Es aconsejable revisar los tejados en otoño para prevenir daños mayores, por Stop Goteras
Stop Goteras refuerza su compromiso con el mantenimiento preventivo de cubiertas, recordando que una inspección en otoño es esencial para evitar filtraciones y daños estructurales
Con el inicio del otoño, las precipitaciones aumentan y los tejados se convierten en la primera línea de defensa frente al agua y la humedad. La empresa Stop Goteras, especializada en impermeabilización, reparación y mantenimiento de cubiertas, recuerda la importancia de una revisión preventiva en esta época del año.
Entre sus principales servicios destaca la reparación de tejados Asturias, un trabajo que abarca desde la sustitución de tejas hasta la impermeabilización completa de cubiertas y fachadas. La compañía advierte que muchas incidencias que se manifiestan en invierno, como filtraciones, humedades o desprendimientos pueden evitarse mediante una inspección otoñal.
Esta práctica garantiza no solo la seguridad estructural, sino también un ahorro considerable a largo plazo.
El otoño: momento ideal para revisar cubiertas
El otoño representa una etapa crítica para el mantenimiento de cualquier edificio. Las lluvias frecuentes, los vientos intensos y la caída de hojas pueden agravar pequeños desperfectos que se generaron durante el verano.
Una teja desplazada, una junta abierta o un sellado deteriorado pueden convertirse rápidamente en fuentes de humedad y deterioro interior.
La inspección durante estos meses permite identificar a tiempo los puntos vulnerables. Detectar y corregir defectos estructurales o estéticos antes de que llegue el invierno es una inversión inteligente, ya que evita reparaciones más complejas y caras.
Además, las temperaturas moderadas del otoño favorecen la aplicación de materiales impermeabilizantes, que requieren condiciones climáticas estables para su correcta adherencia.
Señales de alerta en un tejado
Un tejado en mal estado puede manifestar indicios claros que no deben ignorarse. Stop Goteras informa sobre algunos síntomas frecuentes que requieren atención inmediata:
- Tejas agrietadas, rotas o desplazadas.
- Grietas en las zonas de unión o en la cumbrera.
- Zonas húmedas, manchas o moho en techos interiores.
- Desprendimientos o deformaciones en cubiertas metálicas.
- Presencia de charcos en cubiertas planas o terrazas.
- Acumulación de hojas o residuos en desagües.
Estos problemas pueden derivar en goteras y grietas en el tejado, afectando no solo la estética del inmueble, sino también su estabilidad.
La acumulación de agua, además, incrementa el peso sobre la estructura, pudiendo generar daños progresivos en vigas y aislantes térmicos.
La función esencial de los canalones
Un elemento muchas veces olvidado, pero vital para el buen estado del tejado, son los canalones. Su labor consiste en recoger el agua de lluvia y conducirla hacia los desagües, evitando filtraciones en muros o cubiertas.
Sin embargo, cuando se obstruyen o deterioran, pueden provocar fugas y humedades en la vivienda.
Entre los problemas más comunes se encuentran:
- Obstrucción por hojas, ramas o residuos.
- Roturas o fisuras por heladas o golpes.
- Pérdida de inclinación que impide el correcto flujo del agua.
- Desajustes en las uniones o anclajes.
Stop Goteras recomienda limpiar y revisar los canalones dos veces al año, preferiblemente en primavera y otoño. Asimismo, la empresa realiza labores de reparación, sellado y sustitución de tramos defectuosos, garantizando un drenaje eficiente durante la temporada de lluvias.
Riesgos de no realizar mantenimiento
Ignorar los signos de desgaste puede tener consecuencias graves para la vivienda:
- Daños estructurales: el agua filtrada deteriora vigas, forjados y materiales aislantes.
- Pérdida de eficiencia energética: la humedad reduce la capacidad aislante y aumenta el consumo de calefacción.
- Aparición de moho: afecta la calidad del aire y puede ser perjudicial para la salud.
