PANORAMA INTERNACIONAL

Ciego a nuestros sufrimientos
Si David Cameron hablara a la gente corriente en lugar de codearse en cenas con los ricos, sabría lo ridículo que ha sido su última declaración sobre el paro. En la conferencia de su partido, para brindar con sus fieles seguidores, declaró que, en el futuro, los desempleados perderían sus prestaciones si rechazaban viajar noventa minutos para encontrar un trabajo
Pasearse por Inglaterra buscando trabajo no ayuda a los desempleados, pues hay escasez en todos lados. No hay una ciudad mágica un poco más allá con montones de ofertas. Además, viajar largas distancias implica un dinero del que no disponen.
Cameron no se da cuenta de la apremiante situación de los parados, en especial del millón de jóvenes desesperados por trabajar. El primer ministro no se entera porque todo lo que oye son los prejuicios de una élite de ricos que cree que la gente está en el paro porque son unos vagos. Mientras, millones de británicos sufren y tienen como primer ministro a alguien incapaz de entender lo que están pasando.
The Daily Mirror

Oportunidad de oro
Este periódico ha abogado desde hace tiempo porque el Reino Unido recupere de Bruselas las competencias que pertenecen a Westminster. De manera que hay que dar la bienvenida a que sir John Major, el primer ministro que firmó el Tratado de Maastricht, reconozca la oportunidad dorada que tenemos ahora de renegociar nuestras relaciones con la UE. Sir John dijo que “un nuevo tratado para los países de la Eurozona nos dará la oportunidad de negociar una forma de Europa más abierta que la que nos hubiera gustado en los noventa’. Y está en lo cierto, pero con retraso. Podemos traer competencias a casa incluso sin un nuevo tratado.
El manifiesto tory comprometió al partido a hacer justamente eso, aunque el único progreso hasta ahora sea una ley para impedir mayores cesiones de poder a Bruselas sin la aprobación del Parlamento.
El secretario de Estado de Exteriores dice que deberíamos intentarlo cuando llegue el momento oportuno pero que aún faltan unos años. Sin embargo, las encuestas muestran repetidamente que eso es lo que la gente quiere ahora mismo. Eso y que se dé media vuelta respecto a la Declaración de Derechos Humanos que introduce la Convención Europea de Derechos Humanos en el derecho británico.
Nunca ha sido mejor momento para repatriar las competencias de la UE o introducir cordura en las leyes de los derechos humanos. David Cameron debe tomar la iniciativa ya.
The Daily Mail
Reparar una negligencia
La promesa electoral de Cameron de reducir la inmigración neta desde las 150.000 personas que había de media con los laboristas a unas decenas de miles al año está demostrando ser un hueso duro de roer. Cameron propone nuevos requisitos mínimos de ingresos para que los inmigrantes con personas a su cargo puedan entrar en el país. Está considerando un sistema de vínculos que les obliga a pagar una garantía que se convertiría en penalización si toman la decisión de no volver a casa.
El primer ministro dio también los primeros pasos para hacer que el matrimonio forzado –al que describió como “poco más que la esclavitud”– sea considerado delito. Lo que resulta extraordinario es que no lo sea todavía.
Cameron está en el camino correcto pero ha de abordar cuanto antes su última e imprudente decisión, motivada por cínicas consideraciones políticas, de permitir que el matrimonio se use como un medio para establecerse en este país. Ahora es posible casarse con alguien que viva en el Reino Unido –un matrimonio de conveniencia– con tal de que se cumplan ciertos requisitos legales.
Como consecuencia de ese cambio, la inmigración de esposas se ha duplicado y con ella han aumentado los problemas de analfabetismo y aislamiento cultural. Restaurar la Primary Purpose Rule, que exigía probar que el motivo del matrimonio no era obtener la residencia, iría en el buen camino para reducir esos matrimonios de conveniencia.
The Daily Telegraph

El peligro de una generación pérdida
De entre la larga lista de víctimas de la crisis financiera, el creciente número de jóvenes que luchan por encontrar un puesto de trabajo son los que tienen más motivos para quejarse. Se espera que las estadísticas oficiales recojan un aumento entre los recién graduados que, unidos a los que han abandonado sus estudios, elevará la cifra bastante por encima del millón de jóvenes parados, que no se alcanzaba desde principios de los 90.
La aguda subida en los costes de los estudios universitarios de este otoño puede empujar también a los jóvenes a un mercado de trabajo que no es capaz de absorberles (…)
Los números de la juventud desempleada pueden parecer una nota a pie de página si se comparan con el total del desempleo, que afecta a más de 2,5 millones de personas.
El desempleo juvenil resulta caro para el Estado y añade más costes al bienestar y al cuidado social, pero lo más devastador es el coste humano, que deja a los jóvenes luchando contra un futuro que se les escapa (…)
Hay estudios que estiman que un período de desempleo, al principio de la vida laboral de una persona, puede traducirse en salarios entre el 12%-15% inferiores cuando tenga 42 años
David Cameron y Nick Clegg han aprobado 60 millones de libras para incentivar la creación de 250.000 empleos de aprendices y 100.000 puestos de trabajo estables en dos años. Pero tales esfuerzos palidecen y son insignificantes ante la escala del problema.
The Independent

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