ELCANO: De la diplomacia al marketing
Los setenta y dos cruceros realizados por el Juan Sebastián Elcano han servido para formar a la oficialidad de la Marina, pero al mismo tiempo se han utilizado para acompañar las acciones diplomáticas españolas en los muchos países donde el buque ha hecho escala. De hecho, ha sido el Ministerio de Asuntos Exteriores el que tradicionalmente ha coordinado las visitas. Sin embargo, la presencia del barco en Santander y la magnífica acogida popular que ha tenido ha servido para sacar otras conclusiones. El Ministerio de Defensa ha comprobado que el bergantín-goleta puede ser una magnífica herramienta de marketing para promover vocaciones militares, algo de lo que tan necesitado se encuentra el nuevo sistema de tropa profesional, y por eso se va a plantear el hacer más escalas en puertos españoles, recortando los recorridos por mares extranjeros.
Defensa se está encontrando con un bajo nivel de respuesta a las convocatorias que hasta ahora ha realizado para cubrir las nuevas plazas de soldado profesional. El problema se agudiza al haberse adelantado el fin del reclutamiento forzoso, que obligará a disponer para el próximo 1 de enero de los 102.000 profesionales previstos (la cifra no incluye a los 48.000 cuadros de mando), un número que a pesar de su relevancia es relativamente bajo si se tiene en cuenta que el reclutamiento forzoso aportaba alrededor de 200.000 soldados por año, y que permite suponer que se cerrarán no pocos establecimientos militares.
Para paliar el problema, el Ministerio ha abierto todas las plazas a las mujeres, ha ofrecido volver a los marinos que hayan pasado a la vida civil, siempre que tengan menos de 33 años, y ha tratado de seducir a los hijos de emigrantes, sobre todo los que se asentaron en Hispanoamérica, aunque con escasos resultados. De los primeros 260 que aceptaron incorporarse sólo han llegado a jurar bandera 44, que lo hicieron en el acto celebrado en Santander.
Si en toda España el nivel de solicitudes es reducido (aproximadamente dos por plaza, lo que deja un margen muy reducido para la selección), en Cantabria es aún menor. En las dos primeras pruebas selectivas realizadas este año únicamente se presentaron 88 aspirantes locales, de los que ingresaron 56 (de ellos 16 mujeres). Un porcentaje que apenas representa la mitad del peso real de la población cántabra y que quizá pueda atribuirse a los escasísimos destinos que se ofrecen en la región (sólo cinco plazas en las tres primeras convocatorias del año).
En el último bienio han sido contratos como soldados o marineros 382 cántabros, sobre un total de 76.142 efectivos profesionales que ya tienen las fuerzas armadas españolas. Por el contrario, las regiones proporcionalmente más representadas son Canarias, Extremadura, Castilla y León y Andalucía.
Para mejorar los atractivos profesionales, el Ministerio de Defensa ha reservado todo el futuro cupo de suboficiales a estos soldados, que así tendrán posibilidades de promoción en el empleo, además de guardarles el 50% de las futuras plazas de la Guardia Civil, lo que no obsta para que quien lo desee pueda seguir reenganchándose como soldado hasta su paso a la reserva, a los 58 años.
