Nueva fundición de cobre en Heras

Cantabria ha reunido un significativo número de fundiciones especializadas en cobre y bronce, incluyendo las que se dedican a tareas tan específicas como la fabricación de hélices de barco o de campanas.
La producción en serie de pequeñas piezas (casquillos, tuercas, etc) en metales no férricos, ha sido un terreno en el que prosperaron en España, durante mucho tiempo, las pequeñas y medianas fundiciones que trabajaban siguiendo el sistema tradicional de gravedad. La llegada de las grandes fundiciones por colada continua, que aseguran un producto más homogéneo y de mayor calidad, ha forzado el cierre de muchas de esas empresas tradicionales y las que han sobrevivido lo han hecho especializándose en la fabricación de piezas industriales cuyas especificidades o complicada geometría requieren la vieja técnica del moldeo y de la fundición por gravedad.
De la decena aproximada de empresas que continúan dedicándose en España a esta modalidad de fundición de piezas, dos se encuentran situadas en Cantabria: Fundiciones Gonzalo Bolado (Fundibol), asentada en Heras, y Becan, en Gajano. Desde el pasado mes de diciembre, este censo se ha incrementado con otra empresa más, con la circunstancia añadida de que todas ellas comparten un mismo origen familiar.
Ricardo Bolado, ex-gerente de Becan, ha abierto en el polígono de Heras su propia fundición de metales no férricos, con el nombre de Funtek. Son las tres ramas en que se ha diversificado la firma puesta en pie hace ya tres generaciones por quien fuera pionero local en este tipo de fundición, Francisco Bolado Rosal, creador de Fundiciones Bolado.

De las acerías a las empresas químicas

Las piezas que va a fabricar Funtek abarcan una amplia gama de actividades industriales donde tienen especial aplicación las cualidades mecánicas, conductoras o químicas del cobre. La conductividad de este metal lo hace idóneo para fabricar los portaelectrodos o placas de contacto de los potentes hornos de arco que se utilizan en la siderurgia.
También la tolerancia a la fricción del bronce, en sus diferentes aleaciones, es muy apreciada para la fabricación de cojinetes, ejes y piezas móviles, y su resistencia frente a la corrosión hace que este sea el metal más adecuado para válvulas y cuerpos de bombas hidráulicas que utilizan la industria química, astilleros o plantas desaladoras.
Este amplio campo de acción, en el que se moldea y funde cada pieza atendiendo a las necesidades específicas del cliente, hace que los componentes que va a fabricar Funtek puedan oscilar entre los tres kilos de peso y los dos mil.

Un horno de 2.200 kilos

Para poner en pie su propio proyecto empresarial, Ricardo Bolado dispone de una nave de mil metros cuadrados en Heras con un horno de crisol con llama indirecta, de 2.200 kilos de capacidad, y una grúa puente de 10 toneladas.
La plantilla inicial de la nueva fundición se limita a cinco personas, puesto que, por el momento, la mecanización y acabado de las piezas se hará en otros talleres, aunque Bolado no descarta incorporar esa actividad a la empresa en un futuro para ganar autonomía y rapidez de respuesta.
La inversión realizada hasta el momento por este empresario, que a pesar de ser joven cuenta con veinte años de experiencia en el sector, ha sido de 250.000 euros.
Entre las empresas de Cantabria a las que va dirigida la oferta de esta nueva fundición se encuentran las del sector siderúrgico, las químicas y, en general, las grandes fábricas. Sin embargo, el mercado local no supone para estas fundiciones más allá del 10% de la facturación y son los grandes grupos, que cuentan con plantas repartidas por el territorio nacional, como Aceralia o la propia Ferroatlántica, los que ofrecen más oportunidades de trabajo.
Otra posibilidad a explorar es la demanda del mercado europeo que, aunque conserva importantes fundiciones por gravedad en países como Francia o Alemania, puede ser sensible a una propuesta que combine la calidad de nuestros fundidores con precios más competitivos.