‘En España no existe la red adecuada para que el talento florezca’

Iván Arozamena, CEO de la plataforma EdWorking (Londres)

‘Me preocupa que la mayoría de mis amigos de Santander quieran ser funcionarios’

El emprendedor santanderino Iván Arozamena tuvo claro desde muy joven que quería lanzar al mercado su propio producto tecnológico, algo que ha logrado en el Reino Unido. Tras pasar por una aceleradora de empresas de Silicon Valley y conseguir apoyo financiero en una ronda de inversión, su socio y él avanzan en una herramienta virtual de trabajo colaborativo para empresas mucho más completa que las que conocemos.


Iván Arozamena Balbín me ofrece llevar a cabo la entrevista a través de la plataforma de colaboración profesional online que ha creado junto a David Cagigas, un compañero de estudios. Este emprendedor santanderino de 33 años, ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad de Cantabria (UC) en 2013, es el CEO de EdWorking, la empresa que fundaron hace algo más de cuatro años. “Edworking es una súper app, un producto revolucionario para que los equipos que trabajan a distancia puedan chatear, tener reuniones y compartir documentos en un mismo sitio, consiguiendo así ser más productivos”, explica Iván con orgullo.

Siempre le gustó aprender y desde niño disfrutaba tratando de entender cómo funcionan las cosas. Durante la carrera recibió una beca para pasar un mes en la Bahía de San Francisco, donde fue consciente por primera vez de la realidad empresarial del paraíso tecnológico americano. “Era la primera vez que salía de España, y enseguida supe a qué quería dedicar mi vida: quería construir un Apple, un Google, un Facebook… Algo que cambiara la vida de las personas”, dice Iván. “Tras terminar la carrera en la Universidad de Cantabria (de cuyo excelente nivel educativo estoy muy agradecido), me metí de lleno en el mundo empresarial, trabajando primero en un proyecto de big data del Banco Santander y liderando después un equipo de data del Crèdit Andorrà durante algo más de un año”.

Dispuesto a mejorar su inglés y encontrar un entorno más propicio para poner en práctica sus ideas empresariales, se trasladó a Londres en 2016, donde reside desde entonces. Allí trabajó más de dos años en proyectos para empresas como Google o HSBC, adquiriendo la experiencia que necesitaba para emprender. “EdWorking nació tras un viaje a Barcelona con mi amigo David Cagigas y otros excompañeros de la UC para asistir a un concierto de Coldplay. David y yo queríamos montar algo juntos pero no teníamos claro qué hacer”, nos confiesa Iván. “En esos momentos, él estaba trabajando en Suiza, así que usábamos muchas aplicaciones de mensajería y trabajo colaborativo, como Skype, WhatsApp y Trello. Fue así como reparamos en la gran cantidad de programas diferentes que se necesitan para trabajar a distancia, y pensamos que sería mucho más práctico contar con una herramienta todo-en-uno. De repente, ya teníamos nuestro producto”.

‘No se puede asfixiar a las empresas con impuestos antes de que generen beneficios’

Tras más de dos años tirando de ahorros y de inversiones de familiares y amigos, EdWorking por fin empezó a despegar. “En 2019 nos seleccionaron para ir un verano a Silicon Valley a la aceleradora de empresas de Draper University, la institución fundada por el inversor de capital de riesgo Tim Draper, que había ayudado a financiar empresas como Skype, Tesla, SpaceX, Twitter y Twitch. Aquel verano fue una experiencia maravillosa que nos hizo seguir adelante con más confianza”, relata Iván, sonriendo.

“Tras varios intentos fallidos a la hora de lanzar nuestra plataforma, sacamos una versión mejorada y las cosas nos están yendo bien: ya hemos levantado una ronda de inversión y estamos en un momento de crecimiento increíble”.

Pregunta.- ¿En qué momento supo que quería salir de Cantabria y de España?

