La primera fase de la ampliación del silo vertical de automóviles del Puerto entra en funcionamiento
La primera fase de las tres, que componen la obra de ampliación del silo de automóviles del Puerto de Santander y que supone 47.000 metros cuadrados para el tráfico de vehículos, ha entrado en servicio, mientras continúan los trabajos de la segunda y tercera fase.
Así lo ha informado este viernes el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), César Díaz, ha asegurado que esta inversión, que asciende a 43,5 millones de euros, dotará al puerto de más capacidad operativa y aumentará la eficiencia de la terminal de vehículos, concentrándola en un espacio cercano a los muelles y junto al apartadero ferroviario, «reforzando así nuestra apuesta por la sincromodalidad y el impulso al ferrocarril».
La obra de ampliación se ha programado en tres fases que se ejecutan sucesivamente para optimizar la explotación del silo durante los trabajos y realizar su puesta en servicio de forma paulatina.
En estos momentos, con la entrada en funcionamiento de la primera fase de la ampliación, y tras haber finalizado las pruebas del sistema de las instalaciones, está previsto que la segunda fase esté operativa a comienzos del próximo verano y la tercera y última, a comienzos de 2027.
El presidente de la dársena santanderina ha incidido en que «el de vehículos es un tráfico estratégico para el puerto, referente en la fachada atlántica española. Somos conscientes de su importancia y, por eso, estamos desarrollando un ambicioso plan comercial, al que se unen las continuas inversiones que realizamos para mejorar nuestras instalaciones. Además, hay que recordar que se trata de una mercancía de alto valor añadido, especialmente valiosa para el impulso de la economía y el empleo de la región», ha añadido.
SILO DE AUTOMÓVILES
Esta instalación, que cuenta con una superficie de 70.000 m2 por planta, permitirá no solo aumentar la capacidad de la terminal de automóviles, sino también mejorar la gestión de los flujos de vehículos dado su emplazamiento entre el muelle y el apartadero ferroviario.
La obra es singular en cuanto a su tipología y proceso constructivo, destacando la elección de elementos prefabricados ligeros y reutilizables para compatibilizar la explotación simultánea de la terminal, reducir el coste de la cimentación, acortar los plazos de ejecución, reducir los riesgos laborales durante las obras y reciclar los materiales una vez agotada su vida útil, ha explicado la APS.