PANORAMA
INTERNACIONAL

derrochadores
Érase una vez unos republicanos que se peleaban contra el gasto federal improductivo y luchaban a brazo partido para reducir el tamaño del estado (…) pero esa historia ya se acabó porque la factura de 286.500 millones de dólares para autopistas que el presidente Bush acaba de aprobar significa el epítome de la transformación del partido que ahora manda en Washington, que ha pasado de la insurgencia antigubernamental a la adicción al gasto (…)
¡Y hay que ver en qué se lo gastan¡ La factura de las autopistas tiene más carne de cerdo que todo el estado de Iowa. En el Congreso se ha presupuestado dinero para unos 6.500 proyectos locales con un coste de 24.000 millones de dólares, con perlas como dedicarle 220 millones de dólares a un puente para unir el continente con una isla de Alaska que sólo tiene 50 habitantes (…)
Lo de las autopistas no es la única medida fiscalmente irresponsable que estos días ha contado con la aprobación del presidente. En el sector energético, la semana pasada se han aprobado abundantes recortes de impuestos para una industria petrolera que tiene el crudo a un precio récord de 64 dólares el barril (…) Ahora bien este despilfarro será, a largo plazo, una amenaza para el propio Partido Republicano, pues de momento el superávit de los ahorros ha mantenido bajos los tipos de interés permitiéndole seguir una política que simultánea cañones, mantequilla y recortes fiscales sin sufrir las consecuencias, pero esto no va a durar toda la vida.
Financial Times

LA BURBUJA DEL PETROLEO
Con el precio del petróleo por encima de los 60 dólares el barril, ¿a dónde van a parar los beneficios de semejante pelotazo para los países productores? Una parte, a cosas útiles como carreteras o colegios o a pagar las deudas; otra parte se recicla y vuelve a los países sedientos de energía en forma de mayor demanda de sus productos. Sin embargo, una buena cantidad de ese dinero puede estar inflando una gogantesca burbuja bursátil en Arabia o, simplemente, se queda enterrado en la arena (…)
Para los países petrolíferos del Golfo los buenos tiempos están volviendo con una furia desconocida desde los años 70 (…) No hay que sorprenderse de que en abril una oferta pública de acciones de una empresa nueva de petróleo en el megarrico país de Abu Dabi terminara con una suscripción 800 veces superior a la oferta. La compañía, llamada Aabar Petroleum Investments, buscaba incrementar modestamente 135 millones de dólares su capital y en la operación ha obtenido ofrecimientos por 100.000 millones de dólares, una suma que es un cuarto mayor que el PIB de los siete países que forman los Emiratos Arabes Unidos (…)
Nomura, una compañía financiera japonesa dice que todo esto se parece horriblemente a la burbuja del Nasdaq de finales de los 90 y los inversores más curtidos han vuelto a cosas más sólidas. Concretamente, las ventas de oro se han disparado, así como las de los coches de lujo Bentley. En la empresa dicen que la demanda procedente de los países del Golfo se ha multiplicado por cuatro el año pasado.
The Economist

Tesco
Si un antropólogo quisiera saber cómo es Gran Bretaña, lo mejor que podría hacer es preguntarle a Tesco, porque esa empresa vende un tercio de todos los comestibles británicos, pero también porque sus clientes están entre los ricos, los de clase media y los pobres en la misma proporción que están los compradores en el país (…)
A principio de los 90, Tesco ocupaba una pequeña parte del mercado en un lugar como Gran Bretaña, donde la gente establecía categorías según donde hiciera la compra y donde las encantadoras mamás de extracción media-alta iban a J. Sainsbury o a Waitrose (…) Sin embargo, Tesco ha prosperado y es ya el mayor establecimiento de venta al por menor para todos. Emplea a más de 250.000 personas, tiene un beneficio antes de impuestos de 2.000 millones de libras y aún está creciendo en casa y en el exterior. ¿Qué ha pasado? Parte de la respuesta está en la propia Gran Bretaña. En la medida que los británicos se han vuelto más de clase media, Tesco les representa mejor y ha hecho un uso de la tecnología más efectivo que sus rivales para descubrir exactamente lo que le gustaba a esta clientela (…)
Tesco está siempre deseosa de nuevos datos y ese conocimiento le permite dos cosas: no escatimar atención sobre sus clientes, ofreciéndoles descuentos sobre lo que compran todos los días, y ajustar sus ofertas para adaptarse al perfil de un área local determinada o incluso al momento del día (…) Su éxito no tiene otro secreto que el saber combinar el conocimiento local que puede tener un tendero con las economías de escala de una multinacional en compras y logística.
The Economist

LOS BANCOS, SIN MARGEN
La campaña de la Reserva Federal para ponerle riendas a la inflación ha creado una rareza económica, la llamada “curva de producción aplastante” que está estrujando a los bancos y a las empresas de Wall Street y que en el pasado ha significado una recesión económica.
Mientras la Reserva Federal se prepara para subir los tipos de interés a corto plazo por décima vez consecutiva en los últimos catorce meses, hasta llegar al 3,5%, los intereses a largo plazo permanecen obstinadamente bajos aunque hayan crecido algo en las últimas semanas. Esto ha hecho que algunos observadores hayan predicho que las diferencias entre ambos índices, lo que se llama la curva de producción, va a desaparecer para final de año (…)
Si la curva termina por invertirse con las tasas de corto plazo por encima de las de largo, los bancos perderán el incentivo para prestar y esa es una de las razones por las cuales cada vez que la curva se ha invertido, eso ha significado recesiones (…)
The Wall Street Journal

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