Iván Arozamena.- En cuanto supe que quería emprender. Me di cuenta de que en España no puedes acceder a ciertas esferas si no tienes a alguien que te presente. A menudo, se te valora más por quien te introduce que por lo que eres o lo que estás haciendo, y eso va totalmente en contra de lo que necesita una startup para crecer.

Por otro lado, los políticos hablan mucho de emprendimiento, pero dudo que se pregunten si el nacimiento de Facebook o de algún otro gigante tecnológico hubiese sido posible aquí. No puede ser que no se apoye a las empresas en su fase inicial y se las asfixie con impuestos cuando aún no han conseguido generar beneficios.

P.-¿Qué diferencias nota entre los modelos de emprendimiento anglosajón y español?

I.A.- En los EEUU te valoran por lo que haces a nivel profesional, por tus ideas, no por hablar inglés mejor o peor, tener un apellido u otro, o venir de tal o cual sitio. Allí he podido comprobar cómo la meritocracia funciona y los inversores están dispuestos a arriesgar su dinero por una buena idea de negocio.

Por el contrario, las empresas del PCTCAN viven en muchas ocasiones de subvenciones europeas. Esto lleva a que se lleguen a poner en marcha proyectos no por su viabilidad o su carácter innovador sino para poder solicitar ayudas. Este es el enfoque que me encuentro a menudo en España. El problema es que lo que Europa y los políticos quieren a menudo no coincide con lo que el mercado demanda, y si no se aporta valor añadido, estamos tirando el dinero. Hay que concentrar la inversión en los sectores adecuados.

‘El talento es lo más difícil de conseguir, pero muchos empresarios locales aún esperan que el trabajador esté ocho horas en el puesto y no confían en él’

P.- ¿Qué opina de iniciativas como la Red C2030 de CEOE-CEPYME y Cantabria Overseas?

I.A.- Me parecen ideas buenísimas. Conozco personalmente la gente de la Red C2030 y también pertenezco a Cantabria Overseas, y veo que lo están haciendo genial. Ahora solo queda que todas las buenas ideas que están surgiendo se materialicen.

Lo único que me preocupa un poco es que todo esto se haya generado desde dentro de Cantabria, en vez de haber ido de fuera hacia dentro; debemos procurar no quedarnos atascados en los mismos debates de siempre. En cualquier caso, estas redes son una buena herramienta y tienen un potencial mucho mayor del que imaginamos.

El ingeniero y empresario santanderino cree que el Gobierno debe orientar su política al apoyo del emprendimiento con programas realistas que generen un entorno más favorable para las nuevas empresas.

P.- En su opinión, ¿qué puede aportar el talento cántabro en el exterior?

I.A.- El talento cántabro en el exterior puede servir para modernizar y actualizar las empresas locales, haciéndolas más competitivas en el mercado global. Los que estamos o hemos estado fuera traemos otros puntos de vista, ideas frescas y una visión más amplia del mundo empresarial y de la realidad laboral.

Por ejemplo, si me preguntaras por el valor de mi empresa, te diría que radica fundamentalmente en el talento de la gente que tengo en mi equipo. El talento es lo más difícil de conseguir, y quien lo tiene posee una ventaja competitiva enorme, pero esto es algo que en Cantabria aún no se entiende. Me he dado cuenta de que muchos empresarios locales aún ven al trabajador a la antigua, esperan que esté ocho horas en el puesto de trabajo y no confían en él. Esto genera roces, falta de motivación y un clima que no resulta positivo para el crecimiento de las empresas. El talento cántabro en el exterior puede contribuir a cambiar esta realidad.

P.- ¿Usted siente que desarrollarse personal y profesionalmente en el exterior le ha traído muchas cosas positivas?

I.A.- Desde luego, comenzando por una mentalidad más abierta al cambio. Creo que, si no sales, no serás capaz de ver que ahí fuera hay gente que hace muy bien las cosas y muchas realidades diferentes por descubrir. Mucha gente tiene interiorizado eso de que Cantabria es lo mejor, pero el mundo es muy grande y de cada lugar se puede aprender algo valioso.

