Ingeniería de grandes sedes con raíces cántabras

El nieto del fundador de la industria láctea El Buen Pastor no solo tiene vínculos familiares con la región sino que su casa de Castillo Pedroso es su refugio de fin de semana. Pero en la trayectoria profesional de Ignacio Ortiz al frente de la ingeniería madrileña BOD se cierra otro círculo de su relación con Cantabria.
Aquí comenzó su aventura empresarial al levantar en el polígono de Raos su primera nave industrial y, veintiséis años después, convertido en una de las ingenierías españolas de referencia, ha vuelto a Cantabria para implicarse en dos proyectos locales en asociación con la consultora santanderina Saciva. Uno de ellos tiene que ver con la ampliación y reforma de la industria láctea creada por su abuelo, el Buen Pastor, y el otro con la cooperativa francesa Andros La Serna, que les ha encomendado la gestión de licencias y permisos para su nueva planta industrial de producto lácteo ultrafresco en Arenas de Iguña.
Dos trabajos que son un ejemplo de la variedad de sectores en los que se mueve la joint venture entre Ignacio Ortiz y Saciva (BOD Inciva), dedicada a la gestión de proyectos de ingeniería y arquitectura. Una actividad que va a ampliarse a campos como la construcción virtual, las energías renovables y la rehabilitación de inmuebles.

Una arquitectura con vocación industrial

Aunque Ortiz es arquitecto, provenir de una familia en la que abundan los ingenieros pudo inclinarle a fusionar ambos campos cuando se planteó, junto con otros socios, la creación de una empresa propia. En 1985, nacía en Madrid BOD (un acrónimo de los socios fundadores), orientada desde un primer momento hacia el diseño de plantas industriales, un campo más tecnificado y necesitado de servicios complementarios que la vivienda residencial.
La tradición de edificios industriales con el sello de grandes arquitectos, algo muy común en los finales del siglo XIX y principios del XX, había quedado arrumbada con la simplificación de los sistemas constructivos. Aquellas grandes fábricas que resumían el espíritu de una época y que se podían encuadrar en un estilo arquitectónico reconocible, fueron sustituidas por parques de naves industriales anodinas y carentes de personalidad. “Creíamos –explica Ignacio Ortiz– que en ese mundo la arquitectura estaba un poco abandonada, así que comenzamos a presentarnos a concursos industriales”.
Cuando nació BOD, las grandes firmas de ingeniería españolas estaban más volcadas en la obra pública que en el mundo industrial. Había un amplio espacio para una iniciativa como la suya, que deseaba recuperar para la industria valores propios de la arquitectura, como los análisis funcionales, o entender que la distribución de los elementos de producción, el lay out, ayuda a definir el edificio en el que se albergará ese proceso industrial. A esto hay que añadir el valor que, como seña de identidad, han empezado a otorgar las empresas a sus plantas de producción y, especialmente, a sus sedes.

Todos los grandes grupos de prensa

La especialización de BOD en plantas industriales se fue decantando, con el tiempo, hacia dos grandes sectores, la logística y las artes gráficas, sobre todo la prensa diaria.
La firma madrileña ha proyectado la ingeniería del centro de distribución de Cofares, el almacén de Cirpress o el centro logístico robotizado que Eroski tiene en Elorrio (Vizcaya), entre otras grandes obras.
Pero han sido sus trabajos para casi todos los grandes periódicos del país los que le han dado una relevancia internacional, al ser reclamados por algunos de los más importantes rotativos de Hispanoamérica. Obra de BOD son las plantas impresoras de El Correo, las del grupo Godó, Deia, Diario de Cádiz, Diario de Navarra, Canarias 7 y El País, un edificio de 18.000 m2 que, además de las rotativas, alberga un almacén robotizado para 3.500 bobinas.
Además de diseñar las plantas de las que diariamente salen buena parte de los periódicos que se editan en España, BOD ha proyectado la nueva redacción de ABC. Un diseño en el que han integrado las nuevas tecnologías que reclama el periodismo multimedia en un espacio circular presidido por una impresionante cúpula de cristal desde la que se articulan radialmente las diferentes secciones del periódico. Una concepción que rápidamente ha ganado adeptos y BOD ya ha recibido encargos similares de editores de Puerto Rico y de ‘El Mercurio’ de Santiago de Chile, que han visitado la nueva redacción de ABC.
No serán sus primeros encargos en el continente americano, puesto que la ingeniería  también ha trabajado en Estados Unidos, Argentina, República Dominicana, Costa Rica y se encuentra muy cerca de cerrar acuerdos para hacerlo en Brasil.
Una de las claves de la posición de liderazgo que ha alcanzado en este sector se encuentra en las soluciones técnicas que han aportado tanto en la climatización de las rotativas como en la alimentación de papel, lo que les has valido ser recomendados por los tres fabricantes europeos.

Sedes de multinacionales

Los edificios industriales suelen llevar aparejada un área de administración. Después de hacer varias, BOD decidió añadir a su catálogo los proyectos para sedes corporativas y edificios de oficinas. Desde que inició esta nueva línea de trabajo, a finales de los noventa, ha levantado cerca de un millón de metros cuadrados de oficinas en varios parques empresariales y ha logrado éxitos tan relevantes como la designación para proyectar las sedes sociales de Hewlett Packard y de Renault en España y la del grupo periodístico Vocento.
Esta nueva vertiente profesional les llevó a alcanzar las 110 personas de plantilla en 2009, aunque la caída de la construcción, que ha golpeado duramente a las ingenierías y a los estudios de arquitectura, les ha forzado a recortar esa cifra. Actualmente, BOD cuenta con algo más de setenta personas que cubren todas las áreas de diseño de proyectos y dirección de obra, algo que resulta muy valorado en una época en la que las grandes constructoras han desmantelados las potentes oficinas técnicas que poseían hasta el inicio de la crisis.

Hacia la construcción virtual

Ante mercados maduros o directamente en recesión, lo más aconsejable es explorar nuevas posibilidades de negocio. BOD ha apostado por expandir su actividad hacia el uso de tecnologías emergentes en el ámbito del diseño arquitectónico, como la construcción virtual. Para ello se han apoyado en la tecnología BIM (Building Information Modeling) que permite un modelado virtual del proyecto, tanto desde el punto de vista arquitectónico como de estructura e instalaciones. “En el fondo es como construir dos veces –explica Ignacio Ortiz–. Si soy capaz de construir virtualmente podré ver con antelación muchas circunstancias que me permitirán ahorrar en el proceso de construcción. Por ejemplo, es más fácil evitar errores de medición, que son los que originan sobrecostes”. Esta técnica depara un archivo con toda la información del edificio, lo que facilita su gestión una vez construido. Eso está suscitando el interés de los propietarios de inmuebles comerciales y el BBVA ya le ha pedido a BOD un modelo virtual de siete edificios que posee.
Las energías alternativas es otro nicho de mercado en el que se ha introducido esta ingeniería, que propone sistemas de ahorro y control energético basados en la optimización de los sistemas que ya tiene la empresa cliente. Pero esta incursión en nuevos sectores no les hace olvidar su vinculación al mundo de la construcción y una de sus apuestas en este terreno es la rehabilitación, una asignatura todavía pendiente en el sobredimensionado parque inmobiliario español.
Su asociación con Saciva, le ha permitido crear una plataforma desde la que explorar las posibilidades de mercado que ofrece la Cornisa Cantábrica. Una oportunidad de negocio y, para Ignacio Ortiz, un motivo más para sentirse de vuelta a casa.

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