Organizaciones agrarias coinciden en el «cambio radical» para el cultivo del olivar tras las lluvias

JAÉN, 2

Las organizaciones agrarias de Asaja, UPA y COAG en la provincia de Jaén han coincidido a la hora de valorar el «cambio radical» que han supuesto para el olivar las últimas lluvias llegadas a la geografía jiennense de la mano de la borrasca Nelson.

Ahora, se confía en que la primavera se comporte de una manera «normal» con temperaturas suaves y nuevos episodios de precipitaciones, para así poder asegurar una próxima cosecha que ya avisan que será de cifras medias.

El portavoz y gerente de Asaja, Luis Carlos Valero, en declaraciones a Europa Press, ha puesto el acento en que las lluvias han sido «espectaculares» y, por lo tanto, «muy positivas para remediar la situación extrema que traíamos de sequía».

Ha añadido que en lo que respecta a la pluviometría ya se está superando lo que es la media del año agrícola, los 560 litros por metro cuadrado que están estipulados para el olivar, y además «los pantanos están recibiendo un aporte de agua que seguirá en las próximas semanas» procedentes también de los acuíferos y de la nieve caída en las montañas.

«Totalmente positiva esta pluviometría y esperando que queda la primavera, abril, aguas mil, y esperemos que se cumpla el refrán y que superemos ampliamente la media pluviométrica para nuestra agricultura», ha afirmado el responsable de Asaja.

Por parte de UPA, su secretario general en Jaén, Cristóbal Cano, ha hecho hincapié en que el episodio de precipitaciones registrado durante la Semana Santa ha tenido «una tremenda repercusión positiva sobre nuestro campo», además de «empezar también a subir o a notarse ese nivel de agua embalsada en unos dígitos que hace poco más de un mes parecían imposibles».

Por cultivos, Cano ha apuntado que «especialmente ha sido beneficiado el olivar», que arrastraba «un déficit hídrico muy importante» y que «tiene ya un nivel de humedad en el suelo que permite que se haya recuperado».

No obstante, ha manifestado a Europa Press que las perspectivas de cara a la próxima campaña son de «una previsión de una cosecha media porque el olivo no ha crecido estos meses atrás debido a esa situación de estrés hídrico y en esas crecidas nuevas es donde se desarrollan los frutos».

Además, ha llamado a la prudencia porque en las próximas semanas se entra en «una fase muy delicada como es la floración» por lo que se ha mostrado confiado en que durante la segunda quincena de abril y principios de mayo «acompañen esas temperaturas para que se desarrolle la floración de una forma correcta y a partir de ahí sentar las bases de las perspectivas de la próxima cosecha que como digo serán en el mejor de los escenarios una cosecha media».

Ha explicado que las lluvias han tenido también «un impacto muy positivo» en otros cultivos leñosos como puede ser el almendro o el cerezo y el cereal que «va a pegar un tirón importante cuando se suavicen las temperaturas después de este episodio de precipitaciones».

En el mismo orden de cosas, ha destacado las «buenas perspectivas» que se abren para otros cultivos como puede ser el caso del algodón en la provincia de Jaén que «ha tenido severas restricciones» y «este año se abren nuevas perspectivas con el nivel que tenemos de agua embalsada para sus regadíos». Cano también se ha detenido en la importancia que han tenido las precipitaciones lluvias en los pastos para la ganadería.

Por poner algún cultivo que se ha visto de una forma negativa, por estos episodios de lluvia y bajada de las temperaturas, Cano ha aludido al espárrago verde, que estos días ha mermado su producción por ese descenso de las temperaturas y también por las precipitaciones. Sin embargo, el dirigente de UPA ha matizado que cuando «se suavicen las temperaturas y pasen unos días, se recuperará el nivel de producción que deseamos y que en este arranque de campaña está siendo bueno, además con unas cotizaciones interesantes».

Por último, ha afirmado que se abren nuevas perspectivas de cara a la campaña de regadío por ese incremento en el agua embalsada, de ahí que se muestra confiado en que de cara a la próxima convocatoria de la comisión de desembalse del Guadalquivir, «las dotaciones de regadío suban considerablemente a las previstas para todos los cultivos».

Según Cano, esto supondría «entrar en una nueva fase, en un nuevo escenario para nuestro campo, marcado por esa recuperación después de estos episodios de lluvia».

Para el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila, las lluvias suponen «un cambio radical» para el olivar, aunque esto «tampoco puede llevar a pensar en una súper cosecha porque realmente el tallo que es productivo ahora en el mes de abril-mayo es el que el olivo desarrolló en el otoño anterior y lógicamente los crecimientos del otoño anterior fueron muy cortos».

Ávila, en declaraciones a Europa Press, ha llamado la atención sobre el buen estado en el que ahora está el olivar, pero sin hablar «de una súper cosecha en ciernes porque la realidad que nos estamos encontrando en el campo es que los olivos están haciendo lo que pueden, pero con la estructura productiva que tienen que es muy recortada para varios años como llevamos arrastrando con la sequía que teníamos».

También ha puesto el acento en que se están llenando los pantanos «a muy buen ritmo» y eso permite «no solamente para este año tener un horizonte positivo, sino también que el horizonte sea mejor».

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Source: Europapress

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