Cortes de pelo según la textura; la propuesta de Ángela Navarro
La nueva forma de entender la belleza empieza por aceptar quién se es. En el Centro Ángela Navarro, referente en imagen y peluquería reparadora, lo tienen claro: cada corte debe nacer de la textura real del cabello, no de un molde prefabricado.
Quienes buscan una peluquería en Madrid especializada en cortes personalizados pueden encontrar en este enfoque una manera de transformar la rutina y la relación con el espejo.
Ángela Navarro reivindica una peluquería liberadora, que parte de la identidad de cada persona para diseñar el corte perfecto: sin fórmulas cerradas, sin lucha diaria, sin moldear lo que no necesita ser moldeado.
Madrid marca tendencia, y elegir el corte de pelo según la forma de la cara para conseguir el “perfecto” rostro ovalado forma parte de la peluquería del siglo XX. ¿Cabello rizado, fosco, ondulado o liso?, no importa. La verdadera revolución consiste en elegir el corte según cómo es realmente el cabello y cómo se vive.
Desde el Centro Ángela Navarro —referente en imagen, peluquería y belleza oncológica— lo tienen claro: la textura natural del cabello no es un defecto que deba disimularse, sino el punto de partida para construir la mejor imagen. Y eso cambia todo.
“Si tu rutina capilar se parece más a una coreografía con cinco productos y tres herramientas, el problema no es tu pelo. Es el corte”, explica Bea Guerrero, directora de Ángela Navarro.
“El corte adecuado no lucha contra tu cabello: lo acompaña. No intenta corregirlo, sino ponerlo a tu favor», agrega.
Cortes con sentido (y sin excusas)
Durante décadas, la peluquería se basó en patrones cerrados: caras redondas, óvalos perfectos, mandíbulas marcadas, flequillos “que afinan” o capas “que estilizan”.
Pero eso era peluquería del siglo XX. Hoy, el enfoque ha cambiado.
“La forma de tu cara no debería limitarte. Lo que realmente importa es cómo se comporta tu cabello en su estado natural, qué volumen tiene, cómo cae, si forma ondas, espirales o se pega a la raíz. Y también, claro, cuánto tiempo quieres o puedes dedicarle cada día”, apunta Guerrero.
Por eso, en Ángela Navarro, las tendencias no se copian: se reinterpretan. El bob, el pixie, el shaggy, el clavicut o el flequillo cortina pueden funcionar para todo tipo de personas si se diseñan con criterio, adaptados a la textura y a los gestos cotidianos.
“No todos los cabellos necesitan lo mismo, ni todas las personas buscan el mismo resultado. Por eso diseñamos cortes que fluyen con la materia prima y con la vida. El o la peluquera se convierte en un arquitecto del rostro, pero también en alguien que traduce tu textura y tus hábitos en una forma que te favorezca y te simplifique el día».
Textura por textura: el nuevo punto de partida
Cabello liso
Parece sencillo, pero no lo es: cae, se apelmaza y a veces le falta gracia. Para darle vida sin artificios, funcionan cortes como el bob recto o invertido, o el pixie largo con mechones desestructurados que aportan movimiento. El flequillo cortina, bien trabajado, puede marcar la diferencia sin complicaciones.
Cabello ondulado
Perfecto para cortes que necesitan poco mantenimiento. El shaggy (por capas) o un clavicut largo permiten que la onda respire, sin apelmazar ni generar volumen innecesario. Aquí se trata de liberar el movimiento y dejar que la onda hable por sí sola.
Cabello encrespado
No es necesario combatir el encrespamiento con calor. El secreto está en el diseño: capas invisibles, long bobs desfilados o formas que equilibran el volumen de forma natural. Con la estructura adecuada, el cabello se comporta sin necesidad de alisados diarios.
Cabello rizado
Requiere espacio, libertad y respeto. Cortes como el pixie curly o el estilo afro redondeado potencian su fuerza expresiva y su carácter. El rizo pide ser entendido, no controlado. Con el corte adecuado, puede dejarse secar al aire sin más preocupaciones.
Mientras que algunos optan por soluciones temporales como el flequillo postizo, en Ángela Navarro apuestan por diseños que parten de la textura real para construir una mejor imagen.
Imagen, salud y corte: más allá de la estética
Durante años, los cortes se elegían en función del “tipo de cara”. Pero esa mirada no solo está pasada de moda: es limitante y, en muchos casos, errónea.
Lo que define si un corte funciona es cómo convive con el pelo real y con la forma real de estar en el mundo de cada persona. Ni más ni menos.
En procesos como la quimioterapia, el acompañamiento estético es esencial. Cortes adaptados, pelucas de pelo natural o flequillos integrables forman parte del servicio personalizado que Ángela Navarro ofrece en su centro de Madrid.
En Ángela Navarro han acompañado a miles de personas en procesos vitales de transformación —por salud, por identidad, por necesidad o por pura evolución—, y su visión de la imagen no parte del molde, sino del individuo.
“A veces basta con que alguien te diga: ‘tu pelo está bien como es, vamos a sacarle partido’. A partir de ahí, todo encaja: te ves mejor, inviertes menos tiempo, te sientes más tú. Eso también es belleza. Y también es salud».
Con más de 30 años de experiencia, el centro Ángela Navarro es un referente nacional en peluquería, imagen y estética reparadora. Su equipo combina creatividad, conocimiento técnico y sensibilidad para ofrecer una atención integral y personalizada, desde la belleza convencional hasta el acompañamiento oncológico, los procesos de alopecia o las transiciones de identidad.
Ángela Navarro – Peluquería experta en imagen personal y soluciones capilares personalizadas, se encuentra ubicada en C. de Padilla, 1, Salamanca, 28006 Madrid.