ProRacing: Todo para que cualquiera pueda competir en un rally

La empresa de Isabel Ortiz y Álvaro Velasco ofrece coches de competición, asistencia técnica y logística

Los rallyes empezaron a celebrarse en España en torno a 1950. El primer certamen organizado fue el Campeonato de España de Conductores, en 1956, y en los años 60 surgieron los campeonatos regionales. Aunque el Rallye Santander-Cantabria no nació hasta 1979, este deporte siempre ha gozado de buena salud en la región. Cantabria no solo cuenta con pilotos de talla mundial, como Dani Sordo o Chus Puras, sino también con tramos espectaculares y una gran afición. Eso llevó a Isabel Ortiz y Álvaro Velasco a crear ProRacing Competición, una empresa que ofrece todo tipo de servicios para las carreras, incluido el alquiler de los coches.


La cántabra Isabel Ortiz y el leonés Álvaro Velasco forman ProRacing Competición, una empresa pensada para cualquiera que quiera correr un rally, ya que le ofrece la asistencia, la preparación y el mantenimiento de su vehículo de competición o uno en alquiler, si no lo tiene.

El mundo del motor siempre ha formado parte de sus vidas. En el caso de Isabel, la afición llegó a través de su padre, piloto de rallyes, y a los 18 años comenzó a correr como copiloto. Álvaro, por su parte, ha competido en karting desde muy joven.

Ambos decidieron hacer de su afición su profesión: él, como mecánico de estos vehículos, y ella, en el apoyo logístico. Se conocieron trabajando en la misma empresa, en León, y allí surgió su relación de pareja y su aventura empresarial.

ProRacing Competición nació en agosto de 2017. “Ya le veníamos dando vueltas, pero un día, después de un rally, decidimos que era el momento de trabajar por nuestra cuenta”, explica Isabel. Hicieron las maletas y se instalaron en el Parque Empresarial Besaya, en Reocín.

El R5 de ProRacing en una de las competiciones en las que han participado asistiendo a un piloto.

Desde entonces, todo ha ido muy rápido. “En menos de dos años ya teníamos unas instalaciones y dos coches de competición para alquilar”, comenta Álvaro, que destaca la ayuda de Sodercan en su andadura.

No obstante, como todos los emprendedores, las dudas sobre su futuro han sido y son continuas. “Permanentemente nos preguntamos: ¿Y ahora qué pasará?”, señala Isabel. “Al no tener clientes fijos, siempre existe incertidumbre”, añade Álvaro. Afortunadamente para ellos, suelen encontrar los suficientes, gracias a los muchos contactos que han acumulado en el mundillo.

Servicio personalizado

No solo son un taller especializado en preparar vehículos de competición sino que también ofrecen sus servicios de asistencia a los pilotos que lo deseen: organizan el viaje a la competición, gestionan los vuelos y transportes hasta el lugar de la carrera, reservan los hoteles, preparar el catering según los gustos de cada cliente, montan las instalaciones en la zona de competición… Incluso pueden aportar los coches.

La escudería cuenta con dos vehículos de última generación a disposición de sus clientes. Son los últimos modelos de Ford Fiesta, en ambos casos con doble equipamiento, que les permite competir sobre tierra y sobre asfalto. La diferencia es que uno es un R2, un coche-escuela, enfocado en especial a jóvenes pilotos, mientras que el otro es un R5, para conductores más experimentados.

“Alquilar uno de nuestros coches permite que cualquiera que quiera competir llegue a la carrera, se ponga el casco y empiece correr, ya que nosotros nos encargamos de todo lo demás”, explica Álvaro. Un servicio totalmente personalizado y que conlleva mucha preparación, especialmente los viajes, por lo que suele contratarse al menos un mes y medio antes de las pruebas.

Un gran recorrido

Álvaro desmontando uno de los coches en su taller. Esta operación ha de hacerse antes y después de cada prueba.

En el año y medio que llevan trabajando, Isabel y Álvaro  se han forjado una fama notable. Puede constatarse echando un vistazo a sus clientes, que se han convertido en su mejor reclamo publicitario.

La primera carrera en la que ofrecieron sus servicios integrales, incluido su R5, fue el Rallye Santander-Cantabria, del pasado otoño. Tuvieron el privilegio de que el piloto francés Bryan Bouffier les eligiera para competir y eso les ha dado un gran impulso. “Ayudó mucho a que la gente hablase de ProRacing y confiase en nosotros”, reconocen.

Posteriormente, el presidente de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA), Manuel Aviñó, también utilizó ese coche para participar en el Rallye de la Nucía 2018.

El canario Gustavo Sosa es uno de los pilotos con los que más activamente ha trabajado ProRacing, así como el profesional chileno Alberto Heller, que se está preparando para el Mundial y recurre a la empresa cántabra siempre que compite en la Península.

El pasado mes de marzo tuvieron su primer trabajo en otro continente: participaron en el Rallye Internacional de Catar, asistiendo al piloto Sheikh Hamad Bin Eid Al-Thani, que logró la tercera posición con el R5 de ProRacing.

“Ver correr el coche en un tramo lleva muchas horas de esfuerzo detrás”, explican. Además del trabajo durante el rallye en sí (montar las carpas, organizar el catering, preparar los juegos de ruedas y la gasolina…) cada carrera conlleva un trabajo previo y otro posterior en el taller. Después de cada prueba, el coche se desmonta por completo para revisarlo pieza a pieza.

Es la parte menos visible de un espectáculo deportivo muy complejo y, cuando el coche se avería, una de las más ingratas, pero ellos saben lo afortunados que son de poder dedicarse a su pasión.        

María Quintana

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