Internet, un poco más nuestro

El término Web 2.0 ya empieza a resultar familiar. No en vano, España despidió 2007 siendo el país con mayor número de usuarios de este nuevo concepto de web que incluye todas aquellas aplicaciones y páginas que utilizan el conocimiento o la aportación colectiva para proporcionar servicios interactivos.
Los usuarios de Internet ya no son sólo receptores de información, sino también creadores. En este nuevo modelo, además de interactuar con el sistema también lo hacen entre ellos. La información se convierte en el motor de internet y el usuario se convierte en un emisor más.
España es el país con mayor número de usuarios de este tipo de webs. Páginas tan conocidas como Youtube, Wikipedia, Flickr o Blogger son ejemplos de esta nueva generación de servicios que permiten a los ciudadanos interrelacionarse entre ellos comunicando sus ideas y pensamientos, compartiendo sus vídeos o mostrando sus fotografías. Los navegantes han colgado más de 100 millones de vídeos en Youtube y unos 150 millones de fotos en Flickr; han creado más de 60 millones de blogs; han participado en más de 1,5 millones de artículos en la enciclopedia Wikipedia; han dado respuesta a las dudas de más de 13 millones de usuarios en Yahoo! Answers e, incluso, deciden qué artículos de la Red les gustan más en sitios como Digg o Menéame.
Quizá el ejemplo más sencillo para ilustrar lo que conlleva la Web 2.0 sean los digitales de la mayoría de periódicos, que ya no sólo muestran noticias, sino que ofrecen a sus lectores la posibilidad de comentarlas o incluso de enviar las suyas propias como es el caso de Público, cuyo actual director, el periodista Ignacio Escolar, se hizo famoso gracias a su bitácora sobre actualidad política escolar.net, una de las más visitadas del país. No sólo los diarios digitales son fuente de información, también es posible encontrar páginas como Menéame o Digg, agregadores de noticias que sirven para enviar cualquier información o web curiosa que se haya encontrado navegando y se quiera compartir con el resto de la comunidad, que podrá votarla y comentarla.

Contacto directo con los clientes

Al margen del puro entretenimiento, la Web 2.0 reúne muchas posibilidades para el mercado laboral y profesional. La entrada al mundo 2.0 no es ninguna garantía de éxito, pero es una oportunidad de estar en contacto directo con el publico y los clientes. Partiendo de estas premisas, la última edición del SIMO tuvo su particular aportación a la causa con un espacio en el que se ayudó a las empresas a comprender qué es exactamente la web 2.0, y cómo sacarle provecho para sus negocios.
En la búsqueda de empleo, las llamadas redes profesionales, cuyos máximos exponentes en España son Neurona y eConozco, ofrecen la oportunidad de crear un perfil y currículum completamente detallado que, dependiendo de los intereses profesionales del usuario, le facilitará entrar en contacto con personas o empresas que puedan ofrecerle un puesto de trabajo.

El triunfo de lo imprevisible

Si alguien deseara saber algo más de web 2.0 podría encontrar en Internet cerca de 70 millones de paginas que lo tratan; sin embargo, el origen del término se remonta a una fecha tan cercana como 2004. Durante una conferencia, Dale Dougherty, de O’Reilly Media, analizaba los patrones e iniciativas seguidos por las empresas capaces de sobrevivir exitosamente a la explosión de la burbuja de internet. En lugar de enfrascarse en abstractas definiciones técnicas, Dougherty puso ejemplos fácilmente reconocibles para los asistentes: “Si DoubleClick es la web 1.0, Google AdSense es la web 2.0.; si Ofoto es web 1.0, Flickr es web 2.0; etc.”. En ese momento comenzó a identificarse como fenómeno y empezaron a verse las amplias posibilidades y las numerosas oportunidades que abría tanto a los usuarios como a las empresas. Hoy, Google, eBay, Amazon, Wikipedia o Second Life, entre otros, marcan el camino que va consolidando la llamada sociedad de la información y el conocimiento.
Flickr, Del.icio.us, Bloglines, Blogger o YouTube forman parte de esa segunda etapa de Internet, caracterizada no sólo por su relación con el internauta sino porque todas estas iniciativas fueron adquiridas por un gigante de Internet antes de dar beneficios. Este tipo de páginas se van creando de forma autónoma y los profesionales siguen fallando en sus previsiones, lo que hace que a las grandes compañías no les sirva de nada realizar grandes inversiones ya que el éxito de los nuevos formatos está a expensas de los caprichos de los internautas, que pueden desechar cosas que en otros tiempos habrían resultado efectivas o decantarse por algo por lo que nadie habría apostado. Ahí está el encanto, en que nadie sabe lo que va a ocurrir en un mundo como el de las nuevas tecnologías aplicadas a la informática. La Web 3.0 nos traerá el siguiente paso pero nadie se atreve a predecir cuál será.

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