.000 euros.