Una legislatura para un instituto

Una de las últimas decisiones del Ejecutivo regional que formaban PRC y PSOE antes de que las elecciones de 2011 determinaran su salida del Gobierno fue la ejecución de una obra que Castro Urdiales venía reclamando desde hacía años: la construcción de un tercer instituto de enseñanza secundaria para atender una población escolar que ha crecido sustancialmente en los últimos años.
La salida a licitación del proyecto desbloqueaba un compromiso que llevaba tiempo paralizado a la espera de disponer de un solar pero la ejecución de la obra chocó con los recortes y las limitaciones presupuestarias que llevó a cabo el Gobierno entrante del PP como respuesta a una crisis económica que se agudizó en 2011. Los trabajos no se licitaron hasta septiembre de 2013 y no se adjudicaron hasta abril del pasado año.
Cuatro años después de los primeros pasos, el tercer instituto de Castro Urdiales está por fin concluido, aunque retrasos de última hora han impedido su entrada en funcionamiento con la apertura del curso escolar. Será después de las vacaciones navideñas cuando el nuevo centro ayude a descongestionar las aulas de los dos institutos con los que hasta ahora contaba Castro. Un refuerzo que cubrirán sus necesidades durante los próximos diez o quince próximos años.

Capacidad para 500 alumnos

El nuevo centro se levanta sobre una parcela de 11.300 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento en el Alto de la Cruz, del barrio Cotolino. La superficie construida es aproximadamente la mitad, repartida en tres plantas, con un gimnasio anexo. Será un instituto de cuatro líneas de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) e impartirá también Formación Profesional Básica.
La fachada de ladrillo caravista, la cubierta de teja cerámica a cuatro aguas –salvo el tejado del gimnasio que será chapa de zinc– y la carpintería de las ventanas en aluminio, caracterizan el exterior del edificio, construido por SIEC, que se adjudicó la obra en 4,7 millones de euros.
Dentro dispone de 16 aulas de ESO, dos de plástica, dos de música, dos laboratorios, tres aulas de desdoble, dos de diversificación, tres de tecnología, tres para FP Básica y un taller, además de otros espacios para administración, biblioteca o cafetería.

Problemas para comenzar el curso

La conclusión del centro estaba prevista para el pasado mes de mayo, con tiempo suficiente para equiparlo y abrir sus puertas en septiembre, con el curso escolar. Sin embargo, la climatología también jugó su papel y las intensas lluvias, unidas a problemas en las catas del terreno, dilataron los trabajos de excavación.
Ese retraso suponía un serio desajuste en la saturada estructura educativa de Castro Urdiales. La cuestión era qué hacer con el centenar de alumnos de Primero de ESO que deberían comenzar el curso en el nuevo instituto y que no tenían cabida en los dos ya existentes, el IES José Zapatero y el Ataúlfo Argenta, que llevan tiempo al máximo de su capacidad (unos 600 alumnos en cada centro). La única solución, y así lo acordó el actual consejero, Ramón Ruiz, con las AMPAS y el Ayuntamiento castreño, fue la de iniciar el curso en los mismos colegios de los que proceden el centenar de alumnos que iban a comenzar Secundaria en el nuevo instituto, aunque estos centros se encontraban también saturados. Para conseguirlo, fue necesario habilitar dos aulas en el colegio Riomar y otras dos en el colegio San Martín de Campijo, a las que se incorporaron también los nueve alumnos que proceden del colegio Nuestra Señora de las Nieves, de Guriezo.
Ha sido el último incidente del largo proceso que ha vivido la población de Castro Urdiales hasta disponer de un nuevo instituto, que será realidad a partir de enero.
Además de completar su infraestructura educativa, el municipio va a ser considerado por la Consejería como Zona de Atención Educativa Preferente (al igual que Liébana y Campoo), lo que implica actuaciones prioritarias en la formación del profesorado y programas específicos para el municipio, como la potenciación de la Formación Profesional y de los estudios de idiomas y música.
Queda por resolver otra de las demandas de Castro Urdiales, la construcción del sexto colegio de Infantil y Primaria, para cuya ubicación se barajan dos opciones: una parcela en el centro de la villa, y otra en la zona de Mioño-Santullán.

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