Nace la comercializadora cántabra de energía LoGOs

Que nazca una compañía eléctrica en uno de los días en que probablemente se estén registrando los menores consumos de la historia no deja de ser paradójico, pero es real. La comercializadora cántabra de electricidad y gas Logos inicia su actividad este 1 de abril, para demostrar que el mundo continuará después del coronavirus y, al tiempo, para aprovechar los bajos precios que tienen las energías en estos momentos, que le facilita el realizar ofertas muy atractivas a su potencial clientela.

José González Payno, cofundador y CEO de la nueva compañía, hace tiempo que tenía previsto salir al mercado el 1 de abril, pero nunca pensó que en esa fecha pudieran producirse unas circunstancias como las que ha provocado el coronavirus. Después de valorar la conveniencia de aplazar la aparición de Logos hasta la vuelta de la actividad al país, los cuatro promotores  cántabros de la compañía decidieron continuar el plan previsto. “Al hacerlo así, queremos lanzar un mensaje de optimismo, el de que en 20 o 30 días saldremos de la oscuridad”, justifica Payno. “Quizá, en lugar de hacer cien contratos, hagamos 20, pero, por responsabilidad, no vamos a empezar con un ERTE”, subraya.

Logos consiguió la autorización como operador de gas a comienzos de marzo y la de energía eléctrica recientemente, lo que le permite comprar en el pool de mayoristas y comercializar en toda la península ibérica y las islas. La empresa cuenta ya con una decena de trabajadores que debieran estar prestando sus servicios en su sede de Calvo Sotelo, 19, en Santander, pero que, como consecuencia de la paralización del país, están teniendo que hacerlo desde sus casas.

En estos meses previos al lanzamiento han llegado a acuerdos con fuerzas de ventas de distintos lugares para cubrir toda la geografía nacional, y para disponer de asesores energéticos en cada lugar, algo que resulta imprescindible en su modelo de negocio, que se va a centrar en las pymes más que en los consumidores domésticos.

Margen de ahorro en las pymes

Su oferta, que denomina 360º, incluye, además del suministro de estas energías, la posibilidad de que la empresa cliente instale plantas fotovoltaicas para autoabastecerse y el asesoramiento para mejorar su eficiencia energética.

González Payno, que ha sido director de Aldro, la comercializadora de energía del grupo Pitma, está convencido de que, a pesar de las más de 300 empresas comercializadoras de energía independientes que compiten ya en España, quedan nichos de mercado por cubrir, y una prueba de ello es que la mayoría atraviesan un buen momento.

El caladero al que se dirige la suya es el formado por las muchas pequeñas compañías españolas que no están demasiado atentas a sus contratos de suministro y pueden conseguir significativos ahorros si optimizan su gestión energética, con la mejora de sus sistemas de iluminación, con unos contratos de suministro más baratos o con la instalación de paneles fotovoltaicos que les proporcionen parte de la energía que consumen.

Frente a quienes no creen que en Cantabria se pueda sacar un rendimiento significativo de la energía solar, el  CEO de Logos pone el ejemplo de un país poco soleado, como Alemania, donde se están generalizando, y asegura que la implantación de paneles solares en nuestra comunidad tiene mucho margen de crecimiento.

Su empresa hace un estudio a los clientes sobre los ahorros que podría aportarles la producción para autoconsumo, además de proporcionarles los paneles solares e, incluso, la instalación y financiación de todo el proyecto. Una vez en funcionamiento, el cliente abona poco a poco estos equipos a través de los ahorros en su factura de energía, aunque ya desde el primer mes nota el descenso en el gasto.

Ofrecer un servicio tan completo ha obligado a la empresa santanderina a un intenso trabajo previo, buscando alianzas con empresas financieras, con expertos energéticos y con fuerzas de venta de energía en toda España. También ha incorporado a su plantilla profesionales en scoring de clientes, para minimizar los riesgos de impago, y en la gestión de swaps y derivados, para cubrirse frente a los importantes riesgos que asume al comercializar a precio fijo productos con variaciones temporales tan fuertes como son la energía eléctrica o el gas.

Un momento dulce en el mercado

Los fuertes altibajos del petróleo y la luz estas semanas son la prueba más evidente de los vaivenes a los que están sometidos quienes comercializan estos productos. Logos nace en un momento muy especial, en el que se produce un insólito bajón de los precios, provocado por la caída simultánea de la cotización del petróleo en el mercado internacional y de los consumos eléctricos en España a consecuencia de la paralización de la actividad económica por el coronavirus. Una situación que le permite ofrecer precios especialmente atractivos en su lanzamiento al mercado.

Si las previsiones de la empresa se cumplen, en diciembre habrá duplicado la plantilla inicial y en tres años llegará a contar con 35 trabajadores. Con esta estructura, y la plataforma tecnológica de la que se ha dotado para manejar todas las vertientes del negocio, cree que puede afrontar cualquier volumen de actividad en el ámbito nacional y mantener unos costes muy bajos en comparación con las grandes operadoras.

En esa capacidad de mantener un ratio muy alto de megavatios comercializados por trabajador estará el secreto de su negocio, junto con la atención personalizada y la flexibilidad. Unas bazas con las que confía en hacerse un hueco, si bien en los últimos tiempos las guerras que se viven en el sector por quitarse clientela, especialmente visibles desde la entrada de Repsol en el negocio eléctrico, han llevado a que todos los operadores ajusten sus costes y sean más agresivos.