El intestino también piensa; 5 formas en las que la microbiota afecta a la salud mental
Con motivo del Día Mundial de la Salud Digestiva (29 de mayo), la psicóloga Laura Villanueva González explica cómo el equilibrio intestinal influye directamente en el estado de ánimo, el sueño o la gestión del estrés.
Durante años, la salud digestiva se ha vinculado principalmente a molestias físicas como la hinchazón o el estreñimiento. Sin embargo, cada vez más investigaciones y profesionales de la salud mental subrayan una conexión menos visible, pero crucial: la que une el intestino con el cerebro.
“Durante mucho tiempo se ha abordado la salud mental desde un enfoque exclusivamente cognitivo o emocional, olvidando que el cuerpo —y especialmente el intestino— participa activamente en esos procesos. No se trata de que los probióticos sean una solución directa al malestar emocional, pero sí pueden ser una herramienta complementaria cuando existe un desequilibrio intestinal que condiciona el bienestar psicológico. La evidencia sobre la relación entre microbiota, neurotransmisores y regulación del estrés obliga a integrar esta dimensión si se quiere una visión más completa de la salud.”
— Laura Villanueva González, fundadora de psicologodemadrid y psicóloga general sanitaria para Naturadika
El llamado eje intestino-cerebro ha sido respaldado por centros de investigación como el Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC-UMH) o el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), que estudian cómo la microbiota intestinal incide sobre funciones clave como la producción de neurotransmisores, la respuesta al estrés o la calidad del sueño.
Estas son cinco formas poco conocidas —pero cada vez más documentadas— en las que la microbiota influye directamente en nuestro estado emocional:
El 90& la serotonina se fabrica en el intestino, no en la cabeza
Aunque se suele asociarla al cerebro, la serotonina —clave en el equilibrio emocional— se produce, en su mayoría, en el intestino. Si tu microbiota está en desequilibrio, no solo se notará en la digestión: también es posible sentirse más irritable, con menos motivación o más vulnerable al bajón emocional. El intestino influye más de lo que creemos… también en cómo se sienten las personas.
El estrés daña el intestino, y el intestino amplifica el estrés
El cuerpo no distingue entre un atasco, una discusión o una inflamación intestinal: todo se traduce en tensión. El estrés reduce la diversidad bacteriana del intestino, y cuando esa flora está dañada, se dispara más fácilmente el cortisol. Es un círculo vicioso silencioso que puede agotarte desde dentro.
El descanso también depende de las bacterias
Dormir mal no siempre es cosa de la mente. La microbiota participa en la producción de melatonina y en la regulación de los ritmos del sueño. Cuando está desequilibrada, es más probable un sueño ligero, despertar a medianoche o de levantarse con la sensación de no haber descansado del todo.
El cansancio que no se va también puede empezar en el intestino
Cuando se lleva un tiempo sintiendo poca energía, con la cabeza espesa o con dificultad de concentración, la microbiota podría estar implicada. Cuando el intestino no funciona bien, absorbe peor nutrientes clave para el sistema nervioso, como el hierro, el magnesio o las vitaminas del grupo B. Y sin gasolina, no hay motor que funcione bien.
5. La microbiota influye en el bienestar… y cuidarla requiere más de una estrategia
Alimentación, descanso, gestión del estrés o ejercicio: todos influyen en la salud intestinal. Pero en momentos de desequilibrio, reforzar la microbiota con probióticos específicos puede ser una ayuda útil. Lo importante es que estén bien formulados y adaptados al entorno intestinal, ya que no todas las cepas tienen la misma capacidad para permanecer activas donde realmente importa.
Cuando cuidar el intestino es también cuidar de la mente
Además de una dieta rica en fibra, alimentos fermentados y hábitos de descanso, algunas fórmulas probióticas específicas pueden ser un complemento útil para apoyar el equilibrio digestivo y emocional.
Una de ellas es Probiotic Balance, de Naturadika. Su fórmula ha sido diseñada específicamente para reforzar el eje intestino-cerebro mediante una acción completa y sostenida. ¿Cómo lo consigue?
Alivia molestias digestivas frecuentes, como la hinchazón o el tránsito irregular, que pueden afectar al confort físico y al tono general del día.
Apoya una base fisiológica más estable, que ayuda a sostener mejor el ritmo diario cuando hay estrés o fatiga.
Actúa de forma discreta pero constante, contribuyendo al equilibrio digestivo y, con él, a una mayor sensación de estabilidad.
Probiotic Balance está disponible en naturadika.es y en farmacias seleccionadas.