- Reparaciones más caras: un mantenimiento preventivo es siempre más económico que una reforma integral.
- Desvalorización del inmueble: un tejado deteriorado afecta la estética y el valor de la propiedad.
En este sentido, Stop Goteras recalca la importancia del mantenimiento periódico, no solo por razones estéticas, sino por la durabilidad y seguridad del edificio.
Metodología de trabajo de Stop Goteras
El equipo técnico de Stop Goteras aplica un proceso estructurado que garantiza resultados duraderos y seguros. Este protocolo incluye varias fases:
a) Diagnóstico inicial: Se realiza una inspección visual y técnica para detectar el origen de posibles filtraciones, fisuras o desplazamientos de materiales. Se emplean equipos de seguridad certificados y, en ocasiones, cámaras o drones para áreas de difícil acceso.
b) Informe técnico: Una vez evaluado el estado de la cubierta, se entrega un informe detallado con fotografías, descripción de daños y propuesta de intervención. Este documento facilita al cliente comprender el alcance del trabajo y las soluciones recomendadas.
c) Intervención y reparación: Los especialistas ejecutan las labores necesarias según el tipo de cubierta: sustitución de tejas, sellado de juntas, impermeabilización o instalación de nuevos canalones.
d) Verificación final: Tras finalizar la reparación, se realiza una prueba de estanqueidad y se comprueba que el agua fluya correctamente hacia los desagües. Los trabajos incluyen garantía y seguimiento posterior.
Materiales y técnicas empleadas
Los resultados duraderos dependen de la elección de materiales adecuados. Stop Goteras utiliza productos impermeabilizantes resistentes a rayos UV, membranas elásticas que soportan dilataciones térmicas y selladores de alto rendimiento.
En cubiertas planas, aplica sistemas bicapa o monocapa que aseguran una protección total frente a filtraciones. Asimismo, la empresa trabaja con tejas cerámicas, de hormigón o pizarra natural, según las necesidades de cada proyecto.
En canalones, se emplean materiales anticorrosivos como zinc, cobre o aluminio lacado, de alta durabilidad y bajo mantenimiento.
Recomendaciones prácticas para propietarios y comunidades
El mantenimiento preventivo debe formar parte de una rutina anual. Stop Goteras sugiere las siguientes medidas para propietarios y administradores de comunidades:
- Programar una revisión del tejado en otoño y primavera.
- Limpiar canalones y desagües antes de la temporada de lluvias.
- Revisar sellados y remates en chimeneas y claraboyas.
- Reparar de inmediato cualquier teja desplazada o rota.
- No esperar a la aparición de goteras visibles; el daño interno puede ser mayor.
- Exigir informes fotográficos y garantías por escrito tras cualquier reparación.
Estas acciones simples previenen daños significativos y contribuyen a mantener la seguridad y durabilidad del inmueble.
Beneficios de un mantenimiento preventivo
La revisión periódica del tejado en otoño aporta ventajas directas:
- Prolonga la vida útil de la cubierta.
- Evita infiltraciones y humedades interiores.
- Mejora la eficiencia energética del edificio.
- Reduce el riesgo de desprendimientos o accidentes.
- Aumenta el valor patrimonial de la propiedad.
Como explica Stop Goteras, el mantenimiento es una medida preventiva esencial que protege la inversión y asegura el confort del hogar.
Prevenir es conservar
El tejado es uno de los componentes más expuestos del edificio y, paradójicamente, uno de los menos atendidos. El paso del tiempo, la acción del viento, la lluvia y las heladas pueden generar daños silenciosos que se manifiestan cuando ya es tarde.
Por ello, Stop Goteras insiste en la necesidad de revisar, limpiar y mantener cada cubierta antes de la temporada invernal. Una inspección profesional en otoño puede evitar reparaciones caras y garantizar una vivienda segura, seca y protegida durante todo el año.
Source: Comunicae