Creando un refugio rural para compartir: más que una casa, una experiencia
La casa familiar que se abre para conectar a personas y naturaleza
Cada vez es más común para quienes organizan sus vacaciones huir de los destinos convencionales y de los largos itinerarios turísticos -que en muchas ocasiones resultan ser agotadores-, y prefieren optar por alternativas que garanticen el descanso y una experiencia verdaderamente reparadora.
El turismo rural es, sin duda, es una de las opciones más populares para lograr esa ansiada desconexión del estrés diario. Además, hospedarse en un alojamiento rural ofrece una inmersión completa en la vida pausada y cercana a la naturaleza. La posibilidad de alquilar una casa típica del entorno y de disfrutarla con total libertad, sin horarios ni otros huéspedes, intensifica aún más la sensación de retiro que tanto buscan aquellos que eligen el campo para disfrutar de su tiempo libre.
Situada en un enclave único, el Valle de Valderredible, el Mirador del Hito es una de las casas rurales que mejor ha sabido adecuar sus servicios para satisfacer el deseo de pasar unos días de total tranquilidad, y brindar una experiencia única, ligada al medio rural y a la naturaleza.
Más que un alojamiento, una puerta de conexión con el entorno
Esta acogedora vivienda cántabra dispone de cinco habitaciones y está habilitada para hospedar un máximo de 18 huéspedes, lo que la hace idónea para los viajes familiares. Totalmente equipada con todas las comodidades -como cocina, baños equipados, red Wifi-, cuenta, además, con zonas diáfanas a modo de comedor y sala de estar, un entorno diseñado para fomentar la convivencia, la interacción y el encuentro entre las personas que se alojan en ella.
Pero, además, esta casa está diseñada para potenciar el vínculo con la naturaleza. Sus grandes cristaleras permiten que la luz natural bañe toda la casa, creando una sensación de espacio compartido entre el interior y el entorno. En este sentido, el amplio jardín y la piscina invitan a pasar tiempo de calidad al aire libre.
Compromiso con la sostenibilidad y la economía local
Esta apuesta por ser no solo un alojamiento, sino una experiencia de profunda unión con el medio, adquiere aún mayor protagonismo, ya que sus dueños han concebido esta casa rural con el firme compromiso de ser respetuosos con el medioambiente y, al alquilarla, también desean dar a conocer valores sobre ecología y turismo responsable, dando la oportunidad a los visitantes de experimentar cómo es posible disfrutar de la naturaleza sin dejar huella en ella. «Creemos que cada persona que experimenta la belleza del campo se convierte en un defensor apasionado de la protección del medioambiente», aseguran los propietarios de este hospedaje rural.
No obstante, esta voluntad va mucho más allá, y sus promotores contribuyen al desarrollo económico local apoyando a pequeños negocios y productores locales, al recomendar a sus huéspedes opciones gastronómicas y de ocio de la zona. «Queremos ser un motor de crecimiento para nuestra comunidad y contribuir positivamente a su bienestar», afirman sus dueños.
Los alrededores, naturaleza en estado puro
La casa, ubicada en Espinosa de Bricia en el Valle de Valderredible (Cantabria), a unos pocos kilómetros del Embalse del Ebro y de León, abre la posibilidad de visitar una infinitud de parajes naturales únicos que ofrecen la posibilidad de conectar con la naturaleza más bella y salvaje. Entre las rutas que sugieren desde este alojamiento, destacan los Cañones del Ebro, pueblos medievales -como Orbaneja del Castillo o Puentedey-, varios embalses cercanos para refrescarse o los famosos Valles Pasiegos de Cantabria, entre otros.
Un legado familiar para compartir
Los propietarios del Mirador del Hito, crecieron en este espacio que antaño fue su casa familiar. Plagada de buenos recuerdos, de juegos de infancia, noches de verano, de risas y abrazos, ahora quieren que, al alquilar esta casa, los huéspedes puedan sentir ese legado, una herencia de tiempo compartido -algo tan escaso y valioso hoy en día-, que desean legar y compartir con los demás.
Así, abren sus puertas para que las historias de los demás sigan tejiéndose a partir del hilo de las suyas propias, y que la estancia en este alojamiento rural sea un refugio, un remanso de paz y un punto de encuentro con la naturaleza, pero también con aquellos a los que más queremos.