Miles de lubinas de la empresa de origen cántabro Aquanaria mueren por una intoxicación
Ha provocado el cierre de 12 playas de canarias
Los grandes ejemplares de lubina que cultiva en mar abierto la empresa cántabra Aquanaria, en Gran Canaria, han sufrido una grave intoxicación cuyas causas podrían estar relacionadas con unos vertidos industriales. A consecuencia de ello, han muerto al menos 500 toneladas de peces de talla comercial y se ha producido una importante contaminación en la costa próxima, que afecta a 12 playas canarias.
La compañía achaca a esta mortandad a un vertido industrial detectado a comienzos de octubre en las cercanías de un emisario submarino. Los responsables de esta empresa fundada por Gustavo Larrazábal, que anteriormente estuvo al frente de Tinamenor, con criaderos de alevines en Val de San Vicente, han achado el problema a un vertido industrial. En esta catástrofe ambiental han perecido miles de lubinas de gran tamaño que crecían en las jaulas, con pérdidas que se calculan en unos 15 millones de euros.
Aquanaria había apostado con gran éxito por este formato de lubinas, que compiten en calidad con las salvajes y son utilizadas por los restaurantes más prestigiosos. Las jaulas afectadas, situadas frente a Melenara y Salinetas, albergaban en ese momento el 60% de la producción prevista para 2025. Desde entonces, los operarios han retirado unas 500 toneladas de pescado muerto, Aquanaria comunicó el incidente al Ayuntamiento de Telde el 9 de octubre y reiteró sus avisos en quince ocasiones, sin obtener respuesta ni constatar actuación alguna.
Ante el silencio institucional, la compañía con sede en Cantabria presentó una denuncia ante el SEPRONA de la Guardia Civil, que ha trasladado el caso a la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas de Gran Canaria.
En relación con el cierre de playas, el Ayuntamiento de Gran Canaria ha declarado a medios locales que por el momento no han detectado vertidos químicos, si bien el suceso sigue bajo investigación.



