La primera plataforma de conciertos virtuales es cántabra

La app Singulive crea la sensación de estar con el artista y compartiendo la sala con personas que están en otros lugares

Las Oculus Quest de Facebook, unas gafas de realidad virtual pensadas para juegos, van a dar lugar a la primera plataforma española virtual de música en directo, la cántabra Singulive, creada por profesionales de la música y la tecnología que desarrollan sus profesiones en Santander (Javier Palacios y Francisco Calatayud) y Silicon Valley (Bruno Cendón). Gracias a las gafas y a la aplicación, el usuario cree estar en un concierto con amigos sin salir de casa y sintiendo la experiencia con un extraordinario realismo.


Son casi las ocho de la tarde. Luis, Manuel y Laura entran a la sala Curtain para asistir a un concierto de electrónica que llevaban esperando meses. Hace tiempo que no hacen ningún plan juntos. El espacio es grande, tiene capacidad para mil personas, pero eligen desde dónde quieren disfrutar del concierto. Tras hablar entre ellos unos minutos, las luces se apagan y el sonido de la música inunda la sala. Empiezan a mover la cabeza y a dejarse llevar…

Parece una escena de lo más habitual pero no lo es. Los tres amigos viven en distintos países y cada uno está en el salón de su casa. Pero gracias al uso de unas gafas Oculus y de la novedosa plataforma Singulive su sensación de estar disfrutando juntos en un concierto es de lo más realista. Parece sacado de una película de ciencia ficción, pero es algo posible en 2021.

La realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés) es la sensación de estar inmerso en un entorno con objetos o escenas de apariencia real. No estás mirando una pantalla, sino dentro de un espacio.

Puedes mirar a tu alrededor y sentir que perteneces a ese lugar. Dentro de la escena, puedes dirigir tus movimientos con un mando y actuar: acercarte al escenario, sentarte en una silla para compartir mesa con tus amigos, bailar…

Toda la información que le llega al cerebro le induce a suponer que se encuentra en ese entorno, hasta el punto de que el cuerpo reacciona como si realmente estuviese allí físicamente.

Con la idea de abrirse paso en un mercado aún vacío –los conciertos en realidad virtual–, Bruno Cendón, un cántabro que reside en California (EE UU) donde trabaja en Facebook; Francisco Calatayud, gerente de la empresa Binary Box, centrada en realidad virtual, y Javier Palacios, dedicado al mundo de la música y la producción de eventos, decidieron que era el momento de ofrecer una nueva experiencia.

Nacimiento de Singulive

“Queríamos conjugar música y realidad virtual, pero debíamos elegir cómo, porque hay muchos itinerarios posibles”, explica Calatayud. De hecho, hasta el momento, lo más habitual es que los avatares (muñecos 3D) de los cantantes actúen en algún videojuego al que le aportan su popularidad, como han hecho Ariana Grande o Travis Scott en el Fortnite. Los emprendedores cántabros, en cambio, no quieren sacarlos de su universo musical, pero sí que lleguen con ese formato virtual a muchos más seguidores.

Sobre estas líneas, el cantante Diego Vasallo actuando en una de las salas de Singulive llamada ‘The Club’.

Gracias al tiempo que la pandemia les proporcionó para pensar en este nuevo proyecto, en mayo del año pasado empezaron a gestar  Singulive, que se materializó a principios de este año.

“Decidimos crear varias salas, para representar las distintas formas de ver música en directo”, explica Palacios. Por el momento, la plataforma cuenta con cuatro salas de conciertos hiperrealistas, con diferentes tamaños, ambientes y temáticas.

La más grande es la Sala  Curtain, con capacidad para mil personas y una estética muy moderna. El público asistirá de pie a conciertos de pop, rock, heavy, electrónica y música dance, donde pueden bailar y disfrutar del ambiente.

Otra de ellas, The Club recrea un club americano de los años 70. Luz tenue y un pequeño escenario ideal para pequeños conciertos de jazz, rock, pop o funk, donde sentirse al lado del artista. Dispone de mesas y sillas y banquetas en las que se pueden sentar cien personas.

Su Teatro Apollo tiene capacidad para 200 personas y está ideado para conciertos de rock o pop, pero también de música clásica.

Por último, la Hall es una sobria sala con veinte sillas rodeadas de cuadros, un ambiente perfecto para conciertos íntimos de música clásica y jazz o para master class.

