La demanda tira del centro de negocios de Finca Pontanía
El parón de la vivienda residencial ha forzado a las promotoras a buscar nuevos nichos de negocio. En la crisis anterior, el refugio lo encontraron en la construcción de hoteles, para ser gestionados después por la propia constructora, pero ese filón está agotado y algunas compañías han vuelto su mirada hacia otro sector que está conociendo un repunte, el de venta o alquiler de oficinas.
Esta ha sido la opción elegida por Finca Pontanía, una promotora y constructora vinculada al grupo Hergom, que ha levantado un centro de negocios en Santander con el que pretende dar respuesta a la demanda de oficinas en la capital cántabra. Se trata del primer edificio de estas características construido por Pontanía, cuya trayectoria ha estado centrada en la promoción de chalets en urbanizaciones en las zonas cercanas a Santander donde más se ha concentrado esta demanda.
Una zona estratégica
El lugar elegido para construir el centro de negocios es el barrio de La Albericia, una de las áreas de expansión de la ciudad y cuyo interés estratégico se multiplicará cuando dentro de un año se concluya el enlace con La Marga a través de un falso túnel que se construye junto a la Residencia Cantabria. El edificio está situado en un lugar muy próximo a la salida norte y la rápida conexión con el sur de la ciudad será un aliciente añadido para las empresas a las que va dirigida la oferta de oficinas y locales.
El centro de negocios alberga 48 oficinas y cuatro locales, repartidos en cuatro plantas, además de 116 plazas de garaje distribuidas en tres sótanos. El tamaño de las oficinas oscila entre los 44 y los 106 metros cuadrados que tienen las situados en las dos primeras plantas y entre los 50 y los 150 metros cuadrados de las construidas en el ático. Los tamaños responden a la demanda media de las empresas, aunque siempre cabe la posibilidad de unir varias oficinas para quien necesita una superficie mayor. También los locales comerciales están pensados para las necesidades de los pequeños establecimientos, con tamaños que varían desde los 177 m2 del más reducido hasta los 386 del más espacioso. En total unos 1.400 m2 construidos por planta, sobre una parcela de 1.468 m2 que forma parte del proyecto de compensación de la Unidad de Ejecución nº9 del PERI de la zona, promovido por Cartonajes La Albericia.
El diseño del edificio es obra del arquitecto Luis Castillo, autor de la mayoría de los proyectos de Finca Pontanía. Dentro de la funcionalidad que prima en este tipo de inmuebles, Castillo ha diseñado una fachada con placas de piedra, forro de zinc y muro cortina que aporta una imagen atractiva a una zona que no destaca por el valor estético de sus edificaciones. La terminación en mármol de la recepción, así como en escaleras y pasillos contribuye a crear un entorno de calidad para las empresas que van a desarrollar allí su trabajo y que sólo han de preocuparse por su mobiliario, ya que las oficinas están totalmente acabadas, con aire acondicionado y wifi.
La buena acogida que ha tenido este centro de negocios desde su apertura el pasado mes de junio se refleja en el hecho de que el 70% de las oficinas ya están vendidas o alquiladas, con precios de venta que se sitúan en el entorno de los 2.000 euros por metro cuadrado, o de los 1.800 euros si se trata de garajes, de los que sólo quedan por comercializar un puñado de los reservados para quienes compren una oficina. Los alquileres oscilan entre los 10 y los 12 euros el metro cuadrado.
Repunta el mercado de alquiler
Aunque el objetivo inicial de la promotora era la venta de la totalidad de oficinas y locales, la realidad del mercado le ha llevado a ofertar alquileres y aplicar fórmulas como el arrendamiento con derecho a compra. La situación, en cualquier caso, muestra una evolución positiva y los análisis de algunas consultoras, que apuntan a una ligera recuperación del mercado de oficinas en España, se ven corroborados por la experiencia de Finca Pontanía que en los últimos dos meses también ha notado esta tendencia en Santander.
Tras dos años de crisis, el sector de oficinas comerciales parece dar muestras de recuperación, anticipándose a la esperada reactivación de la vivienda residencial. El mayor dinamismo puede deberse a que en este mercado, al contrario de que ocurre con el de la vivienda, sí se ha producido un drástico ajuste en los precios. Desde comienzos de 2008, los alquileres han sufrido un descenso medio del 30%, de forma que una oficina en un centro de negocios de una gran ciudad cuesta ahora entre 28 y 30 euros por metro cuadrado al mes, frente a los 40 o 42 euros de antes de la crisis. Un buen aliciente para las empresas, que aprovechan esta bajada de precios para trasladarse a oficinas de más calidad o mejor ubicadas. Claro que estas correcciones son más acusadas en el mercado de alquiler de las grandes ciudades, donde la oferta de oficinas y locales es mucho mayor que en Santander.
Finca Pontanía no descarta embarcarse en otros proyectos similares allí donde detecte una demanda como la que le ha permitido comercializar buena parte del Centro de Negocios en apenas tres meses. Más incertidumbre arroja todavía el sector residencial, cuya reactivación depende de muchos factores, entre ellos la recuperación del mercado de segunda mano, necesaria para que muchos potenciales compradores se animen a cambiar de vivienda.