Sancisa estrena un nuevo taller en Tanos para carrocería de multimarca
Tras una inversión de 3,5 millones, las nuevas instalaciones han abierto sus puertas
Julio Saiz abrió un pequeño taller de vehículos industriales multimarca en Renedo en 1966 bajo el nombre de Sancisa. Con los años, el negocio fue creciendo y se trasladó a las actuales instalaciones, en Vargas, bajo el ala de la firma Mercedes, junto a la que han seguido evolucionando. Tanto, que han decidido acabar este año 2022 con la apertura de un taller multimarca en el polígono de Tanos-Viérnoles, en el que ha invertido más de 3,5 millones de euros.
Julio Saiz abrió un taller en Renedo para reparar los diferentes vehículos industriales de la época. Era el año 1966 y la evolución del negocio supuso que las instalaciones se fueran quedando pequeñas. En 1987 se trasladó a otras nuevas en Vargas, y firmó un contrato con Mercedes-Benz España, convirtiéndose en taller autorizado para los camiones de la compañía alemana.
Sancisa siguió creciendo y en el año 2000 incorporó otra nave junto a la existente, que le permitía ganar espacio e incorporar las últimas tecnologías. También encontró un nuevo nicho de negocio, gracias a la firma de un contrato con Evobus Ibérica, por el que se convirtió en el único taller autorizado de autobuses Mercedes-Benz de la región.
Cuatro años más tarde sumó un nuevo edificio de oficinas y un almacén. Este complejo, que ocupaba ya 13.000 m2, se completó un lustro después con otra nave para reparación de furgonetas y turismos, tras conseguir ser taller oficial de este tipo de vehículos.
Aunque hace casi un año que el fabricante alemán de coches y camiones se dividió en dos empresas independientes –una de camiones y autobuses (Daimler Truck AG) y otra especializada en turismos y furgonetas (Mercedes-Benz)–, ese cambio societario de la marca a la que lleva tanto tiempo vinculada no ha repercutido en la empresa de la familia Saiz, que ha mantenido su estatus de taller oficial para ambas gamas.
Un taller de última generación
La apertura de la nave de Tanos ha supuesto el traslado de la sección de chapa que tenía en Vargas, donde, a partir de ahora, también se repararán las carrocerías de otros vehículos y no solo de los de la marca alemana.
La nueva nave, proyectada por el arquitecto torrelaveguense Luis Castillo y construida por la empresa Disacar XXI, dispone de 3.000 m2 divididos en dos plantas de idéntico tamaño conectadas por un montacargas de grandes dimensiones.
Los 1.500 m2 de la planta inferior están destinados a camiones y autobuses, mientras que la superior se ha dedicado a turismos y furgonetas.
En ambas disponen de sendas bancadas electrónicas de última generación y, en la planta baja el taller cuenta, además, con una cabina de pintura de 22 metros –para pintar autobuses– con elevadores laterales, única en Cantabria. De hecho, hasta ahora, la mayor parte de empresas de la región que necesitaban pintar sus autobuses, debían acudir a Bilbao, algo que ya no será necesario.
A diferencia de las instalaciones de Vargas, que tienen un gran espacio de aparcamiento, para albergar la treintena de vehículos de cortesía que Sancisa pone al servicio de sus clientes y los vehículos que están a la espera de reparación, en las instalaciones del polígono de Tanos-Viérnoles este espacio es reducido, ya que prácticamente todas las reparaciones se harán bajo cita.
Gracias a esta apertura, la empresa podrá ampliar en Vargas el taller mecánico de camiones dedicado a Mercedes. Algo que resulta muy importante para la compañía, puesto que la reparación de estos grandes vehículos supone alrededor de un 60% de su facturación. “Además de que las reparaciones de camiones son muy costosas, dentro del mundo Mercedes, este taller es de los más grandes de España y, aunque está mal que lo diga, de los más reputados”, asegura Rafael Toca, gerente de la compañía y actual presidente de la asociación de talleres Mercedes en España.
