Innovación y tratamiento de adicciones con realidad virtual y neuroestimulación
La realidad virtual recrea escenarios del deseo de consumo, y la estimulación magnética atenúa esa urgencia. Ambas técnicas unidas están transformando el tratamiento de adicciones y reduciendo las recaídas sin medicamentos adicionales.
De la exposición virtual al impulso real: cómo se activa el craving
Una persona entra en la clínica. En segundos, con gafas de realidad virtual, se encuentra rodeada de tragaperras y luces. La escena provoca el sudor y la taquicardia; el sistema registra cada reacción. Así se utilizan realidad virtual y neuroestimulación para tratar adicciones.
Estos centros de desintoxicación aseguran que la exposición reduce el craving hasta un 80 %, más de doce meses después. ¿Cómo lo consiguen? Evitando riesgos del entorno real, y colocando al cerebro adicto ante sus propios disparadores sin posibilidad de consumo.
Redes de recompensa y autocontrol
La neurología en adicciones localiza el problema en dos redes opuestas. La ventromedial, hiperactiva, que premia la conducta; y la red de saliencia, hipoactiva, falla al frenar el impulso.
Organizaciones como el Institut Guttmann de Barcelona, describen este conflicto y recuerdan que los trastornos por uso de sustancias afectan ya a un 5% de la población nacional.
Sinergia terapéutica entre realidad virtual y estimulación magnética
La realidad virtual provoca que se enciendan las zonas del cerebro ligadas al consumo. Por su parte, la neuroestimulación actúa como un regulador que devuelve la calma a esos circuitos.
Una revisión difundida en PubMed en diciembre de 2024, centrada en doce estudios con 475 pacientes, comprobó que diez sesiones de estimulación magnética repetitiva (rTMS) reducen el deseo de consumir casi al momento y lo mantienen a raya durante, al menos, tres meses.
Técnicas como la estimulación magnética profunda (Deep TMS) o la estimulación eléctrica transcraneal (tDCS) llegan a capas cerebrales más internas o usan corrientes muy suaves para reforzar la “red de freno” y calmar la “red de recompensa”. Este ajuste tan milimétrico ya es conocido como neuromodulación de precisión.
Resultados clínicos y próximos desafíos
La sinergia es clara: la escena virtual provoca, el pulso magnético calma y la repetición favorece un aprendizaje donde la dopamina deja de dirigir la conducta. Así, en el cerebro adicto, la recompensa pierde protagonismo y la corteza prefrontal recupera el control.
Algunos equipos clínicos y especialistas en adicciones en Rehably, integran realidad virtual, neuromodulación y terapia cognitiva dentro de la misma sesión. De este modo se reducen recaídas, y se ayuda a hombres y mujeres a recuperar su vida.
Los resultados hablan por sí solos, y proyectan un futuro donde las adicciones se tratan con cascos, imágenes cerebrales y campos magnéticos, sin recurrir a fármacos de otro siglo.