El 20% de las empresas de gran consumo cree que la reducción de la jornada laboral no tendrá un gran impacto

El 16% advierte de que las empresas perderán productividad

El 20% de los directivos de recursos humanos de empresas de gran consumo creen que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en un principio que han acordado PSOE y Sumar no tendrá un gran impacto en sus compañías, según la encuesta realizada a los participantes en el Congreso Aecoc de Empleo y Talento, que se celebra en Madrid.

No obstante, un 30% cree que será beneficioso para el bienestar de los equipos, mientras que otro 30% considera que será necesario reforzar las plantillas para poder cubrir las necesidades del trabajo. Un 16% ha manifestado que las empresas perderán productividad de la mano de este cambio.

En el Congreso Aecoc se ha celebrado una mesa redonda en la que han participado la directora de empleo, diversidad y protección social de CEOE, Rosa Santos; el secretario general de Fetico, Antonio Pérez; el secretario general de servicios de CCOO, José María Martínez; la directora de recursos humanos de Ikea España, Virginia Garrido, y el director de recursos humanos de Mahou San Miguel, Jesús Domingo.

La representante de CEOE ha explicado sobre la jornada laboral que no es posible reducirla sin comprometer la productividad. En su opinión, es clave tener en cuenta que hay sectores con necesidades diversas y productividades diferentes y, por tanto, el debate es pertinente, pero «no se ha puesto encima de la mesa de la manera adecuada».

Por su parte, Pérez (Fetico) ha reconocido que bajar el número de horas es posible y correcto, pero el problema es que se ha hecho «a las bravas», al tiempo que ha celebrado que se haya aparcado el debate sobre la jornada laboral de cuatro días semanales, porque según ha reseñado, las experiencias de otros países demuestran que no funciona.

Martínez (CCOO) ha declarado que «sí» que es posible reducir los tiempos de trabajo sin perder productividad porque, de hecho, se viene haciendo. «Es un debate al que le ha llegado otra vez su momento porque la concepción del tiempo está cambiando y además los incrementos de productividad derivados de la transformación digital tienen que permitir reducir los tiempos de trabajo», ha explicado.

Por su parte, la directiva de Ikea ha asegurado que, en cualquier medida relacionada con los tiempos de trabajo y la flexibilidad del empleo, es importante considerar que convivimos con valores y necesidades distintas y que, por tanto, «el café para todos» no vale, ya que cree que hay que «personalizar» las propuestas.

Finalmente, el director de recursos humanos de Mahou ha destacado que el 50% del empleo lo crean las pymes y el impacto de medidas como ésta no es el mismo para las grandes compañías que para las pequeñas. Así, ha precisado que las pequeñas empresas van a tener mayores dificultades, en especial en sectores como el de la hostelería en el que hay que ofrecer servicios los siete días de la semana y en horarios muy extensivos.

Durante el congreso, la presidenta de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, ha descrito un escenario marcado por la transición de una economía industrial a la economía del conocimiento, en la que las empresas tienen la responsabilidad de contribuir a generar confianza en el futuro.

Según Báñez, el futuro del empleo en España está marcado por una pirámide poblacional envejecida, una mayor formación de los trabajadores y la incorporación tardía de los jóvenes al trabajo. Estos elementos van a provocar, según la presidenta de Fundación CEOE, que en 2030 las bajas causadas por las jubilaciones no puedan ser cubiertas sólo con las olas de jóvenes que se incorporen al mercado laboral.

En este contexto, cree que resultará imprescindible incorporar al mercado a personas que actualmente no están empleadas, ofrecer oportunidades de alargar la vida laboral (bajo criterios de flexibilidad) e impulsar una política migratoria ordenada y destinada a incorporar trabajadores a esas posiciones en las que hoy tenemos déficit.

El director general de Aecoc, José María Bonmatí, ha declarado en la apertura del congreso que España necesia una «política educativa orientada al empleo» y que es fundamental que temas como los que hay encima de la mesa se reconduzcan a través del diálogo social.