¿Y si la solución a la falta de vivienda fuera la repoblación de la España vaciada?

En un país donde acceder a una vivienda digna se ha convertido en un problema urgente, especialmente en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca, la respuesta podría estar donde menos se esperaba: en los pueblos que sufren despoblación. Iniciativas como ReHabita Maestrat, nacido en el Maestrat, comarca del interior de Castellón (Comunidad Valenciana, España), están demostrando que la repoblación no es una utopía, sino una vía real para resolver dos retos a la vez: el encarecimiento de la vivienda en las urbes y el abandono progresivo de la España rural.

Al frente de esta iniciativa se encuentra Mauricio Peralta, con más de 25 años de experiencia en el sector inmobiliario y en la consultoría de reactivación de negocios y organizaciones. Conocemos su visión en esta entrevista exclusiva.

¿Qué es exactamente ReHabita Maestrat?

ReHabita Maestrat es mucho más que un proyecto inmobiliario. Es una plataforma de repoblación rural que conecta pueblos con viviendas vacías y familias que buscan una vida más auténtica, segura y asequible. Nuestro papel va más allá de intermediar en la compraventa: acompañamos a las familias en todo el proceso de integración, para que los municipios recuperen vitalidad y se conviertan en comunidades sostenibles.

¿Cómo surge la idea?

La idea nace de mi propia experiencia. Vivía en Mallorca, donde la masificación y los precios de la vivienda digna eran inasumibles. Al mudarme a San Jorge en Castellón descubrí un entorno con gran calidad de vida, buena gente y precios accesibles. Vi que muchas familias compartían mis inquietudes y temores —como la integración de sus hijos o dejar atrás amistades— pero que quienes daban el paso no se arrepentían.

Mi historia personal también está marcada por la migración: nací en Argentina y mis padres emigraron a España en 1984. En aquel entonces no existían programas ni plataformas que apoyaran a las familias recién llegadas; todo era más complicado y lleno de incertidumbres. Esa vivencia me inspira a crear hoy una red de apoyo que evite a otras familias pasar por los mismos obstáculos, ahorrando tiempo y disgustos.

ReHabita Maestrat surge para acompañar ese cambio y convertirlo en una oportunidad compartida: resolver la crisis de vivienda en las ciudades y, al mismo tiempo, dar nueva vida a los pueblos.

¿Qué lo diferencia de una inmobiliaria tradicional?

Una inmobiliaria vende casas. Nosotros impulsamos proyectos de vida. Nuestra propuesta se basa en tres pilares fundamentales. Primero, una tarifa fija por servicio, más baja que las comisiones de las inmobiliarias tradicionales y sin costes para el vendedor. En segundo lugar, un acompañamiento integral, que abarca trámites legales, conexión con proveedores, gestiones administrativas o incluso integración cultural. Y por último, servicios específicos para extranjeros y familias de Latinoamérica, que en muchos casos necesitan un apoyo más complejo, desde traducciones hasta ayuda para encontrar empleo si lo desean.

Este modelo, transparente y escalable, ya ha captado el interés de ayuntamientos que ven en ReHabita Maestrat un socio estratégico para revitalizar sus pueblos.

¿Qué impacto tiene el proyecto en los pueblos?

Cada familia que se instala aporta vitalidad: se reabren viviendas, se reactivan escuelas, se genera consumo local y se refuerzan los lazos comunitarios. No hablamos solo de números, sino de la energía social que se recupera. En San Jorge y Canet lo Roig hemos desarrollado las primeras pruebas piloto, acompañando a familias interesadas en instalarse. Estos casos nos permiten validar el modelo, medir su impacto en la comunidad y sentar las bases para escalar el proyecto.

Además, varios ayuntamientos del Maestrat ya han mostrado interés en sumarse, viendo en ReHabita Maestrat una herramienta eficaz para atraer nuevos vecinos y dinamizar la economía local.

¿Qué papel juega el empleo en la integración de las familias?

El acceso a la vivienda es solo el primer paso. Para muchas familias —especialmente las que llegan de Latinoamérica o desde grandes ciudades— también es clave encontrar oportunidades laborales. Desde ReHabita Maestrat facilitamos la conexión con empleadores locales, pequeños negocios y administraciones, para cubrir necesidades reales en sectores como la agricultura, el comercio, los servicios o incluso el teletrabajo.

De este modo, la llegada de nuevos vecinos no solo reactiva la vida comunitaria, sino que también aporta mano de obra, emprendimiento y nuevas competencias que enriquecen la economía local.

¿Qué tipo de perfil llega al proyecto?

La mayoría son familias españolas que buscan alternativas a la vivienda cara, limitada y en entornos poco saludables de las grandes ciudades. Parejas jóvenes que desean formar un hogar, familias que buscan tranquilidad o profesionales que teletrabajan. Junto a ellas, también llegan familias europeas atraídas por la calidad de vida en España y familias latinoamericanas, que encuentran en ReHabita Maestrat un puente de apoyo para establecerse con seguridad e integrarse en la comunidad.

¿Cuáles han sido los principales retos?

Uno de los mayores retos ha sido cambiar la percepción de que vivir en un pueblo equivale a aislamiento. Gracias a las telecomunicaciones, la mejora de infraestructuras y la conexión digital, hoy el Maestrat ofrece servicios, oportunidades de empleo y calidad de vida que muchas ciudades ya no pueden garantizar. Nuestro trabajo consiste también en comunicar esa realidad y acompañar a las familias en sus temores iniciales para que el cambio sea fluido.

¿Qué papel juegan las administraciones?

Las instituciones son clave en cuanto a infraestructuras, subvenciones y visibilidad. Sin embargo, nuestro modelo está diseñado para ser autosostenible desde la iniciativa privada, conectando necesidades reales sin depender exclusivamente del sector público. Dicho esto, la colaboración público-privada puede acelerar el impacto, y ya hemos iniciado conversaciones con varios ayuntamientos interesados.

¿Qué esperas del proyecto en los próximos años?

Nuestro objetivo inmediato es acompañar al menos a 50 familias en los próximos 3 años a instalarse en la comarca. Cada familia que llega reabre una vivienda y genera un efecto multiplicador en el pueblo que la acoge. Con estos primeros casos queremos demostrar que la repoblación es posible y sentar las bases para replicar el modelo en otros territorios de España y Europa.

Un mensaje final para quienes se interesen por esta iniciativa

ReHabita Maestrat es una invitación a repensar cómo vivimos. No se trata solo de acceder a una vivienda, sino de recuperar comunidad, valores y calidad de vida. La repoblación no es un ideal lejano: ya está sucediendo, y cada familia que se instala es un paso hacia un futuro más equilibrado, sostenible y humano.

Mi propia historia como hijo de emigrantes Argentinos que llegaron a España en 1984 refuerza esta misión: sé lo que significa empezar de cero sin apoyos y por eso hoy quiero ofrecer a otras familias la red de acompañamiento que mis padres no tuvieron.

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