El CISE inocula el emprendimiento entre los universitarios

El Centro cántabro es pionero en España y ha exportado sus programas en otras universidades

Cinco años después de su creación, el CISE se ha consolidado como el centro español de referencia en la investigación y difusión del emprendimiento. Su programa E2 para el fomento de la cultura emprendedora entre estudiantes se aplica ya en las universidades de Oviedo y de Valencia. También lidera un programa europeo para la creación de una metodología común en las universidades de la UE.


Al pensar en su futuro profesional, una cuarta parte de nuestros estudiantes universitarios cántabros ya se plantea como primera opción la posibilidad de montar su propia empresa, una señal de que la cultura del emprendimiento ha empezado a arraigar. A ese cambio de mentalidad está contribuyendo la existencia del único centro de todo el país que tiene como objetivo fomentar la capacidad creativa de los estudiantes en el campo empresarial y estudiar los procesos que conducen a identificar las oportunidades de negocio.

Han transcurrido cinco años desde la creación del CISE (Centro Internacional Santander Emprendimiento), por un acuerdo de la Universidad de Cantabria, el Gobierno regional y el Banco Santander, dentro del marco de Cantabria Campus Internacional. En este tiempo no solo se ha consolidado como centro de referencia en España sino que ha comenzado a liderar programas europeos.

En sus llamativas instalaciones en la Escuela de Caminos, jóvenes estudiantes aprenden la forma de poner en marcha su propio proyecto de negocio, y lo hacen de forma práctica, trabajando en equipo y con el asesoramiento de empresarios que colaboran con el CISE desde su inicio.

Esta implicación empresarial ha sido uno de los ejes sobre los que se planteó la creación del Centro en 2012. Su director, Federico Gutiérrez-Solana lo explica así: “Nos propusimos que no hubiera ni un solo programa sin presencia del tejido empresarial, porque estábamos tratando de transmitir herramientas, actitudes y formas de trabajar con el conocimiento que los empresarios ponen en práctica cada día”.

Formar emprendedores

Ese enfoque práctico es el que se aplica en programas como el E2, el primero de los que pusieron en marcha y el que más identifica su forma de actuar. En él se selecciona cada año a quince estudiantes universitarios que hayan mostrado su inquietud por el emprendimiento y capacidad de liderazgo, y se les forma en un taller de 30 horas de duración en la metodología con la que van a trabajar.

Lo más llamativo de este programa es que, junto a ellos se forman también los quince empresarios que van a tutelar los proyectos. De esta forma, comparten con los estudiantes las pautas del proceso de emprendimiento que debe desembocar en la definición de un modelo de negocio viable. Concluido el taller, cada estudiante debe crear su equipo de trabajo eligiendo a otros cuatro –procedentes generalmente de otras carreras– y actúa, a su vez, de formador con ellos, lo que provoca un efecto expansivo.

Con los equipos ya creados, se propone un modelo de negocio y se van dando los pasos hasta su maduración. El objetivo no es crear una empresa –algo que sí se persigue con otro de los programas gestionados por el CISE, el Santander YUZZ, un programa nacional que ofrece asesoramiento y formación a jóvenes emprendedores que quieren desarrollar una idea innovadora. Lo que realmente busca el E2 es que los participantes sepan cómo actuar cuando quieran dar forma a un proyecto empresarial.

“Queremos garantizar que estos chicos aprenden a sacar todo su potencial estén donde estén”, señala Gutiérrez-Solana. “Más que una empresa es desarrollar habilidades y conocimientos y ponerlas en práctica sin que nadie les venga a decir lo que tienen que hacer”, añade.

Aunque no vayan necesariamente a crear su propio negocio, estas habilidades son muy valoradas por las empresas, que buscan ese perfil a la hora de hacer nuevas contrataciones.

A adquirir esas habilidades, aunque de manera más reglada, también está enfocado el master de emprendimiento que imparte el CISE, un título que se puede obtener a la vez que se cursa el grado universitario. Cada año, una treintena de estudiantes hace este master que les conecta con la realidad empresarial.

Exportado a otras universidades españolas

El éxito del programa E2, que ya va por su quinta edición, lo ha convertido en un reclamo para otras universidades españolas. Desde el pasado año, el CISE viene coordinando su aplicación en la Universidad de Oviedo y en las universidades públicas valencianas, adaptando el programa a esos entornos.

Otra comunidad más, Castilla-León, se ha interesado por esta iniciativa, con una variante enfocada a la Formación Profesional. Aunque finalmente no lo llegó a aplicar por problemas presupuestarios, el Gobierno de Cantabria sí lo ha hecho, a través de la Consejería de Educación. Este apoyo se extiende también al STARTinnova, un programa impulsado por El Diario Montañés que fomenta la creatividad e innovación entre los alumnos de los institutos y los acerca al mundo empresarial.

Una metodología internacional

La proyección de la labor del CISE ha alcanzado ya un rango internacional. En estos días se ha puesto en marcha un proyecto europeo denominado Blues que se desarrollará a lo largo de los dos próximos años en Eslovenia, España, Finlandia, Italia y Portugal y que lidera el centro cántabro. El objetivo es compartir las experiencias que en el campo del emprendimiento han acumulado estos países para crear una metodología común.

Con este proyecto, financiado por la Unión Europea, se dará un paso importante para impulsar las habilidades emprendedoras de nuestros universitarios, una labor cargada de futuro en la que el CISE es pionero.

Jesús Polvorinos

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