Shell y Fomento no se entienden

Tres años después de su adjudicación a la multinacional petrolera Shell, se inauguraba el área de servicio de Gornazo, en la autovía Santander-Torrelavega, con dos ausencias sorprendentes, la del alcalde del municipio y la de cualquier representante del Ministerio de Fomento, propietario real de las instalaciones, aunque sea la empresa angloholandesa la que las construya y explote durante los próximos veinte años.
Las ausencias resultaban más significativas por la presencia de otros alcaldes de la zona y la del vicepresidente regional, Miguel Angel Revilla, entre cuyas competencias no se incluye esta carretera. Las razones del malestar de Fomento son consecuencia de su negativa a considerar cumplidos los compromisos del pliego de adjudicación, que incluye un hotel y algunos servicios más que Shell aún no ha iniciado.
La filosofía del ministro Alvarez Cascos de que una obra no se inaugura hasta que está realmente acabada ha calado profundamente en todo el Ministerio de Fomento, que no considera terminada la estación de servicio de Gornazo y, por tanto, no deseaba su inauguración. Fomento ha tratado de forzar a la empresa a que realizase el resto de las instalaciones comprometidas antes de poner en servicio la gasolinera, pero la compañía adjudicataria ha obtenido finalmente la licencia de apertura soslayando esta obligación, con el compromiso de iniciar inmediatamente las obras del hotel, del puesto de la Guardia Civil y de la Cruz Roja y otras instalaciones complementarias.
La estación de servicio de Gornazo ha sido la primera que el Ministerio de Fomento decidió construir en una autovía. Hasta ahora, este tipo de equipamientos estaban pensados exclusivamente para las autopistas. La multinacional Shell se adjudicó la explotación por veinte años a cambio de construir un complejo en el que invertiría algo más de mil millones de pesetas y por el que pagaría un canon anual de 73 millones de pesetas. Todas las instalaciones quedarán en manos del Ministerio al concluir la concesión.
El área de servicio resulta estratégica en la autovía Santander-Torrelavega, por la que circulan 50.000 coches diarios y en la que no podrá haber ninguna otra gasolinera. Además de los surtidores, deberá contar con un hotel de 32 habitaciones, una cafetería-restaurante de cierto nivel, un taller de reparación de vehículos, puestos para las fuerzas de seguridad y sanitarias, helipuerto, parque infantil, información turística y sobre el estado de carreteras, etc. Todo ello supone una inversión varias veces superior a la que requiere una estación de servicio convencional.
La obra se ha ejecutado con cierto retraso y Shell ha primado la gasolinera sobre el resto de las instalaciones, algo que para Fomento no respeta el espíritu del contrato. Ni siquiera las instalaciones de hostelería que ya están construidas y acompañan a la estación parecen satisfacer al Ministerio que esperaba algo mucho menos funcional.

Un estandarte

El área de servicio, en el punto kilométrico 13 de la autovía A-67 fue concebida como un estandarte para otras que Fomento ha ido adjudicando en lo que denomina su red de Gran Capacidad. No sólo porque supone acercar las dotaciones de las autovías a las que tienen las autopistas, sino porque además deben promover el desarrollo de su entorno más próximo. Así lo ha entendido también el alcalde de Miengo, Avelino Cuartas, que siempre ha defendido la importancia que tenía Gornazo en la creación de un polo industrial a su alrededor.
Este efecto inducido deberá esperar a que se consolide todo el proyecto, aunque la estación de servicio y la zona de hostelería ya han dado trabajo a unas decenas de jóvenes del municipio.
Fomento ha adjudicado posteriormente otro área de servicio en la autovía Torrelavega-Unquera, a la altura de Valdáliga y tiene previsto construir otra más en la autovía Santander-Bilbao, en algún lugar cercano a la frontera regional aún sin decidir.
Shell, por su parte, ya contaba con tres estaciones de servicio en Cantabria (Igollo, Makro Santander y Torrelavega). Ninguna de ellas del potencial de las dos que ahora inaugura (una en cada sentido), si bien el concepto de monopolista en este tramo de autovía ha quedado en entredicho con la aparición en Mompía de una estación de servicio independiente que ha aprovechado una salida para situarse prácticamente al borde de la carretera principal.
La importancia que tiene este proyecto para Shell España quedó clara con la presencia de su presidente, Javier Ramas de Triana, que destacó la equiparación de prestaciones con las que puede encontrar el automovilista en cualquier otro país de la UE. La petrolera hegemónica en Europa tiene en España 300 estaciones de servicio y esta es su apuesta más importante de cara al futuro. n

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