El autogas, la gasolina del futuro
Seguramente, cuando en 1859, el coronel Edwin L. Drake perforó el primer pozo de petróleo en Estados Unidos no previó la importancia que, desde entonces, iba a tener la industria del sector. Tampoco, probablemente, sería consciente del impacto ambiental que ese combustible iba a causar en el Planeta.
Ahora, 148 años después, con más de 600 millones de coches en circulación, y a más de un euro el litro de gasolina, se advierte la necesidad de buscar una alternativa que en España viene de manos de la empresa cántabra PTR-Ferrosite, dedicada al desarrollo de eventos deportivos, y de Repsol YPF. Ambas han organizado la I Challenge a Gas de Karting que recorre la geografía española para popularizar este combustible y demostrar sus prestaciones en la práctica.
Es la primera vez que se celebra un campeonato de karts alimentados con GLP (gases licuados del petróleo), aunque se trate de la energía alternativa que más se utiliza en el mundo. Este combustible, que contiene propano y butano en porcentajes que oscilan entre un mínimo del 20% del primero y un máximo de 80% del segundo, produce muchos menos gases contaminantes que la gasolina y éstos se disipan con mucha más facilidad en el aire.
Válido para cualquier coche de gasolina
El autogas (GLP) puede ser quemado en cualquier vehículo con motor de gasolina. Para ello, basta instalar un equipo específico de almacenamiento y alimentación compuesto por una boca de entrada, un depósito –que puede ir situado en el lugar de la rueda de respuesto– unos inyectores, un gasificador y una unidad electrónica de control. Una vez instalado este kit, el vehículo pasa a ser susceptible de utilizar dos combustibles, gasolina y GLP. Esto le permite utilizarlos indistintantemente durante un trayecto, sin tener la necesidad de parar a repostar. Por lo general, estos coches arrancan con gasolina y cambian a la energía limpia cuando el vehículo alcanza una determinada temperatura o cuando aumenta el número de revoluciones por segundo. No obstante, el cambio puede producirse manualmente, pulsando un botón que suele ser situado cerca del cuadro de mandos.
El responsable comercial de Repsol YPF, José Antonio Gallardo Cortés, asegura que el GLP propicia un importante ahorro para el usuario del vehículo, aparte de las ventajas medio-ambientales, ya que reduce el nivel de ruidos del motor en un 50% y también las emisiones de dióxido de carbono, causante del efecto invernadero. El litro de gas está en el mercado a 0,60 euros, precio que contrasta con el resto de los combustibles, y ofrece un rendimiento semejante. Además, aumenta la vida útil del vehículo, gracias a la ausencia de residuos y a la reducción del número de averías.
En Europa, más de seis millones de coches circulan con esta energía alternativa, lo que en alguna medida es producto de las ayudas con que los gobiernos están tratando de incentivar su uso. En España se ha despertado un cierto interés desde mediados del año pasado y se prevé que avance con mucha rápidez. “Tenemos una lista de espera de varios meses de personas que quieren instalar el equipo en su coche”, dice Jesús Salmón Gutiérrez, director deportivo de PTR-Ferrosite.
Para que se popularice es imprescindible que aumente el número de lugares en donde poder repostar el GLP ya que, de momento, sólo existen 34 puntos de suministro en toda España, dos de ellos en Cantabria. También habrá que esperar a que las casas de coches se decidan a lanzar de serie automoviles con equipamiento para este combustible, más beneficioso para el medio ambiente.