El mercado asimila que el final del ciclo de bajadas de tipos del BCE cada vez está más próximo

Los analistas aún esperan entre una y dos bajadas de tipos y advierten de que las tensiones comerciales pueden alterar los planes del BCE

El ciclo de bajadas de tipos iniciado por el Banco Central Europeo (BCE) hace un año parece estar llegando a su fin, después del recorte de otros 25 puntos básicos, el séptimo consecutivo, anunciado este jueves por el Consejo de Gobierno y tras el que la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha reconocido que la entidad «está llegando al final de un ciclo».

En su comparecencia ante los medios, la francesa ha subrayado que «al nivel actual de los tipos de interés», con la facilidad de depósito al 2%, en mínimos desde diciembre de 2022 y 200 puntos básicos por debajo del nivel de junio de 2024, están «bien posicionados para afrontar las condiciones inciertas que se avecinan».

De este modo, para la presidenta del BCE, con el recorte de hoy y el nivel actual de los tipos de interés, «estamos llegando al final de un ciclo de política monetaria que respondía a shocks acumulados», incluyendo la Covid-19, la guerra en Ucrania y la crisis energética.

En este sentido, Felix Feather, economista en Aberdeen, destaca que el BCE ha llevado los tipos a un nivel neutral, acabando así con la fase de política restrictiva aplicada desde enero de 2023, aunque aún confía en que el Consejo de Gobierno anuncie un recorte adicional del precio del dinero en la reunión de septiembre, siendo el escenario más probable el que supone una sola bajada, que dejaría la tasa de depósito en el 1,75%, un nivel «modestamente acomodaticio».

No obstante, el experto advierte de que el BCE se movilizaría para apoyar la economía de forma más agresiva si finalmente, tras expirar en julio la tregua de 90 días, Donald Trump aplicase a los productos de la UE una fuerte subida de aranceles.

En esta línea, Mitch Reznick, jefe de grupo de Renta Fija de Federated Hermes, considera que la tendencia a la baja de las tasas de inflación augura «una postura más neutral del BCE en los próximos meses» en los que serán clave factores como los precios de la energía, las tendencias del empleo y/o los resultados de las perturbaciones arancelarias impulsadas por Estados Unidos.

Desde MFS Investment Management, Annalisa Piazza, coincide en que el tono del comunicado de prensa fue relativamente cauteloso, mientras que se mantuvo la previsión de futuro, lo que deja abierta la posibilidad de una mayor flexibilización a finales de este año.

«Esperamos el próximo recorte en septiembre, cuando, quizás, se hayan disipado algunas incertidumbres arancelarias y los indicios sobre algunos aspectos de los planes fiscales alemanes sean más claros», afirma la experta, para quien, dado el nivel actual de incertidumbre, ahora es más difícil calibrar cuál será la tasa terminal y el BCE parece estar dispuesto a esperar unos meses antes de implementar más recortes.

De su lado, Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum, anticipa que el BCE «será más cauto» a la hora de reducir los tipos por lo que espera que se dé un tiempo para ver cómo evolucionan el crecimiento y la inflación, pendiente de la situación de los aranceles y los estímulos fiscales, aunque no descarta que para final de año los tipos se sitúen al 1,5%.

Asimismo, Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, destaca que el BCE se ha mostrado extremadamente cómodo con la trayectoria de la inflación, lo que abre la puerta a recortes adicionales, por lo que «la posibilidad de terminar el año en el 1,5% vuelve a estar encima de la mesa».

Sin embargo, para Miguel Ángel Rico, director de inversiones de Creand Asset Management, la presidenta del BCE ha dejado claro que los tipos «se encuentran en un nivel razonable y que les resulta cómodo», por lo que «no tienen intención de volver a bajarlos, salvo que deban intervenir por algún tipo de shock que actualmente no contemplan», lo que supone un tono más restrictivo de lo que quizá estimaba el consenso.