Quizá por eso, no toda la clientela de Sancisa es regional. Si bien lo es en la reparación de vehículos y furgonetas, en el caso de los camiones, entre un 30% y un 35% proceden de las comunidades limítrofes.
Aumento de costes
Aunque la idea de construir el nuevo taller surgió antes de la pandemia, no se ha llevado a la práctica tan rápido como esperaban en la compañía. “Con la pandemia, las administraciones se relajaron mucho y toda la cadena de suministro se resintió. Costó mucho sacarlo adelante, y luego llegó la guerra de Ucrania, que hizo que se dispararan los precios”, relata el gerente.
Si bien pudieron adquirir la parcela a un precio razonable, por ser de la empresa pública SICAN (Suelo Industrial de Cantabria), los gastos se han ido incrementando por encima de lo previsto a medida que se desarrollaba el proyecto.
La primera desviación fue producto de la propia obra, al tener que reforzar las estructuras. El siguiente encarecimiento tuvo que ver con la subida de los precios de los materiales. “Se trata de una obra muy intensiva en hormigón, vidrio, hierro y aluminio, cuatro productos que se han encarecido muchísimo en este tiempo”, relata Toca. Todo ello ha provocado que la construcción haya tenido al final un 70% de sobrecoste respecto a lo planeado.
Entre la propia obra y la maquinaria adquirida para las nuevas instalaciones, Sancisa ha invertido algo más de tres millones y medio de euros en este proyecto.
La subida de costes en la construcción no ha sido el único efecto de la inflación que ha tenido que afrontar la empresa en los últimos meses, especialmente agitados en todo el sector.
Si bien Toca destaca que, aunque por supuesto han notado las subidas, el encarecimiento de la electricidad no está siendo una gran piedra, ya que la compañía cuenta con placas solares desde el año 2004, unas instalación que ampliaron hace dos años. “En la época en la que hace más sol, desde abril hasta octubre aproximadamente, la verdad que es un gran apoyo, aunque no nos autoabastecemos. El resto de meses son peores”, confiesa el gerente de Sancisa.
A diferencia de otros negocios, el taller no ha sufrido por la subida de precios de sus materiales. “El 90% de las mercaderías con las que trabajamos procede de Mercedes y ellos ponen la tarifa. Las subidas están más o menos controladas porque, aunque se han encarecido dos veces, lo han hecho por debajo del IPC”, explica.
Lo que sí ha hecho mella es el precio del aceite. Al tratarse de un subproducto del petróleo, cuando se produce menos petróleo, hay menos aceite y sube su precio. “A partir de la pandemia, cuando bajó mucho el consumo de carburante, se produjo mucho menos, por lo que apenas había aceite. Ahora, con las subidas del carburante, más aún desde el inicio de la guerra, tenemos un problema con el precio”, relata Toca, que calcula que su consumo anual está en torno a los 35.000 litros.
Otra circunstancia que ha tenido gran impacto en la compañía han sido la huelga de transportistas del pasado mes de marzo, que se mantuvo durante 20 días. “Tuvimos que mandar a la gente para casa porque no venían camiones al taller (no podían moverse) y en la parte de turismos, porque no nos llegaban los suministros”, recuerda el gerente.
Semanas después, en junio, se vieron afectados por la huelga del metal, que se alargó otros 20 días. “A pesar de que el 95% de nuestros empleados no quiso hacer huelga, teníamos piquetes de fuera que nos obligaron a estar cerrados. Esto nos ha supuesto un gasto extra de unos 230.000 euros”, se lamenta Toca, que explica que la subida de los costes laborales tras la actualización del convenio e incluyendo los atrasos y la nueva subida (que estiman en torno al 6,5%) también se ha notado.
A pesar de estas circunstancias negativas, el gerente de Sancisa calcula que cerrarán el año con una facturación muy parecida a la del anterior, que se situó en 7,2 millones de euros, aunque con menos beneficios.
