Fluocaril: cómo lograr que la hora de lavarse los dientes sea divertida y eficaz para los hijos
El cepillado de los dientes puede resultar una tarea tediosa para los más pequeños. Por ello, convertir esta rutina en un juego puede hacer que disfruten más de este momento y lo asuman con más ganas
Mantener unos hábitos de higiene bucodental adecuados es primordial para la prevención de caries y enfermedades de las encías. En este sentido, la educación bucal desde una edad temprana es un pilar fundamental para concienciar sobre la importancia de la higiene dental. Presentar el cepillado de dientes de una manera atractiva y enseñar su relevancia es esencial. En esta línea, Fluocaril ofrece algunos consejos para hacer que esta rutina sea tanto eficaz como divertida para los más pequeños.
Jugar con los sabores
Elegir un dentífrico con un diseño atractivo y un sabor que resulte agradable es otra forma de motivar a los pequeños a seguir la rutina de cepillado. Aunque el sabor más común en la pasta de dientes es el de menta, la carta de sabores para los niños es muy amplia. Fluocaril ofrece una gama infantil para niños con dientes de leche de entre 3 y 6 años, con la cantidad necesaria de flúor para los primeros dientes, que ayuda a prevenir la caries y a fortalecer el esmalte, con un sabor agradable a fresa (Dentífrico Fluocaril Kids gel sabor Fresa). Para los mayores, con edades comprendidas entre los 6 y 13 años, está indicada la pasta dentífrica con sabor a frutos rojos, chicle o menta suave con el objetivo de fortalecer los dientes definitivos y reducir la aparición de caries (gama de Dentífricos Fluocaril Junior).
Permitir que el niño escoja el cepillo de dientes favorito
Hacer que un niño participe en la elección del cepillo de dientes es fundamental. En el mercado existe una amplia gama de cepillos de dientes adaptados para niños y, es probable, que uno de ellos sea el color favorito, lo que permitirá que el momento del cepillado resulte más divertido.
Medir el tiempo… con un reloj de arena
Para asegurar que los hijos se cepillen los dientes durante el tiempo adecuado, una opción es utilizar un temporizador. Lo recomendable es que el cepillado tenga una duración de, al menos, dos minutos. Un temporizador puede ayudar a que los niños mantengan el enfoque en esta actividad.
Hay múltiples posibilidades para utilizar este método. Una de ellas es contar con un reloj con alarma o incluso un reloj de arena, que logrará captar la atención de los niños mientras miran cómo se agota el tiempo.
Ser el mejor ejemplo
Acompañar a los hijos en la rutina del cepillado permite dar ejemplo. Los niños, a menudo, imitan lo que ven, y si observan que se realiza esta acción, probablemente querrán hacerlo también.
De este modo, convertir este momento en una actividad compartida no solo refuerza el hábito, sino que también brinda la oportunidad de fortalecer los lazos familiares.
Reconocer su esfuerzo
Para premiar el esfuerzo que hacen los pequeños en acciones que no divierten demasiado es recomendable dar un pequeño incentivo. De esta manera, se consigue que logren las metas. Cumpliendo diariamente los objetivos, los pequeños tienen esta rutina de cepillado cada vez más establecida. Por ejemplo, se puede comenzar animando a cepillar los dientes a cambio de dar una recompensa especial, como puede ser algo de tiempo para jugar con un juguete o ir al parque. Esta es una manera de premiar el comportamiento de los hijos.
Source: Comunicae