CEOE pide 1.500 inmigrantes para las empresas cántabras

En Cantabria hay actualmente algo más de 2.000 trabajadores extranjeros con contrato de trabajo regularizado, pero las necesidades de las empresas siguen siendo elevadas. A pesar de que el desempleo regional es de alrededor del 10% de la población activa, según la patronal resulta muy difícil encontrar peones para la construcción, chapistas, aserradores, cocineros o chóferes para transportes internacionales. Por ese motivo, CEOE ha solicitado un cupo de casi 1.500 inmigrantes para el próximo año, una cifra que los sindicatos consideran desmesurada. En su opinión, las necesidades son muy inferiores y estos trabajadores acabarían compitiendo por los empleos con los locales.
Lo cierto es que el problema de las empresas es urgente y, por extraño que parezca, afecta incluso a grandes fábricas, con unas condiciones laborales atractivas, desde el sector textil a la fabricación de electrodomésticos o a la de motores eléctricos.
Uno de los sectores con más necesidades, el de los hosteleros, ha tenido serios apuros en las últimas campañas para conseguir personal y en el pasado verano su Asociación optó por intermediar en la contratación de inmigrantes en sus países de origen.

Unos trámites complicados

CEOE-CEPYME sostiene que los empresarios nunca recurrirían a los trabajadores inmigrantes, a los que hay que pagar lo estipulado en el convenio colectivo, igual que a un trabajador nacional, si encontrasen mano de obra en la región, porque para ellos es mucho más cómodo buscar a través del INEM, que contratar en el extranjero a una persona a la que no conocen y con la que no comparten una cultura o un idioma. Según la patronal, la única razón por la que se reclaman estos trabajadores es por la carencia de mano de obra disponible en el mercado interior: “Nadie se tomaría tanto trabajo, si no fuese así”, dice Elena Palacios, responsable de Formación de CEOE.
Por su parte, los sindicatos tienen una percepción muy distinta: “CEOE pide 150 peones de construcción y nosotros les podemos ofrecer todos los que quieran, o soldadores”, dice Jesús Arce, de CC OO. Como ya ocurriera con la aparición de las ETTs, las centrales sindicales recelan de que estas contrataciones de extranjeros contribuyan a deteriorar a medio plazo las condiciones laborales en muchos sectores: “Los empresarios”, dice Arce, “reclaman 287 conductores para viajes internacionales, algo que sólo puede entenderse desde la óptica de sustituir el personal actual por otro más maleable que, por ejemplo, acepte renunciar a que se considere tiempo de trabajo aquel que no se permanece en la cabina”.
Unas razones que la patronal rechaza con el argumento de que todos los contratados se ajustarán al convenio de la empresa receptora y no hay mano de obra local para trabajos penosos como el de los transportistas internacionales, que en ocasiones permanecen más de veinte días fuera de su casa, o como el de los taladores de montes.

Mediación de CEOE

La patronal cántabra pretende facilitar a las empresas los trámites para la contratación de estos inmigrantes, de forma que, una vez decidido por el Gobierno de la nación el cupo final para Cantabria, no tenga que ser cada empresario individual el que busque en el resto del mundo trabajadores con los perfiles profesionales que necesita. CEOE llegaría a acuerdos con empresas de selección de personal e instituciones de otros países con el objeto de encontrar a los trabajadores adecuados y resolver la compleja tramitación que comporta todo el proceso.
Una vez en España, los trabajadores recibirían una mínima formación para el desempeño de su puesto de trabajo y para conocer las normas de seguridad.
Por la vía de los cupos llegarán trabajadores de continuidad, a excepción de los que reclamen algunas activides muy estacionales. Así se evitará que los inmigrantes, una vez en España, acaben por engrosar un colectivo irregular sin ocupación habitual engordando el problema que ya plantean los sin papeles.

Los oficios que no se encuentran

Para establecer las necesidades de las empresas, CEOE-CEPYME ha pasado una circular cuyos resultados demuestran que en muchos casos los perfiles laborales que demandan no están atendidos por la formación reglada, ni por la que se imparte a los desempleados. Según Elena Palacios se juntan varias circunstancias que permiten explicar ese desajuste del mercado que difícilmente se corregirá a corto plazo. Por una parte, los jóvenes cántabros han recibido una amplia formación que les hace descartar empleos de bajo nivel de cualificación o demasiado esforzados. Por otra, es cada vez más habitual que quienes cursan Formación Profesional dejen los estudios antes de concluirlos ante las ofertas de trabajo que reciben de las empresas que ni siquiera con estos fichajes apresurados resuelven los problemas.
Pero tampoco llegan a cubrirse algunos puestos de muy alta cualificación. En opinión de las empresas, llega a ser tan difícil encontrar montadores de muebles de cocina como ingenieros mecánicos y la lista de oficios donde la demanda supera a la oferta de mano de obra es, según CEOE, muy amplia: soldadores, chapistas, pintores de automoción, albañiles, conductores, limpiadores de hostelería, camareros, albañiles, personas para atención domiciliaria, fabricantes de embalajes de madera y de cartón… Una relación que los sindicatos reducen y matizan, al señalar que en muchos casos la ausencia de mano de obra local sólo es consecuencia de las malas condiciones laborales que se ofrecen.

Ajuste de la oferta y la demanda

La demanda hasta ahora se ha cubierto en parte con inmigrantes ilegales que ya se encontraban en el país y que así han regularizado su situación, pero la mayoría de ellos no tiene cualificación que se requiere. El próximo año será el primero en que se apliquen los cupos de inmigrantes traídos ex profeso y se podrán sacar algunas conclusiones. Por lo pronto, los sindicatos reconocen que será la forma de tener un perfecto control de los contratos y de que se puedan inspeccionar sus condiciones laborales. También los empresarios empezarán a sacar conclusiones y comenzarán a conocerse las preferencias. La poca experiencia que existe indica que resulta más sencillo el entendimiento con personas que provienen de un entorno cultural más cercano al nuestro, como el iberoamericano, pero que la cualificación profesional en la mayor parte de los oficios que se reclaman sólo puede encontrarse en los países del Este de Europa.

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