Archihorn: equipos de música clásica hechos desde la arquitectura
El dispositivo obtendrá la patente próximamente
Los sistemas de reproducción musical siguen sin ser capaces de ofrecer al oyente el mejor sonido para disfrutar al máximo de la música clásica, pese a las mejoras tecnológicas. Los arquitectos cántabros Eduardo Pila y su hijo Manuel están a punto de patentar –bajo el paraguas de Archihorn, su nueva compañía– un modelo basado en la bocina acústica que logra una amplificación natural. El equipo, destinado a clientes con alto poder adquisitivo, recrea la experiencia de vivir un concierto en primera fila.
Los arquitectos cántabros Eduardo Pila y su hijo Manuel comparten una pasión: la música clásica. Para ellos y un sinfín de expertos internacionales, es patrimonio de la Humanidad y también la manifestación más evidente del desarrollo de la cultura occidental.
Con la intención de difundirla, han decidido crear Archihorn, un sistema acústico de reproducción musical de alto rendimiento que está basado en la tecnología tradicional de la bocina acústica y que permite al usuario disfrutar de un concierto como si se encontrase en primera fila.
El equipo, que está a punto de obtener la patente previa a su comercialización, es el resultado de décadas de investigación. Todo surgió cuando Eduardo, conmovido por la belleza de la música clásica, buscaba la forma de escucharla con la mayor fidelidad posible. Pronto se dio cuenta de que en el mercado no había ningún dispositivo capaz de replicar la atmósfera que se vive frente a los músicos. “Me he pasado la vida estudiando para descubrir cómo escuchar la música a otro nivel”, confiesa.
Aunque hay altavoces que ofrecen una magnífica calidad de sonido para géneros como el pop, rock o jazz, no pueden reproducir con la misma fidelidad la manera en que una pieza de música clásica interactúa con el cuerpo humano a través de los sentidos e influye en la percepción emocional.
Según Eduardo Pila, la música clásica tiene una riqueza expresiva superlativa, con pasajes extremadamente suaves seguidos de momentos de gran intensidad y los sistemas domésticos no pueden manejar ese rango sin distorsionar el sonido. Aunque los archivos digitales de alta resolución han mejorado en fidelidad sonora respecto al CD tradicional, siguen produciéndose pérdidas en la conversión digital-analógica y en el proceso de compresión, especialmente cuando se trata de streaming. “Los grandes fabricantes diseñan para vender, no para perfeccionar”, opina Pila padre.
Manuel Pila destaca que Archihorn –con un estudio en Puente Viesgo y sede laboratorio en el Centro de Empresas Naves Nido de Torrelavega– ha llegado para resolver todas estas limitaciones y lo consigue, entre otras cosas, a través de la geometría. El diseño, elaborado y perfeccionado por padre e hijo, optimiza los parámetros más importantes como la distorsión y el rendimiento, superando ampliamente a los de los equipos tradicionales.
Su morfología reduce las interferencias internas, así como las ondas estacionarias y permite que, tanto las frecuencias graves, como las medias y agudas lleguen al oyente de manera sincronizada. De esta manera, puede percibir la ubicación de cada instrumento dentro del espacio acústico como en una sala de conciertos.
‘La experiencia de ArchiHorn puede ser mejor que un concierto en directo’
En la música clásica, donde cada matiz en el ataque y la transición de las notas tiene un valor expresivo importante, esa precisión puede traducirse en una experiencia mucho más parecida a la que se viviría en una actuación en vivo. “La experiencia que proporciona Archihorn puede ser incluso mejor que la que supone ir a un concierto en directo, ya que las condiciones sonoras que percibe un oyente varía mucho según la butaca que ocupe en la sala”, matiza Manuel.
El joven emprendedor admite que nunca ha sentido la presión de crear una empresa, muy probablemente porque la iniciativa empezó siendo un hobby. “Al principio, venían invitados a nuestra casa y cuando escuchaban un concierto con nuestros equipos, no se lo podían creer”, recuerda Manuel.
El prototipo inicial dio lugar a otro más optimizado y este, a su vez, a una versión aún mejor, por lo que no tardaron en darse cuenta que a este dispositivo, que en sus orígenes iba a ser de uso personal, podía tener una salida comercial. “Siento que tengo la responsabilidad de enseñárselo a todo el mundo, porque no existe nada igual”.
Materiales nobles
Acero inoxidable, mármol, fibra de carbono, maderas nobles e incluso mecanizados de aluminio. Los equipos acústicos de Archihorn están fabricados con materiales de gran calidad, una composición con la que pretenden conseguir el mejor sonido y un diseño atemporal y elegante. Padre e hijo reconocen que el precio final de estos dispositivos –cuyo tamaño supera al de los equipos convencionales– solo será accesible a clientes con un fuerte poder adquisitivo. “Nuestros clientes valorarán la exclusividad de las piezas, cuyo valor se mantiene íntegro en el tiempo”.
Sin embargo, los arquitectos no descartan poner en el mercado gamas intermedias con precios más asequibles en un futuro. De hecho, el sistema constructivo que han desarrollado permite sustituir piezas elaboradas con materiales exclusivos por otros menos costosos. Además, el ensamblaje y la instalación del equipo es de alta precisión, lo que le brinda “una gran calidad de acabado”.
El responsable de Archihorn está convencido de que con sus equipos conseguirá que la música clásica –en su opinión, el “gran tesoro europeo”–, capte más adeptos, incluso entre quienes ahora no se sienten especialmente atraídos por ella. “Nuestro sonido es pureza máxima”, asegura, y añade: “Nos encantaría que el acto inaugural de nuestra compañía tuviese lugar en el Centro Botín o en el Festival Internacional de Santander. La gente se va a enamorar de nuestros equipos”.
David Pérez