Navidad y Año Nuevo sin desconectarse; cenas de empresa, música alta y petardos… y el papel clave de los audífonos para entender en el ‘ruido de las fiestas’

Diciembre es la “prueba de fuego” de la audición: mesas grandes, conversaciones cruzadas y música ambiental disparan el “oigo, pero no entiendo”.

Los audífonos bien adaptados están diseñados para este escenario: mejoran la comprensión del habla en ruido y reducen el esfuerzo (fatiga) de seguir la conversación.

La pirotecnia añade un riesgo distinto: el ruido impulsivo puede alcanzar picos muy altos en pocos segundos; la distancia y la protección son decisivas.

En el desarrollo de este informe ha participado el centro audiológico Gran Vía, catalogado como uno de los centros referentes de Bilbao al pertenecer al Top 10 de los mejores centros auditivos de Bilbao, selección realizada por la plataforma audiológica GEA a través de La Guía del Audífono, el comparador oficial de centros auditivos y audífonos.

30 de diciembre de 2025 – Comidas de empresa, cenas familiares, brindis, locales llenos, música más alta de lo habitual… y, en la calle, petardos y pirotecnia. La combinación es típica de fin de año y tiene un efecto muy concreto: personas que “van tirando” el resto del año descubren en diciembre que la conversación se les escapa. No por falta de ganas, sino por una realidad acústica: muchas voces a la vez + ruido de fondo + reverberación.

En estas condiciones aparece el patrón más repetido: “oigo, pero no entiendo”. Y lo que parece un detalle técnico acaba siendo un problema social: se pide menos que repitan, se sonríe para salir del paso y, poco a poco, se participa menos.

Por qué en Navidad se nota más (y por qué los audífonos marcan diferencia)

En silencio, el cerebro “compensa” mejor. En ruido, no. En una cena con 10–15 personas, el oído y el cerebro tienen que hacer un trabajo extra: separar voces, seleccionar quién importa, completar palabras y mantener atención. Si hay pérdida auditiva —aunque sea leve— ese filtro se vuelve menos eficiente y aparece el sobreesfuerzo (fatiga, irritación, desconexión).

Ahí es donde los audífonos ganan protagonismo, porque están pensados para el escenario real: entender habla en ruido, no solo “oír más”.

Lo que aportan los audífonos en cenas y celebraciones (cuando están bien adaptados)

Mejor relación voz/ruido: micrófonos y procesamiento orientados a priorizar el habla.

Menos esfuerzo mental: entender requiere menos energía y se aguanta mejor una comida larga.

Más participación: cuando se entiende, se responde con confianza y se vuelve a entrar en la conversación.

En la práctica, el éxito no es “oigo más”. Es “no me pierdo media mesa”.

Petardos y pirotecnia: un riesgo diferente (ruido impulsivo)

Además del “ruido continuo” de locales, diciembre suma ruido impulsivo: petardos y fuegos artificiales. En este punto conviene ser claro: los impulsos muy intensos pueden dañar el oído en un instante y se manejan con prevención, no con costumbre. Se reportan niveles de pirotecnia en rangos muy altos (150–175 dB según fuentes sanitarias divulgativas), y se considera que el impulso por encima de ~140 dB pico puede ser lesivo.

Importante: los audífonos ayudan a comprender, pero no son protección frente a un pico de ruido. Aquí mandan distancia y protección auditiva.

Señales de alerta típicas “post-fiestas”

Si suena, es una pista útil:

Cuesta seguir conversaciones en grupo y acabas “asintiendo” más que hablando.

Se sube la tele/móvil más que el resto.

Se termina agotado tras una cena o reunión.

Pitidos al acostarte o al despertar.

Sensación de taponamiento o presión que se repite.

Recomendaciones prácticas: “modo fiestas” con foco en audífonos

Si ya se usan audífonos: 5 ajustes que cambian la cena

Pedir un ajuste “restaurante/ruido” antes de las fechas fuertes: una pequeña optimización se nota muchísimo en mesa grande.

Elegir el asiento con estrategia: espalda a pared y lejos de altavoces/cocina reduce ruido lateral.

Activar el programa adecuado (si se tiene): conversación/ruido suele dar un salto de claridad.

Pausas de 3–5 minutos en un punto más tranquilo: baja la fatiga y mejora tolerancia al ruido.

Mantenimiento exprés: carga completa y limpieza; en estas semanas el uso intensivo pasa factura si no se cuida.

Si se sospechan pérdida auditiva (y diciembre lo ha confirmado)

No hay que esperar a “enero a ver”: si cuesta en ruido, es una señal clásica.

Evitar compensar gritando o subiendo volumen: empeora la comprensión y aumenta cansancio.

Plantear una valoración: el objetivo no es oír más fuerte, es entender mejor.

Petardos y pirotecnia: prevención simple y efectiva

Distancia: cuanto más cerca, mayor riesgo.

Protección auditiva si se va a estar expuesto a picos (y especialmente en niños).

Si hay un estallido cercano y notas bajón brusco de audición o pitido intenso, consulta.

Cuándo consultar al especialista

Conviene pedir valoración si la dificultad para entender en ruido es recurrente, si aparecen pitidos/taponamiento que se repiten, o si se nota que se está aislando en reuniones. La revisión permite confirmar si hay pérdida auditiva, fijar objetivos (cenas, trabajo, calle) y, cuando corresponde, adaptar audífonos con seguimiento para que funcionen justo donde más se necesitan.

Consejo de la Clínica Audiológica Gran Vía: en fiestas no se trata de aguantar el ruido; se trata de no perder a la gente. Si el ambiente deja fuera, la solución suele empezar por una revisión y un ajuste bien hecho.

Para más información: www.guiadelaudifono.com

GRUPO AUDIOLÓGICO GEA

Jose Antonio Cortazar

gea@gea-audifonos.com

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Escucha ahora   

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios