Mejor 30 minutos de fuerza con buena alimentación, que 3 horas de gimnasio sin control en la dieta
En la búsqueda de un cuerpo saludable y en forma, suele pensarse que la clave está en acumular horas de entrenamiento. Sin embargo, la verdadera base de los resultados se encuentra en la alimentación.
Una hora de ejercicio intenso apenas consume unas 200 kcal, cantidad que equivale a dos puñados de nueces o a cinco galletas. Esto demuestra que el gasto energético del entrenamiento no compensa un exceso alimenticio ni una dieta mal planteada.
La calidad de los alimentos determina gran parte de la composición corporal, de la salud y de la energía diaria. Los nutrientes correctos permiten mejorar la musculatura, reducir la flacidez, prevenir la celulitis, retrasar la aparición de arrugas y mantener niveles óptimos de vitalidad:
·Proteínas: imprescindibles para el desarrollo muscular, la regeneración celular y el equilibrio hormonal.
·Grasas saludables: necesarias para el buen funcionamiento del sistema hormonal, la absorción de vitaminas y la energía sostenida.
·Carbohidratos complejos: responsables de una liberación gradual de glucosa, evitando picos de azúcar que favorecen la acumulación de grasa.
A partir de los 40 años, el equilibrio entre alimentación y entrenamiento cobra aún mayor importancia. Una ingesta promedio que no supere las 1700 kcal diarias, combinada con sesiones de 30 minutos de entrenamiento de fuerza, favorece la consecución de un porcentaje de grasa saludable (entre 20 % y 26 %), la ganancia de masa muscular y la mejora del metabolismo basal.
Además, los entrenamientos cortos de fuerza aportan beneficios adicionales: fortalecen el sistema muscular, incrementan el gasto energético en reposo, mantienen niveles estables de energía y evitan un apetito excesivo. Al ser sesiones breves y efectivas, pueden integrarse fácilmente en rutinas laborales y familiares, favoreciendo la constancia.
En conclusión, la transformación física y la mejora de la salud no dependen de la cantidad de horas en el gimnasio, sino de la combinación estratégica de alimentación adecuada y entrenamientos inteligentes de fuerza.