El usuario siente ese espacio 3D y se desplaza por él  como si fuese real, aunque haya sido creado por ordenador. Lo que sí es real es la grabación del cantante. Por el momento, cada persona del público está representada por un avatar muy sencillo. Posteriormente serán individualizados, lo que dará mayor realismo a la experiencia.

“Al ir desarrollando el producto, nos empezamos a dar cuenta de que esto iba a causar revuelo y sorpresa”, desvela Palacios. Algo lógico, teniendo en cuenta que, hasta el momento, no hay ninguna plataforma similar.

Conciertos exclusivos

Los artistas realizan una actuación exclusiva para ese público. “Hemos desarrollado un protocolo de grabación de audio y de vídeo para ellos y después realizamos una labor de posproducción para integrarlo en el escenario, pero no se edita la voz. A efectos prácticos, es un directo”, explican los creadores de Singulive.

Los conciertos tendrán una fecha y hora de estreno pero el contenido quedará guardado en la plataforma, por lo que los conciertos se podrán volver a ver cuando se desee, como ocurre con las de series y películas.

La plataforma Singulive, diseñada en Cantabria, es la primera que permite acudir a conciertos en directo gracias a la realidad virtual. FOTO: MARÍA CASUSO

La plataforma estará en pleno funcionamiento en octubre pero la versión beta de Singulive ya está disponible de manera gratuita en la de videojuegos Steam, con interfaz en español y en inglés.

Esta versión permite utilizar todos los espacios y salas, además de disfrutar de una vista previa de unos diez minutos de cada actuación.

Una vez haya lanzado la versión definitiva, la idea de los emprendedores cántabros es ofrecer a los usuarios conciertos de pago y suscripciones que den acceso a todas las actuaciones. También habrá contenido patrocinado gratuito.

El hecho de que se trate de una tecnología virtual parece conducirles a un público muy joven, pero están convencidos de que será aceptado por todo tipo de edades a medida que se vaya conociendo, en función de sus gustos musicales: “En realidad, la experiencia es muy analógica. Al estar dentro de una de las salas, todo se siente muy real”.

Comunidad musical

La comunidad de amantes de la música que pretende crear Singulive empieza a formarse con un producto patrio. Actualmente, las demo que ofrece la plataforma son de un concierto de Diego Vasallo (uno de los fundadores de Duncan Dhu) en la Sala The Club y otro de Gorka Hermosa & Blanchard Strings en el Teatro Apollo.

Habrá artistas de diferentes estilos muy diferentes. Entre los ya incorporados figuran nombres como Christian Wünsch (techno), Mikel Azpiroz (clásica), Javier Álvarez (cantautor), Rocío Márquez (flamenco) o Pablo Solo (pop, rock y folk).

Los creadores de la plataforma destacan que, por el momento, todos los artistas a los que les han planteado este tipo de conciertos lo han acogido con mucha ilusión y han aceptado sin dudarlo. Al fin y al cabo, también es novedoso para ellos.

Posteriormente, el catálogo seguirá creciendo y atrayendo artistas del panorama internacional. “Hay espacio para todos: pequeños, grandes, bandas consolidadas y artistas emergentes, nacionales e internacionales…”, asegura Palacios, que adelanta que ya están en contacto con personas del mundo de la música de Estados Unidos, donde se han vendido millones de gafas VR.

La sala Curtain, preparada para grandes conciertos en los que el público estará de pie. A la derecha, The Hall, para veinte personas.

En 2014, Facebook pagó 3.000 millones de dólares por la empresa de gafas de 3D Oculus. Tres años después, Mark Zuckerberg dijo que quería ver a mil millones de personas usándolas. No ha sido el caso pero su uso ya se está extendiendo.

“Hasta hace un año las Oculus eran un producto para un perfil muy concreto, pero tras el lanzamiento del nuevo modelo (Oculus Quest 2), que no necesitan conectarse a un ordenador y tienen un precio más bajo, se han popularizado mucho en Estados Unidos. Europa es el siguiente paso”, explica Palacios.

Tanto es así que Facebook ya ha anunciado que quiere crear su propio metaverso, un universo metafísico virtual en el que podremos comunicarnos y vivir experiencias con otras personas situadas en lugares alejados.

En ese sentido, Calatayud aclara que la plataforma no pretende sustituir a los conciertos habituales, sino que es una opción más para disfrutar de la música. “Singulive permitirá asistir a alguien a un concierto de un cantante al que, quizá, de otra forma no podrías ver en directo nunca y disfrutarlo con amigos que viven en otros lugares”.

El futuro ha llegado para quedarse.

María Quintana

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