El Centro de Salud de Bezana reanuda las obras en la red sanitaria
Una de las muchas consecuencias de la crisis ha sido la paralización de los proyectos que había para completar la red de atención primaria de la región. Centros de salud como los de de Santa Cruz de Bezana, Cabezón de la Sal o Noja, que debían haber estado concluidos en 2012, se vieron aplazados cuando se produjo el cambio de Gobierno, y el deterioro de la situación económica colaboró en retrasar aún más el inicio de las obras. En 2013, el Ejecutivo se decidió por fin a reimpulsar la construcción de esos centros, aunque con una importante variación: recurrir a la inversión directa en vez de utilizar la fórmula de la financiación estructurada –pago de un canon anual– que venía siendo utilizado por el anterior Ejecutivo.
El primero de los centros levantados en esta nueva etapa es el de Santa Cruz de Bezana. Con la obra prácticamente concluida y a la espera del equipamiento para poder abrir sus puertas, esta nueva instalación viene a cubrir una necesidad agudizada por el crecimiento poblacional de esa zona cercana a Santander. El nuevo centro prestará servicio a los vecinos de Santa Cruz de Bezana, Liencres y Mortera. Cerca de 15.000 personas, en su mayoría jóvenes, que hasta ahora venían recibiendo asistencia en los consultorios de Liencres, Soto de la Marina y Bezana, y que para las consultas de fisioterapia o del trabajador social tenían que desplazarse hasta el Centro de Salud de Los Castros, en Santander.
De Giscan a Gesvican
La construcción del Centro de Salud de Bezana marca una línea divisoria entre dos formas de abordar las inversiones en infraestructuras sanitarias, la que separa la financiación estructurada y el pago a largo plazo mediante un canon anual de las limitaciones que ahora se han impuesto a las administraciones regionales para endeudarse.
Para abordar la construcción de nuevos centros, el anterior Ejecutivo había creado una sociedad pública específica, Giscan (Gestión de Infraestructuras Sanitarias). Esta empresa era la encargada de buscar financiación extrapresupuestaria para ejecutar las obras, que después eran pagadas por la Administración regional mediante un canon anual durante el plazo de tiempo establecido, a cuyo término la instalación pasaba a ser de su propiedad. Con esta fórmula se construyeron cinco centros de salud y el Hospital Tres Mares de Reinosa.
La llegada de un nuevo Gobierno y la necesidad de contener el déficit público tras el estallido de la crisis supuso un cambio en el modelo de gestión. El plan de reducción de empresas públicas puesto en marcha por el PP determinó la absorción de Giscan por CEP Cantabria (la Sociedad Regional de Coordinación Financiera con las Empresas Públicas de Cantabria), y el Gobierno recurrió a otra empresa pública, Gesvican, para llevar a cabo la construcción de los Centros de Salud proyectados.
El de Bezana ha sido el primero de esta nueva etapa. La obra fue concursada en cuatro millones de euros en agosto de 2013. Como ha venido siendo habitual en esta última época, acudió a la licitación un nutrido número de empresas (concretamente, 20) y se adjudicó por casi un 45% menos del precio inicial: 2,7 millones de euros, la cuantía en la que se comprometió a ejecutarlo Teginser.
La obra más esperada
El Centro de Salud de Santa Cruz Bezana es la infraestructura más esperada del municipio, que ya en 2008 había cedido el terreno para su construcción, unos 6.000 metros cuadrados de superficie situados en la Avenida Santa Cruz-Menéndez Pelayo, próxima al casco urbano.
El edificio consta de una planta baja de 1.514 metros cuadrados, una primera planta de 1.081 y una bajo-cubierta de 75. En el exterior, una zona ajardinada y un aparcamiento para 41 plazas completan la parcela, aunque ya se trabaja en la ampliación del parking.
La plantilla del centro estará integrada por ocho médicos de familia, tres pediatras, ocho profesionales de enfermería, una matrona, un fisioterapeuta y cinco auxiliares administrativos.
Los vecinos dispondrán allí de consultas de medicina general y enfermería. Además, habrá un área de pediatría (con consulta de pediatra y enfermera pediátrica) y un despacho de salud pública y veterinario).
Bezana contará también con tres salas para extracciones, técnicas y curas e intervenciones menores y con una unidad de atención a la mujer, compuesta por la consulta de la matrona y la sala de lactancia.
La unidad asistencial destinada a tratamientos dispondrá de una sala de cinesiterapia y la consulta de fisioterapeuta. Finalmente, habrá un servicio de urgencia, con su propia consulta, sala de tratamientos, sala de observación, una sala de espera y los dormitorios del personal sanitario.
En la zona de apoyo administrativo se han construido despachos, un back office, sala de juntas y biblioteca y un espacio para el trabajador social.
Para el equipamiento energético del edificio se ha confiado en una caldera de biomasa, lo que unido al empleo de materiales respetuosos con el medio ambiente y de una alta estanqueidad para retener el calor ha permitido que cuente con una calificación energética A.
Completar el mapa sanitario
Tras el parón de inversiones en la primera mitad de la legislatura, en 2015 se van a abrir varios centros de salud. Al de Santa Cruz de Bezana se unirán los de Cabezón de la Sal y el consultorio rural de Noja. También se iniciará la construcción del de Luena y la rehabilitación del Consultorio de Novales, aunque lo más llamativo será la finalización del Hospital Valdecilla.
Son actuaciones que llegarán puntualmente a la cita electoral de los comicios autonómicos y municipales, como suele ocurrir con la obra pública, y también, aunque con retraso, a prestar uno de los servicios básicos que definen la sensibilidad social de cualquier Gobierno.