P.- ¿Viajar es un buen ingrediente para el emprendimiento?

I.A.- Sí, sin duda. En Londres y en los EE UU hay trabajadores de todo el mundo, y colaborar mano a mano con esas personas provenientes de culturas tan variadas te hace crecer muchísimo, te abre la mente. Tener a personas con perfiles diversos en un mismo equipo es esencial para crear productos nuevos.

P.- ¿Qué consejos le daría a alguien que está valorando la posibilidad de irse al extranjero?

I.A.- Que lo haga sin dudar, sobre todo si su idea es romper las reglas y levantar su propia empresa.Tienes que ver el mundo y conocer otras realidades para poder tener más criterio. Por eso, a cualquiera que esté dándole vueltas a la idea de salir le puedo recomendar irse al aeropuerto más cercano y coger el primer billete que lo lleve a otro país, siempre con los ojos y los oídos bien abiertos y atentos a todo lo que tenga alrededor.

‘Debemos poner nuestro granito de arena para lograr que Cantabria se modernice y su economía crezca’

P.- ¿Volvería a Cantabria?

I.A.- Tengo a mi familia y a mis amigos de siempre en Cantabria, y es un bonito sitio para retirarse, pero no es realista pensar en vivir en esta región cuando te mueves en un mundo en el que necesitas estar constantemente en contacto con inversores y con el talento que tu empresa requiere. Es posible, pero no es nada fácil, porque falta la red que hace que el talento florezca.

P.- ¿Así que no cree que lanzar EdWorking hubiera sido posible en nuestra región?

I.A.- Hace poco me hicieron esa misma pregunta y, tras pensarlo un poco, puedo afirmar tajantemente que habría sido imposible crear Edworking en Cantabria. Ni siquiera tengo claro que hubiera sido posible hacerlo en Madrid o Barcelona.

P.- ¿Ve posible cambiarlo?

I.A.- No del todo, pero merece la pena intentarlo. Creo que entre todos debemos poner nuestro granito de arena para lograr que Cantabria se modernice y su economía crezca, porque si no, no veo un futuro cierto para la región. Por eso, siguiendo el modelo de Stanford, tenemos un proyecto abierto a cualquier empresa que quiera colaborar. Consiste en dar un gran premio anual a la mejor idea de startup de la Universidad, ofreciendo a sus autores la oportunidad que nosotros no tuvimos. Si todo va bien, esperamos ponerlo en marcha el año que viene.

‘Si emprender funcionase mejor y hubiese empleos de calidad, no habría tantas personas queriendo ser funcionarios’

P.- ¿Cómo ve el panorama social, laboral y económico cántabro en la actualidad?

I.A.- Como decía, me parece algo incierto. Me preocupa mucho que la mayor parte de mis amigos y conocidos en Santander quieran ser funcionarios. Si bien entiendo sus motivos, debemos tener algo claro: ese modelo no es sostenible; es necesario contar con la empresa privada y lograr que toda la sociedad avance de forma conjunta.

Hoy en día, las mayores empresas del mundo nacieron como startups. El gobierno debería darse cuenta de eso, fomentar el emprendimiento a través de programas realistas y ayudar a que se genere un entorno favorable para las nuevas empresas. Hay que conseguir que la gente deje de tener miedo a fracasar. Si emprender funcionase más a menudo, si los jóvenes pudieran acceder a trabajos de calidad, no habría tantas personas queriendo ser funcionarios.

La UC debería estar más en contacto con la empresa privada y favorecer que los perfiles técnicos tengan un mejor conocimiento del mundo empresarial y se animen a invertir en proyectos propios. No es solo una cuestión de espacio o de talento (eso lo tenemos), sino de filtrar bien las ideas, educar en el emprendimiento y llevar a cabo inversiones en los sectores adecuados. El futuro es la tecnología y la tecnología la generan las empresas innovadoras, las startups.

José M. Sainz-Maza del Olmo

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