Los coches eléctricos amenazan con reducir la carga de trabajo de los talleres
Nadie duda de que el futuro de la automoción pasa por los vehículos eléctricos, que buscan proteger el medio ambiente, pero eso no evita que estos nuevos vehículos supongan una amenaza para los talleres mecánicos, que verán reducido su trabajo en torno a un 40%.
Mercedes-Benz ha anunciado su intención de dejar de vender coches de combustión antes de que acabe la década. Para que en 2030 todos sus modelos sean eléctricos, el gigante alemán ya ha dado luz verde a un presupuesto de 40.000 millones de euros que servirá para el desarrollo de nuevas plataformas y la apertura de gigafactorías en las que producirá baterías y motores eléctricos.
“En los coches eléctricos, si tienes un problema en el motor, hay que poner uno nuevo. Además, no llevan aceite; no existe el rozamiento, que desencadena la mayoría de los problemas mecánicos y desgaste de piezas”, explica el gerente de Sancisa, Rafael Toca. “Si este cambio al vehículo totalmente eléctrico se diera mañana, nosotros perderíamos automáticamente el 40% de nuestro trabajo”, constata.
Esto permite augurar que las plantillas de muchos talleres se reducirán en un futuro próximo. También cambiará el perfil de los trabajadores a uno más técnico y especializado. “Quizá vayan surgiendo otro tipo de servicios, pero eso habrá que ir viéndolo”, analiza Toca.
Pensando en este cambio ligado a los vehículos eléctricos, Sancisa decidió marcarse una nueva estrategia de crecimiento. “Normalmente, las empresas de automoción tienden a comprar otra marca o a ampliar con otros talleres en otras provincias, pero nosotros decidimos apostar por ampliar nuestro negocio de reparación de carrocerías, ya que, por muchos cambios que haya en automoción, los coches seguirán teniendo carrocería”, comenta Toca.
Más personal
Cuando Rafael Toca aterrizó en la compañía, en el año 2002, tenía 14 empleados. A día de hoy, esa cifra ha aumentado hasta los 65 y, si las nuevas instalaciones funcionan como espera, alcanzará los 80. “A día de hoy ya estamos trabajando en Vargas con más personal del que necesitamos, pero la idea es que se formen antes de ir a las instalaciones de Tanos”, explica.
Los perfiles son bastante diversos: hay economistas, ingenieros, asesores de servicio y varios tipos de técnicos (mecánicos, chapistas, pintores, electricistas…).
A pesar de las dificultades que está viviendo el sector del metal –similares al de la construcción– para encontrar estos perfiles profesionales y poder llevar a cabo un cambio generacional, en Sancisa se sienten afortunados, ya que su situación, por el momento, no es problemática. “Muchos estudiantes de grado medio y grado superior de estas profesiones quieren hacer prácticas con nosotros y, una gran mayoría, se queda en plantilla tras terminar”, revela Toca. Al ser una empresa de una larga trayectoria, cuenta con una parte del personal muy veterana que sirve de tutor para estas nuevas incorporaciones.
El gerente destaca la estabilidad de la compañía, en la que “incluso antes de la última reforma laboral, el 96% del personal era indefinido”. Otra ventaja para los trabajadores es la actualización permanente: “Mercedes es una empresa que la valora mucho la formación continua. Aunque la tiene que pagar la empresa, la propone y la imparte la marca, y eso también es atractivo para los trabajadores”.
Dispuesta a que su futuro sea al menos como su pasado, Sancisa confía en que esta apuesta suponga un nuevo impulso. Hasta el momento, han llevado a cabo una labor comercial con varios potenciales clientes, entre los que destacan aseguradoras, empresas de alquiler de vehículos o talleres de camiones industriales que no tienen sección de chapa y pintura. Ahora, solo queda arrancar.
María Quintana
