‘Brote’, La nueva colección de E.R.A.X que habla de lo invisible

La pasarela se tiñe de blanco. El silencio pesa más que la música. Los tejidos se deslizan con una delicadeza que inquieta. Hay algo que no se dice —pero está ahí— latiendo entre costuras. Así se presentó «BROTE», la nueva colección Fall/Winter 25 de E.R.A.X, la firma española que, sin estridencias, está creando uno de los discursos más sólidos y necesarios de la moda actual.

Hablamos con su diseñadora para hablar de ese «algo» que no se ve, pero que habita en todos. La fragilidad mental, el colapso interno, la belleza del desorden. De eso habla “Brote”. Y también de mucho más.

«BROTE» es un título potente y evocador. ¿Qué ideas o emociones buscabas transmitir con esta colección?

Brote’ no pretende representar una enfermedad. Habla del espacio interior donde suceden cosas que no siempre se ven: saturación, silencio, agotamiento, ansiedad, hipersensibilidad. Momentos en los que la mente se encierra, se desborda, se rompe un poco… o simplemente deja de funcionar como siempre.

Lo que me interesaba era ese universo emocional invisible, donde las personas continúan funcionando hacia afuera mientras dentro algo se detiene o colapsa. Y hacerlo desde la contención, desde la belleza callada. No hay grito, hay eco.

¿Cómo se traduce ese concepto de fragilidad y contención en las prendas, en los materiales y volúmenes que presentaste?

Desde el principio tuve claro que no podía ser una colección ruidosa. Hay fruncidos, cuellos altos que tapan la boca —como si se apagase la voz—, fits que abrazan el cuerpo casi hasta inmovilizarlo. Todo habla de contención.

El blanco domina la colección, como guiño al universo clínico, al silencio. También hay transparencias, que funcionan como metáfora de ese ‘ver a través’. No quedarnos en lo superficial, entender que debajo hay personas, procesos, historias. Y las superposiciones —camisas, camisetas—, construyen esa idea de capas emocionales que se van acumulando. Nada está por azar.

¿Dónde nació la idea de «Brote»? ¿Cómo fue su proceso creativo?

Todo comenzó con la lectura del relato de una persona que había atravesado un brote psicótico. Me impactó profundamente cómo tendemos a juzgar sin saber. Pensé: ¿y si en lugar de alejarnos, tendiéramos la mano?

Empecé a investigar. Cómo se vive desde dentro. Cómo lo representa la cultura. Me sumergí en el cine, la fotografía, la literatura: ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, Yayoi Kusama, Francesca Woodman, Richard Avedon, Ángel Martín… Necesitaba traducir esas sensaciones en tejidos.

Pero no quería caer en el paternalismo ni en la lección moral. Solo quería mostrar otra realidad. Darle cuerpo, forma, presencia. Ponerla sobre una pasarela sin gritarla. Y que esa realidad, que parece de algunos, se entienda como la de todos. Como algo cercano.

¿Qué papel juega la sostenibilidad y el trabajo artesanal en esta propuesta?

E.R.A.X siempre ha creído en lo local, en lo artesanal. Todas las piezas se producen a mano en España: nuestro atelier en Madrid, los artesanos de piel en Barcelona, el punto en Valencia. En ‘Brote’, eso se ha intensificado.

No queremos que la artesanía muera. No solo por la tradición, sino por lo que implica a nivel humano. Las manos importan. Cada prenda es única, no por ser arte, sino por tener atributos artísticos.

Hay un respeto profundo por el oficio. Y también por la moda española, por los profesionales que sostienen este sector. No vamos a pasar por encima de ellos.

¿Hay alguna pieza que consideres el alma de la colección?

La ventaja de una colección —a diferencia del atelier y lo hecho a medida— es que tienes muchas páginas para escribir. No necesitas contarlo todo en una prenda.

Pero si tuviera que elegir una, sería uno de los vestidos de punto blanco. Tiene cinturones colgando en lugar de sujetar. El blanco habla del contexto clínico. El punto, del cuerpo. Y los cinturones caídos, del peso que cargamos, del juicio ajeno, de lo vivido. Es la única pieza que suelta, que no contiene. Que deja caer. Es el ‘después’ del brote.

¿Qué lugar ocupa «Brote» en la evolución de E.R.A.X como firma?

Es una reafirmación. Nos ha recordado que se puede hacer ropa con discurso, sin perder funcionalidad. Que puedes hacer moda y también hablar de cosas. En esta colección hay historia, pero también hay camisas que se pueden usar a diario, pantalones que elevan un look, corsets y chaquetas que lucen como ornamento. Queremos que la moda sea escaparate y también debate. Y con ‘Brote’, sentimos que hemos podido mantener ese equilibrio.

Con «Brote», E.R.A.X no solo viste cuerpos, sino que los escucha. Le da forma al silencio y espacio a lo intangible. Es una colección que no pide permiso para emocionar, que pone en escena una verdad compleja sin dramatismos. Solo con ropa. Solo con belleza. Solo con la potencia de una voz que, aunque a veces no se oiga, siempre está ahí.

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