Copenhague lanza DestinationPay,el nuevo modelo global que recompensa a los turistas por acciones sostenibles

Copenhague ha lanzado DestinationPay, un nuevo modelo de turismo global que invita a ciudades y regiones de todo el mundo a adoptar su enfoque CopenPay, premiando a los turistas por realizar acciones que beneficien a las comunidades locales y contribuyan a un turismo más sostenible.

DestinationPay amplía la iniciativa local CopenPay, que permite a los visitantes devolver valor a los destinos mediante actos sencillos como retirar basura de los canales o utilizar la bicicleta para llegar a los museos, recibiendo a cambio recompensas de tipo cultural.

Creado por la Junta Oficial de Turismo de Copenhague, Wonderful Copenhagen, DestinationPay proporciona un marco y herramientas para que otros destinos puedan implementar su propia versión de este modelo.

Tras el lanzamiento de CopenPay, más de 100 destinos contactaron para aprender de la iniciativa, siendo DestinationPay la respuesta a esta demanda a través de una plataforma abierta y de conocimiento compartido.

Varias ciudades ya han mostrado un gran interés. Berlín ha sido la primera en anunciar que creará su propia versión, BerlinPay, con planes de lanzamiento para este verano.

Por su parte, la región de Normandía (Francia) ya cuenta con una iniciativa de Baja Tasa de Carbono que ofrece descuentos a los visitantes que llegan en tren o autobús y se mueven localmente en transporte público o bicicleta.

UNA INVITACIÓN ABIERTA Y FORMACIÓN GRATUITA

Wonderful Copenhagen ha hecho un llamamiento a destinos de todo el mundo para unirse al movimiento y registrarse como futuros socios.

La ambición es que el impacto colectivo de recompensar a una fracción de los visitantes por hacer el bien genere un valor significativo para los destinos.

En febrero, DestinationPay organizará un seminario web online y gratuito para compartir todo el conocimiento, datos, herramientas y el manual desarrollado durante los últimos dos años con CopenPay.

Este modelo representa un cambio hacia lo que Wonderful Copenhagen denomina «una nueva economía de experiencias», donde el valor de un viaje se mide no solo por el gasto, sino por la contribución del visitante.