‘Aquí ayudamos al destino’: Agencias matrimoniales para combatir la soledad en el siglo XXI
'El amor siempre nos mejora la vida', ÁNGELA SAN MARTÍN, AGENCIA MATRIMONIAL UNIDOS
¿Por qué siguen existiendo agencias matrimoniales en una época de aplicaciones para ligar y citas en la web? ¿Cómo buscar una pareja para toda la vida cuando están de moda las relaciones sin compromiso? ¿Tiene sentido pedir ayuda para enamorarse? Son muchos los interrogantes que surgen al conversar con Ángela San Martín, delegada de Unidos, una agencia matrimonial que tiene su central en Santander y sedes en Bilbao, Vitoria y Oviedo. Tras casi veinte años dedicada al asesoramiento sentimental, defiende la importancia de contar con un servicio personalizado para encontrar pareja de forma más fácil, cómoda y segura.
P.- ¿Tiene sentido hoy en día una agencia matrimonial?
R.- Por supuesto. Si no fuera así, ¿cómo se explicaría que llevemos aquí 27 años? La razón principal es que ofrecemos un servicio personalizado. En el mundo de las relaciones personales, el tema tecnológico no funciona. Aunque haya muchísimas personas que estén utilizando las aplicaciones online para intentar conocer a otros, eso no es positivo. Solo una minoría se conoce por internet. Y, además, cantidad no implica calidad. La gente no quiere consumir personas, quiere encontrar a una. Busca un perfil determinado.
P.- En los años que lleva en este trabajo, ¿cómo ha cambiado la forma de encontrar el amor?
R.- Antes las personas se conocían en la discoteca y ahora lo hacen en las aplicaciones, pero muchos de los que vienen aquí lo hacen rebotados y de vuelta del mundo de la tecnología. Lo que hacemos es un trabajo honesto y muy profesional, que implica una labor de acompañamiento y de asesoría sentimental para que la persona se encuentre bien y poder encontrar el amor. Todo eso no se puede hacer por internet, lo mismo que no dejarías un tema importante en manos de un abogado con el que no tuvieras una relación personal.
P.- ¿Qué protocolo siguen a la hora de conectar a las personas?
R.- Escuchamos mucho a la persona para saber bien en qué momento está y lo que busca. La sinceridad es la palabra que más suena en nuestros despachos porque vienen aquí a sincerarse. Por eso, la clave de nuestros servicios es la privacidad y el secreto profesional. Primero les hacemos una entrevista gratuita, totalmente confidencial, en la que nos conocemos y vemos si es factible lo que está buscando.
Contamos con una base de datos muy completa que se actualiza continuamente con personas que entran y salen una vez que han conseguido pareja. Y tenemos claro que el método funciona.
P.- ¿Cuál es el porcentaje de éxito de su agencia?
R.- Muy alto, en torno al 70%. Lo que hacemos es firmar un contrato de servicios por el que reciben coaching sentimental y el mejor acompañamiento hasta que encuentran pareja. Desde aquí les facilitamos el contacto y son ellos los que quedan directamente para dar un paseo o ir a un restaurante. Después les llamamos y nos cuentan qué tal les ha ido.
El servicio tiene un coste muy asequible para cualquiera, con independencia de su nivel, y no somos mercantilistas, nos adaptamos a las posibilidades económicas de cada persona. Además, a través de la agencia, pueden tener tantas citas como necesiten hasta que el contacto llegue a buen término.
P.- ¿Da pudor admitir que uno necesita ayuda para encontrar pareja?
R.- Para nada, lo lógico en la vida es intentar buscar la felicidad y los que vienen aquí son personas serias y discretas que no quieren perder el tiempo en buscar. De hecho, en otras ciudades en las que tenemos delegaciones, como Vitoria o Bilbao, están mucho más familiarizados que aquí y nuestras oficinas están ubicadas en centros de negocios a los que acude la gente con toda naturalidad. A lo que sí nos han ayudado las nuevas tecnologías es a darnos a conocer a través de la web y sirven de escaparate para todos nuestros servicios.
P.- ¿Y no suena un poco desfasado el concepto de agencia matrimonial?
R.- Mantenemos ese término porque las personas lo siguen buscando así, con esas palabras, por internet; si lo eliminamos no nos encontrarían. Es verdad que suena un poco antiguo, e incluso casposo, pero la realidad no tiene nada que ver con eso. Ahora nuestro lema es “encuentra a tu pareja” y durante mucho tiempo fue “ayudamos al destino” porque la gente viene aquí a buscar un compañero de vida.
P.- ¿Qué le diría a todas esas personas que prefieren estar solas?
R.- Que el amor siempre nos mejora la vida y, además, es fundamental para combatir la soledad, que es la gran enfermedad del siglo XXI. Mis clientes son personas que creen mucho en el amor de pareja y en la importancia de la compañía. No son superficiales; vienen aquí a crear un amor, porque el amor se hace. Es algo que se construye después de la conexión y de la fase del enamoramiento. Eso sí, es muy importante la compatibilidad en torno a unos principios y unos valores parecidos.
P.- ¿Existe un perfil tipo de cliente de la agencia?
R.- Algunos se creen que la gente que viene aquí tiene pocas habilidades sociales, pero no es así. Hay clientes de todo tipo, como en botica; no es gente extraña, ni singular, ni que tenga dificultades para relacionarse. Son personas proactivas que prefieren recurrir a un mediador porque es más cómodo y seguro para buscar una relación sentimental. Suelen ser personas maduras, desde los treinta y tantos años hasta los noventa. La mayor parte tiene unos cincuenta y quiere una segunda oportunidad, ya que actualmente se suele tener más de una pareja en la vida.
P.- Seguro que en estos años acumula muchas anécdotas…
R.- Yo creo mucho en las casualidades y en el terreno del amor siempre hay que estar preparado. A veces vivimos la verdadera magia del encuentro porque en el mismo día aparecen en la agencia dos personas, una por la mañana y otra por la tarde, y notamos al instante que se estaban buscando.
P.- ¿Cómo empezó en este mundo?
R.- Antes de ser la delegada de Unidos estuve en otra agencia matrimonial, llamada Unicis, una franquicia francesa que estaba en la calle Cuesta de Santander. Empecé en 2007 junto a Carmen Barrio, la gerente, y con el tiempo acabé abriendo esta, en la que trabajo junto a mi hermana Rosana.
Así que tengo la experiencia de todos estos años y formación universitaria en coaching de pareja y psicología del coaching. Aunque, en realidad, yo estudié arte dramático y siempre he estado relacionada con el mundo de la cultura y del arte, lo que me ha dado una sensibilidad especial para conectar con las emociones y me ayuda a empatizar mejor con las personas.
Patricia San Vicente